Capítulo V

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Steve POV

El lunes en la mañana, ya estaba en el edificio de Stark poco antes de mi hora de entrada. No sé por qué, me había despertado antes de lo usual y quise aprovechar eso para llegar más temprano. Al entrar me di cuenta que unos cuando empleados llegaban ahí a desayunar, así que no era el único en el edificio. Camino a mi escritorio me encontré a la Srta. Potts y me saludó

— ¡Hey Steve! ¡Buenos días! ¿Cómo estás?
— Buenos días Srta Potts, muy bien, ¿cómo está usted?
— Oh vamos, te dije que nada de formalidades antes. Además, te tengo muy buenas noticias, tal vez logren alegrarte un poco, te ves un poco desanimado. ¡Ya está lista tu oficina! ¡Ven rápido, te llevaré! —me tomó de la mano y comenzamos a caminar.

¿Estoy desanimado? Creo que estoy normal, pero al parecer mi expresión facial no lo demuestra así. Me dejé guiar por la mano de Pepper que cruzaba alegremente el edificio contándome lo feliz que le hacía por fin haber conseguido una oficina para que yo la utilizara. Comentó que por un momento había creído que sería mucho más difícil por la resistencia que había puesto al comienzo Stark, pero finalmente cedió. En el camino platicamos con Pepper sobre nuestro fin de semana, ella me preguntó y le respondí amablemente, claro, omitiendo lo ocurrido el viernes por la noche.

— ¡Listo! Aquí es, por favor siéntete cómodo. Espero que tener tu oficina te de mayor comodidad y libertad para trabajar. También tiene unas ventanas grandes que dan una vista interesante, igual siempre puedes cerrar las persianas en las ventanas que muestran una vista al resto del edificio interno, por si quieres. —sonrió.
— Oh, muchas gracias Pepper, sé que te has esforzado para darme mi lugar en la empresa, a pesar de todo.
— No tienes por qué agradecer, te entiendo. Además tú también te has ganado a Tony, me dijo que has hecho un buen trabajo. Bueno, te dejo instalarte, tengo que atender unos pendientes. ¡Cuídate!

Se despidió con una sonrisa y cerró la puerta después de retirarse. Tony, al escuchar su nombre recordé todo lo que pasó la noche del viernes, lo que había intentado evadir todo el fin de semana.

No sé qué ocurrió conmigo esa noche con el alcohol, jamás me había excedido con la bebida hasta perder mi razón. Cuando menos me di cuenta, ya me encontraba sobre Tony besándolo fuertemente. Ciertamente sabía lo que estaba haciendo, no es como si hubiera estado en trance o algo así, lo que no sabía eran las razones por las cuales estaba haciendo eso. Tony había logrado sacarme de quicio.

Al medio día finalicé de trasladar todas mis cosas a la oficina, mis materiales y sobre todo, los expedientes que había finalizado el viernes. Los folders tenían hojas con notas en ellas, todo ese estudio me había sido de gran ayuda, ahora entendía mejor el problema. La oficina estaba un poco oscura porque tenía cerradas las persianas que dan vista al resto del edificio. Intenté continuar con mi trabajo como de costumbre, pero no lograba concentrarme, leía y releía los párrafos porque no retenía lo que estaba haciendo. Harto de eso tomé un descanso y vi que era hora de almuerzo, fui a traer un almuerzo a la cafetería, hoy comería dentro de mi oficina, realmente no me apetecía hablar con alguien en este momento.

Estaba ordenando mi escritorio al finalizar de comer cuando alguien tocó la puerta, sin ver directamente a la puerta permití que entrara la persona.

— Eh... Hola Steve. —saludó el castaño mientras cerraba la puerta.— ¿Estás ocupado?

La piel se me erizó al escuchar esa voz. Parece que no logré dejar el problema en el fin de semana, claro que no, era mi jefe, ese recuerdo iba a perseguirme mucho tiempo.

— No, pase, estoy intentando dejar un poco el trabajo por hoy. —dije sin mirarlo a los ojos.
— Bueno, jajaja, creo que no es algo que debas decirle a tu jefe. —soltó una risita incómoda.

Empleado del mes (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora