Primera Carta

Segunda Carta

Estamos acá de nuevo verdad?

Quisiera escuchar que estás bien cuando te pregunte, pero sé que no lo estás. Sé que te sentiste muy solo últimamente, y que pensás que es algo incontrolable.

Pensas: ¿cómo obligo a alguien a que pase tiempo conmigo? ¿Por qué justo yo tengo que sentirme así? Y te desahogas escribiendo esto.

Intentas luchar contra eso, le pones la mejor cara a todo. ¿Te acordás lo que te dijeron cuando murió tu mamá? Lo que escribiste en el mural: "y ahí estas vos a pesar de todo, dándole la mejor cara a la vida..."

¿Te acordas de la frase que le dedicaste a ella?: "Vas a salir de esta como de cualquier otra, porque gente como vos brilla hasta con el alma rota".

Hace mucho tiempo no le visitas, deberías ir.

Intentás no echarle la culpa a nadie y de controlarte. Intentas que no te gane, pero a veces te supera. ¿Y a quién no? Todos tenemos tolerancia limitada al rechazo, o a la tristeza.

Buscas sentirte más aliviado para continuar, y quien no merece eso no? Pero bueno, sabés lo que valoro de vos? Que no te rendís, y que la remas, y que seguís... y que cada mañana te despertás, agarrás tu mochila y vas a pelearla.

Quisiera que alguien te dé el abrazo que tanto necesitas... que te haga poder sentir más protegido. Pero todo pasa, y lastimosamente ahora... es darle tiempo al tiempo.