La Psicosis de la Mente

"CAP. 1:Mi comienzo"

+¿Qué tal Bro?
-Jhon, no estoy de humor
+Ey, ¿Qué pasó viejo?
-¿Qué no lo sabes?
+No Bro, ¿Qué se supone que debo saber?
-(Suspira). Es mi último día aquí...
+Tranquilo viejo, a caso no es lo que siempre quisiste?
-Si, pero, no sé, se siente raro.
Lo único bueno de todo esto es que al fin me iré para siempre.Estoy harto de estar aquí.
No me arrepiento de lo que hice.
+Y ¿Qué hiciste?
- Sabes que no me gusta hablar de eso. Si te contara me verías de otra forma.
+ Vamos Jaziel, al fin y al cabo ya no estarás aquí, no pierdes nada contándome.
- Está bien, solo porque eres mi único amigo en este lugar tan horrible, te contaré...
Nací en un barrio de la ciudad de México...
+Espera un momento, ¿Enserio me tienes que contar desde que naciste?
- ¿Quieres entender mi historia ¡si o no!?
+ Tranquilo hermano, solo cuéntame.
Está bien, prosigo.
Nací en un barrio de la ciudad de México, cerca del centro. Era un barrio muy pobre e ignorante. En fin...
Mi madre tenía tan solo 20 años cuando me tuvo y mi padre 28, resulté de una noche de maltrato hacia mi madre, igual que mi hermano mayor.
Crecí siendo el raro de mi casa.
A los 10 años me gustaba salir al bosque a caminar, admirando la belleza de la soledad. Me entretenía buscando animales a los cuales poder cazar.
Recuerdo mi primer animal, un perro callejero, tomé mi cuchillo que hace días había robado de la cocina de mi casa, le llamé con un trozo de carne de pájaro muerto que encontré en el suelo.
En realidad no quería cazarlo, pero en mi mente había una voz la cuál me daba ánimos para hacerlo y repetía que no pasaría nada si lo hago.
El perro comía mientras yo me acercaba lentamente por detrás de él, cuando desemvainé mi cuchillo y le dí una apuñalada en el costado derecho de su pecho, el perro salió corriendo chillando estruendosamente hacia un bulto de hojas y ramas que había en un rincón del bosque, mientras lo perseguía la adrenalina invadió mis venas, fué algo espectacular, una emoción increíble que me gustó.
Siguiendo el rastro de sangre encontré él cuerpo del perro agonizando. Me dió curiosidad ver qué pasaba si cortaba la panza del perro todavía vivo. Esa sensación de cortar carne cruda, todavía caliente mientras escuchaba la respiración ya escasa fué realmente exitante.
+Espera Bro, eso no es muy cruel?
- Te dije que me verías diferente.¿Te sigo contando o no?
+Está bien Bro.
-Bueno, desde ese día no eh sido el mismo,en fin.
Vivía en una casa gris muy pequeña; esto me obligaba a compartir cuarto con mi maldito hermano mayor, sólo tenía dos recámaras de 3x3 en la que cabía una cama y un mueble grande.
Éramos muy pobres, casi nunca había comida en el refrigerador, era aburrido quedarse todo el día en casa.Estar en casa era como estar en una caja encerrado todo el día.Por está razón salía muy seguido de mi casa y me iba a caminar al bosque.

Un día, regresando del bosque, mi madre me dijo que había encontrado una escuela para mí cerca de la casa.
Las escuelas no me agradaban en lo absoluto, solo habían niños estúpidos que ni siquiera querían aprender y solo estaban ahí por sus padres.
- No mamá, porfavor no me metas a la escuela, sabes que no me gusta y no salen bien las cosas cuando pasa eso.
- Lo siento hijo, tu padre ya no quiere verte tanto tiempo en la casa o en el bosque sin que hagas algo productivo, sabes que por mí te dejaría aquí, pero también sabes cómo se pone tu padre.
Al día siguiente llegué a la escuela, entré, un profesor se encargó de llevarme a mi salón, la maestra me presentó ante mis compañeros,me asignaron un asiento y empezaron las clases.
En el receso se me acercó un niño grande y gordo, parecía mayor, como de 6to grado.
-Oye, cómo te llamas?
-Jaziel...
-Yo soy Brook, debes saber que ese es mi asiento.( Con tono abusivo).
Tenía miedo, así que no dije nada y con enojo me fuí de ahí.
Recuerdo que esa semana "Brook" me siguió molestando.
Tenía que hacer algo, planeé matarlo, pensandolo bien tal vez sea mucho, pero se había ganado mi odio.
Sabía que se iba a su casa solo.
Pasaba por detrás de la escuela, después se seguía a la avenida y se metía a un callejón cerca de la estación de camiones.
Un día antes conseguí meter un cuchillo en mi mochila, entre mis cuadernos.

Sonó el timbre de salida, como siempre salí a fuí el primero en salir. Esperé a Brook recargado en una pared; Cuando salió lo seguí sigilosamente detrás de las personas.
Entrando al callejón es donde me apresuré a alcanzarlo, le salté por la espalda clavándole el cuchillo en el cuello, él, confundido y asustado susurró su último aliento.
Con la adrenalina en mi cuerpo rápidamente arrastré el cuerpo a una esquina del callejón, lo escondí con bolsas de basura. Antes de irme aproveché a darle algunas apuñaladas más para quitarme el coraje.
Desde ese momento me dí cuenta que me gustaba hacer eso, me gustaba esa sensación de ocultarme, matar y escapar con sigilo.
Después de eso volví a casa, mi ropa estaba un poco manchada de sangre todavía fresca, metí mi ropa en una cubeta con agua y me fuí a dormir.