Mi Demonio Equivocado

73 0 0
                                    

Mi demonio equivocado

Y resulta que nadie me sorprendía, que cuando más cansada estaba de amores de mierda que me habían dejado seca, y sin ganas de creer nuevamente, llega usted un demonio feroz a derribar mis murallas, resulta que era ese ser imperfecto que yo ansiaba, pero que no buscaba, pero tan mala suerte que estaba a kilómetros de mi, a veces conocemos un demonio que nos hace sucumbir en las más bajas pasiones, derribando todas nuestras murallas.

Mi entrepierna sucumbía ante el placer agónico de su mirada, ante la voz impenetrable yo cedía, mi entrepierna ante usted se rendía.

Usted es mi demonio equivocado, el cual me hizo endiabladamente erótica, hizo que mi ser indomable se doblegara ante su magna presencia convirtiéndome en esa sumisa tan deseada, me encanta cuando yo me desbordó en ese licor que emana de mi, cuando su miembro viril se endurece con solo verme, cuando mi apetecible valle gemelar hace que moje sus labios y morderlos en señal de excitación, él me hace gemir de un puto éxtasis, de placer endemoniado.

Quiero que me bañe con el jugo de su simiente, que se embriague de lujuria con el néctar de mi sexo, que sus labios deseen lamer la miel de mi capullo, que recorra hasta el último recoveco de mi cuerpo, ese que para usted siempre ha sido un plus de perfección, quiero que su blanca y cálida simiente termine siempre sobre o dentro de mi.

¡¡Maldita sea usted me trae loca mi Señor!! ya no puedo contener las ganas demoníacas que me dan cada vez que usted como un súcubo despiadado me decide tomar, quiero que repliegue su masculinidad sobre mi sexo, que me haga jadear con esas embestidas fuertes, con cada roce de mi piel, seamos eso de lo que no se ha escrito nunca, estoy a su merced complaciente, siempre lo he estado desde que lo conocí.

Fueron mis palabras una condena cuando le dije que nadie podía dominarme y usted desde ese momento no desistió, yo era su reto como Dominante, lo difícil siempre lo hacía fácil eso me decía una y otra vez y véame hoy aquí postrada ante su falo, suplicando que me deje correr, diciéndole Amo, cediendo mi voluntad, entregándome completa, embriagándome de un sexo y un submundo que hace meses era tan desconocido.

Desde el momento que crucé aquella puerta no quise volver a encontrar la salida, porque todo lo que necesitaba estaba con mi demonio equivocado.

Mile Morales "Dulce Cayena" 🌺
El mundo erótico de una Dulce Cayena
Derechos reservados Colombia

Bitácora Pactada De Una Sumisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora