Esa tarde, como muchas otras tantas de la semana, JiMin llegaba cansado de la universidad.
Esperaba encontrar a su YoonGi hyung, su pareja desde hace unos dos años. Él trabajaba como productor en una de las tantas empresas de entretenimiento de Seúl. Se habían conocido en la universidad, cuando JiMin entró a estudiar allí ya YoonGi estaba terminando su carrera musical, durante el transcurso de ese año se hicieron pareja y al graduarse el mayor; decidieron mudarse juntos.
Dos años habían pasado y les iba de maravilla. El trabajo de YoonGi como compositor cada vez impresionaba más a la empresa por lo que varios artistas del lugar lo escogían para hacerse cargo de varios de sus temas.
JiMin no podía estar más feliz por su novio. Aunque más trabajo significaba menos tiempo en casa. Pero esa noche no señores. Esa noche habían planeado una cena en casa y nada iba a impedir que Park JiMin tenga una linda y tranquila noche junto a su hyung.
- ¡YoonGi hyung, YoonGi hyung ya llegué! - Gritó emocionado el joven de cabellos castaños al entrar por la puerta del pequeño y acogedor apartamento.
Silencio.
- ¿No está? - Dedujo y se dispuso a quitar sus zapatos pero paró en seco al encontrar justo frente a él a un adorable gato color blanco, ojos profundos y penetrantes. Era gracioso pero ese gato le recordaba a su hyung... jaja...
- ¿YoonGi... hyung? - Sí, Sí, es loca la idea pero él debía asegurarse de que ese gato no fuera su novio. Un maullido fue la respuesta y JiMin dio unos pasos hacia atrás asustado.
- ¿Hyung? ¿Es usted? - Acercó el rostro al minino y este lo miró seriamente mientras maullaba por segunda vez. JiMin tragó en seco - ¡¿Qué rayos le pasó?! ¡¿Cómo acabó siendo un gato?!- Cargó al pequeño por debajo de sus patas delanteras y casi comienza a llorar - ¿Qué se supone que haga para devolverlo a la normalidad? Yo no sé nada de estas cosas de magia- Se lamentó.
El gato se removió en sus brazos y el castaño lo soltó, el animalito solo se fue del lugar camino a la habitación que "compartía" con JiMin y este último lo siguió abriendo la puerta para que la bola de pelos entrara y se recostara en la cama.
-No hyung, sé que ama dormir, pero no es momento para eso- Sollozo y unas pequeñas lágrimas salieron de sus ojos.
-Ok JiMin, tal vez solo te estás adelantando- Rio -Es imposible que YoonGi hyung se haya transformado en un gato. Esto no es Hogwarts- Sacó su teléfono y decidió marcar el número del pálido para verificar si el rubio no estaba en algún otro lado. Apenas dio el primer timbre sintió como algo vibraba sobre la cama.
Efectivamente, era el móvil de YoonGi.
Ahora sí, el pequeño solo entró en pánico y comenzó a sudar frío.
- ¿Qué hago? ¡Hyung! - Tomó nuevamente en sus brazos al pequeño y lo alzó con temor -No quiero que usted sea un gato el resto de su vida, yo seguiría amándolo no importa cómo se vea pero no podría soportar esto hyung, voy a morir- No pudo más y comenzó a llorar fuertemente mientras abrazaba al gato que solo tenía cara de que todo le daba igual... Tan de gatos.
Su móvil comenzó a sonar y levantó la vista del suave pelaje de su "hyung".
Una llamada de su amigo Tae.
-Dime... TaeTae- Sorbió su nariz.
- ¿JiMin? ¿Estás llorando? -
-Pues... acaba de pasarme algo horrible Tae- Comenzó nuevamente con sus lágrimas asustando al chico detrás de la línea telefónica.
-Cálmate y espera, estoy allí en menos de diez minutos- y se cortó la llamada. JiMin solo se acostó en su cama y abrazó a su hyung mientras lloraba en silencio. Alrededor de varios minutos pasaron y la puerta de su dormitorio fue abierta, un chico de cabello castaño con mechas verdes, piel morena y un semblante preocupado apareció en el campo de visión de JiMin.