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SABIS International School UK – Biblioteca / 5:30
Y aquí me encuentro, delante de las enormes puertas de madera de la biblioteca. La verdad es que siendo sincera no vengo muchas veces, bueno en verdad creo que solo vine una vez para buscar a Molly. Volviendo a la realidad empujo las enormes puertas y corro acordándome que ya llego tarde.
Después de pasar por algunos pasillos, muchos pasillos al fin llego al escritorio de la señora Perkins. Me llama la atención que en su mesa hay una campanita de esas típicas de los hoteles para llamar, me hace gracia ya que siempre me han gustado, y después de mirar a ambos lados empiezo a tocarla sin parar y a reírme.
“Señorita se ve que le gusta mucho la campanita no?” doy un saltito en el sitio, me giro y veo a la señora Perkins con una sonrisa en la cara, con la mano en el corazón empiezo a disculparme “Lo siento mucho señora Perkins, la directora me ha mandado a cumplir un castigo”, la anciana asiente con la cabeza y me hace una señal para que la siga.
Mientras vamos caminando por los pasillos llenos de estantes y a su vez de libros me fijo en la mujer que camina unos metros más adelante, lleva una blusa gris combinada con una falda que le llega mas debajo de las rodillas a la cual le siguen unas calcetas otra vez grises que se pierden en el final de la falda cubriéndole del todo las piernas , su atuendo finaliza con unos horribles zapatos creo que ortopédicos negros.
Sin darme cuenta se había detenido y por poco me la llevo por delante. Cuando la miro a la cara esta me está observando y me hace una seña con la cabeza hacia el estante que por cierto está muy desordenado “Bueno señorita…” se me queda mirando “Oh, lo siento, Parker , Judy Parker” “Señorita Parker su trabajo de hoy será ordenar todo este estante , es decir tendrá que ordenar los libros que hay en el carro” se mueve a un lado y con los brazos me muestra un carro lleno, muy lleno de libros “Esta bien, no es mucho” la anciana me mira con una mirada de diversión y pena a la vez y mientras se va se vuelve hacia mi “Cuando termine con ese carro hay cinco más en el despacho” emprende su camino otra vez bajo mi cara de incredulidad y mirándome sobre su hombro y dirigiéndose a mi otra vez me dice “A i por cierto, ya que estarás aquí mucho tiempo” un mes exactamente “Llámame Martha, señora Perkins es muy formal” y con una última sonrisa se va dejándome a mi delante del enorme estante “Este mes será muy largo” y empiezo manos a la obra y a su vez a maldecir al chico de esta mañana, me pregunto quíen sería.
