Camina a su casa después de un largo día de trabajo, su jefe ha sido bastante molesto por culpa de unos clientes. Pero acaso no es así, siempre? la rutina de 8 am a 5 pm, nada nuevo.
Suspira una vez más, las cosas no cambian, la melancolía se apodera de él. Tener 25 años con tantas responsabilidades, cuidar de su madre enferma, ver por lo estudios de su hermano pequeño, a veces es demasiado para él, pero recuerda cuanto ama a su madre y lo mucho que lo admira su hermanito, puede con esto.
A veces la tristeza le llena más que el cansancio y se siente sumamente perdido, solitario y hasta un poco amargado. A la distancia, alguien fuma, sabe quién lo espera, a pesar de los callejones oscuros, la luz de la calle ilumina a aquel hombre.
Se muerde el labio anticipando ver de nuevo esos ojos de color avellana. Yifan siempre regresa a él con más ira y resentimiento, pero es el único que hace diferente la vida de Tao, su vida de rutina agobiante se rompe y cae en caos cuando él aparece.
Sin decir mucho, Yifan apaga el cigarrillo y no sonríe, hace una mueca, Tao la conoce muy bien. Sabe que desea y acaso se negaría? no lo ha hecho los pasados dos años. Yifan es una constante inestable...
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Sus besos siempre son tan apasionados y sus caricias tan rudas...Yifan lo maneja como a un muñeco de trapo, lo ha llevado a un motel barato, donde no se asombran de dos hombres que pagan por una habitación para estar a solas un par de horas. Tao agradece que sea un lugar limpio, las sábanas están frescas y recién lavadas. A veces piensa que es un viejo pensando en cosas como esa en lugar de disfrutar del sexo apasionado con un hombre tan hermoso como Yifan.
"Te extrañe..." exclama mientras su polla se hunde en el menor. Tao sonríe con amargura, sabe que no lo extraño a él, sino a ese momento cuando Yifan descarga en él todas esas frustraciones en su vida, ser hijo de un mafioso al cual odia pero obedece, pretender no gustar de los hombres, tener una esposa embarazada, a quien no ama y no mostrarse vulnerable ante los demás. Es injusta la vida con él y con Yifan, pero este amor que viven, este amor que simplemente no lo és, es lo que les mantiene a salvo de enloquecer.
Tao gime su amante lo toma con fuerza, dejando signos de su posesión por todas partes, Yifan lo embiste una y otra vez, son perfectos el uno para el otro, son almas gemelas y aún así no es su destino estar juntas.
"Aaah más!" le ruega Tao, con pequeñas lágrimas salpicando sus pestañas.
Hay momentos que puede jurar que lo de ellos no es un escape o solo sexo, sino AMOR verdadero...cada memoria que han creado en esas horas juntos, no pueden ser olvidados o borrados, aunque quiera hacerlo. Ya ha tratado de dejar estos encuentros con Yifan, pero nunca ha logrado hacerlo, no tiene la convicción o el deseo de lograrlo, necesita del mayor como un adicto a su droga.
Tao sabe que puede gritarle en cualquier momento a Yifan que lo ama y que desea estar a su lado, que olvide todo y escapen juntos, que son el uno para el otro, pero no lo hará...
Y cada vez siente que Yifan se apodera más y más de él, como un fantasma que lo persigue, no hay nada más que el rubio, no puede respirar correctamente cuando no está con él, no puede pensar en otra cosa, Tao ya no es Tao, se ha vuelto parte de Yifan.
"Tao, tu interior está palpitando, estoy cerca" le dice con su voz profunda, que hace a Tao gemir en respuesta. Puede sentirlo todo su cuerpo ruega por no dejar ir al rubio, Yifan lo mira y se acerca para besarlo...
"Yo...yo tambien! aah me corro!" grita terminando entre sus cuerpos mientras Yifan lo llena hasta el tope, sabe que si fuese una mujer para este momento estaría preñado con un hijo del mayor. Pero si fuese mujer, Yifan no lo desearía, ni lo amaría como lo hace...así que Tao agradece ser quien es...que locura odiar y amarse así mismo al mismo tiempo.
Yifan lo besa bajando del éxtasis que le ha hecho sentir, su amante...descansa a su lado.
No hay muchas palabras entre ellos, pero acaso las necesitan? saben que pasa, pero no lo dirán, al final de cuentas es más fácil así, sin declaraciones de amor, sin planes de un futuro, ni promesas que no pueden cumplir.
Yifan se sienta en la cama "Debo irme a Japón en unas semanas" le suelta mientras enciende un cigarro.
Tao mira su espalda, el tatuaje de dragón casi la cubre toda, es hermoso piensa distrayendo su mente del hecho que Yifan se ira lejos de él y saber por cuánto. El menor no quiere saber, no puede perder el tiempo que les queda. Se acerca abrazándolo por detrás besando su espalda, su hombro, su cuello...
"Entonces quiero estar contigo hasta el amanecer" Yifan sonríe y se vuelve, ya listo para hacerlo suyo una vez más.
"Cuando regrese, Tao...todo va a cambiar para nosotros...quiero estar contigo" lo besa y aunque Tao no quería, Yifan acaba de hacerle una promesa y su corazón estúpidamente quiere creerlo.
El tiempo continúa sin detenerse hasta que amanece, Yifan observa a Tao dormir finalmente, exhausto de su noche apasionada.
"Te amo" le susurra antes de dormir finalmente a su lado.
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Un amigo de Yifan, le lleva la terrible noticia.
"Lo sabía, Yifan...sabía que no volverías!" llora desconsolado.
Camina a su casa lentamente deseando volver a ver el humo de aquel cigarrillo...
