Corrió cuanto sus pequeñas patas le permitieron, mas no pudo escapar de esos feroces colmillos. Su pequeño cuerpo fue machacado con una ira inconcebible.
Y, entre las fauces de la que sería su pronta muerte, resignado, emitió un último suspiro.Su cuerpo inerte fue arrastrado entre la tierra y las rocas, más allá de la maleza, ahí donde era el escondite de la bestia.
Fue la última vez que se le vio, babeado y con ojos vacíos... los mismos que alguna vez albergaron vida.
"Pollo" se escuchó susurrar al viento, casi como un lamento, casi como una despedida.