¿El deporte lleva al amor? (EDITANDO)

¿¡Popular!?

Joana y Ashton Harries en multimedia

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La clase de química terminó sin mayor dificultad, salvo que Rotenmeyer no era capaz de aceptar que se me daba bien la asignatura e intentaba hacerme caer en algún ejercicio para dejarme en ridículo.

Miré el horario y vi que la siguiente asignatura era Biología por lo que ni siquiera teníamos que cambiar de aula.

Me levanté de mi sitio para buscar a alguno de los lobos y preguntarle la hora de entrenamiento, cuando fui rodeada por una masa de estudiantes. Toda mi clase se había reunido en torno a la puerta para bloquear mi salida. La rubia que había visto sentada en la última fila, supongo que la popular del internado por como llevaba el uniforme, todo desaliñado y la falda que no dejaba nada a la imaginación además de esos aires de superioridad, dio un paso al frente.

-Por tu banda en el brazo me da que eres una de las becadas por el director Kakeru.- Voz de pito, era lo único en lo que podía pensar mientras hablaba.

-¿Podrías repetirlo? Es que no te estaba escuchando...- Ese comentario no le hizo ninguna gracia.

-Y te creerás de lo mejor por ser una deportista internacional, ni lo sueñes, este internado es mío y no voy a dejar que una don nadie como tú llegue el primer día y me robe el protagonismo, así que deja de intentar ser popular, porque si tus niveles de popularidad siguen subiendo y los míos bajan vas a tener un gran problema.- Se dio la vuelta y se fue.

Creo que acababa de ganarme una rival... pero no sé en qué exactamente, no había hecho nada que me pudiera dar más popularidad que la que tenían ahora mismo los lobos o García. Pau me sacó del trance, enseñándome la manada de bestias justo delante de mí. No me esperaba nada bueno.

-¿Necesitáis algo de mí?- Al ver que no respondían iba a irme hasta que un brazo me agarró, me giré, y un chico, al que reconocí como Ashton Harries, el líbero de la selección Australiana.

-Uceda, espera un momento, estos chicos son compañeros tuyos de clase y no pueden encontrar la manera de hablar contigo porque pareces muy inaccesible.- Lo que hizo que me diera la risa, no podía creer en serio que se pensaban que era inaccesible, de ahí el por qué esa chica estaba así, pensaba que le iba a robar el protagonismo, por favor, esas cosas me dan exactamente igual, no me interesan en lo más mínimo, es más no me gusta destacar prefiero quedarme escondida en la esquina esperando para poder atacar en vez de estar a la vista de todos.

-No me puedo creer que acabes de decir eso.-Me giré hacia las bestias-.Si en serio pensáis que soy así de inaccesible me habéis subestimado mucho y eso me duele... Anda, vámonos Pa...

Cuando vi a Pau me quedé estupefacta, ella y Harries estaban evitándose la mirada de una forma muy sospechosa, los dos sonrojados, esto me olía a que alguien no me había contado algo.

-Pau, me debes una explicación...-Me miró exaltada-.No me mires con ojos de corderillo, mi habitación, después de clases y lo quiero todo con detalle.- Miré a Harries que se había quedado parado, como una estatua, no se movía-.Harries, también tengo intención de hablar contigo, no huyas.- Y le eché una mirada amenazante

Al final terminó soltando todo por esa boquita incluso antes de terminar las clases. Al parecer Pau llevaba allí más tiempo que yo, había llegado antes incluso que los primeros deportistas y al conocerse el internado a la perfección por trabajar su hermana aquí la asignaron como guía del primer jugador que vino y da como casualidad que fue Harris, por lo tanto en esos momentos que empezaron a pasar solos hasta que llegaron los demás lobos parece que sucedió algo.