Capítulo 27 (Alejandro)

2K 174 9
                                    

No puedo Creer que Claudia nos haya encontrado a los dos dormidos y desnudos en el sillón... Si Amanda quería que no se entere por vergüenza, ahora que nos vio desnudos no sé qué va a hacer.

Después de que Amanda se va corriendo a su habitación y me deleito con el espectáculo, tratando de mantenerme lo más natural posible me voy a la cocina a hablar con Claudia.

Cuando entro la encuentro protestando por el estado en que dejamos todo anoche, sé que tiene razón, pero no quiere decir que se la voy a dar...

—Tenemos que hablar... —le digo entrando en la cocina. Solo llevo mis bóxer negros.

—Definitivamente tenemos que hablar. Esto es un desastre, no te das una idea lo que me va a costar poner todo este desastre en condiciones. No sé para qué te pones a hacer cosas que no sabes. Lo tuyo son los planos... —me dice sin respirar dándome la espalda.

—Claudia... —le comienzo a decir pero ella me interrumpe.

—No, de verdad, entiendo que la quieras impresionar a Amanda pero esto... es un despropósito.

Me acerco a ella y agarrándola del brazo para que se quede un momento quieta le digo:

—Claudia, tenemos que hablar de lo que acabas de ver. No quiero que le digas nada a Amanda, ni que la hagas sentir incomoda de ninguna forma.

—No sé de qué me estás hablando... yo lo único que vi es este absoluto desastre. Nada más... —me dice haciendo ese gesto con la boca, como un puchero, cuando se quiere hacer la desentendida.

—Gracias —le digo simplemente. Entonces ella con esa sonrisa diabólica que tiene cuando quiere me dice—: Bueno, tal vez vi algo... no se algo que me sorprendió. Amy tiene suerte...

No sé si reírme o matarla. Sé que esta no se me va a hacer fácil hacer que la deje pasar...Creo que la voy a tener que matar.

—Mira a mi decime lo que se te dé la gana. Lo único que te pido es que no le hagas pasar un mal momento a Amanda. ¿Puede ser? Ya bastante avergonzada se siente...

—Quedate tranquilo que a ella no le voy a decir nada. Vos no vas a correr la misma suerte, obviamente.

—Por mi está bien... Me voy a bañar... en un ratito vengo y desayunamos juntos. ¿Te parece?

—Por mi perfecto, no desayune —me contesta, cuando me doy la vuelta para irme me dice—: ¿Querés que le diga a Amy que te ayude a lavarlo? Debes necesitar mucha ayuda... —se ríe.

Me río por lo bajo sin darme la vuelta, si le llego a festejar alguna de sus ocurrencias, no la va a terminar más. Me voy a bañar, quiero volver a la cocina en lo posible, antes que vuelva Amanda.

Después de bañarme y vestirme me voy a ver que no la esté torturando. Me sorprende el no verla en la cocina.

— ¿Y Amanda? —le pregunto a Claudia.

—Todavía no vino. Me parece que si no la vas a buscar, no va a venir...

Y tiene razón, con la vergüenza que tenía no va a querer salir de su habitación.

Me voy a buscarla. Golpeo la puerta, pero no contesta. A la segunda vez de llamarla sin que dé señales de vida entro. Puedo escuchar el sonido de la ducha. No puede ser que todavía este debajo del agua.

—Amanda, ¿estás bien? —le digo golpeando la puerta del baño.

—Si... no puedo salir. Me muero de la vergüenza —me contesta llorisqueando.

Sé que no debería, que estoy violando su intimidad, pero a estas alturas no voy a ver nada que no haya visto hasta ahora. Así que entro al baño.

Alejandro  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora