2: El castigo

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Capítulo 2: El castigo

☽ ⋆ ☾

Agness.

No.

No.

Y no.

Simplemente no, juro que no. ¿Por qué está el acá?

Salgo de mi estupefacción y me inclino rápidamente para saludar a los reyes, me doy la vuelta esperando pasar desapercibida.

Con suerte no alcanzaron a ver todo lo que pasó.

— ¿Se puede saber qué demonios pasa aquí?— la voz de director Mike retumba por el silencioso lugar.

Mierda, viene por mí.

Los pasos del director son sonoros y rápidos, bajo la vista esperando por mi destino. No soy capaz de mirar a nadie, incluso siento mi rostro ponerse rojo.

El director pasa por un lado mío y va directo a Andrew, el idiota ya se encuentra bien, solo tiene un rastro de sangre en la nariz. Inspecciona su rostro y luego me voltea a ver. Instintivamente cruzo mis manos detrás de mi espalda, como si con eso no pudiera saber que fui yo quién lo golpeó. Al hacerlo soy consciente de lo mucho que mis palmas sudan ahora mismo.

— ¿Primer día y ya tengo que enviarte a detención?— cuestiona.

Hago una mueca y niego rápidamente con la cabeza apretando mis labios con fuerza.

— ¿Entonces porque sigues metiéndote en problemas? ¿Acaso no te da vergüenza con nuestros invitados?— hace una seña hacia donde se encuentran Démin y Holly.

—Yo, n-no sabía— tartamudeo.

—No se trata de eso— trato de replicar pero me interrumpe—. No hay excusas, le pedirás una disculpa a tu compañero y luego me esperarás afuera para guiarte a tu debido castigo.

Mis ojos se abren en consternación.

No le pediré una disculpa al idiota de Andrew, mucho menos cuando mi golpe hacia él fue relativamente nada en comparación con todas sus burlas a lo largo de los años.

Niego con la cabeza, pero el director me toma del brazo ubicándome nuevamente frente al rubio. Luego hace presión en mi pobre brazo obligándome a soltar las palabras.

—Lo siento— me cuesta decirlo, mi voz sale en casi un chirrido y me retuerzo por el dolor en mi brazo.

—No suena honesto, repítelo— replica el director.

¿Y a este hombre que le pasa? ¿Acaso nadie le dirá nada por cómo me está tratando? Esto es injusto.

Apuesto a que se hace el duro sólo porque el alfa está mirando. 

Mis ojos se llenan de lágrimas y aprieto los dientes. La inútil, débil y chillona Agness vuelve a mí. La frustración no cabe en mi cuerpo. ¿Cómo es posible que nadie haga algo?

—Lo s-siento— exploto en lágrimas, pero mi voz sale dura.

—De nue...— es interrumpido.

—Está bien— habla Andrew, haciendo que lo mire—. Te disculpo.

El rubio sonríe, pero sé que muy adentro se burla de mí.

Imbécil, mil veces imbécil.

El director por fin me suelta y aprovecho para secar mis lágrimas y salir del gimnasio a paso rápido. La humillación que acabo de pasar me destroza completamente.

Démian © [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora