Estábamos juntos en el lago sumergidos, mientras estábamos debajo nos besábamos así compartíamos el oxígeno.
Cuando estaba apunto de agotarse nuestra respiración salíamos disparados como delfines en busca de aire.
- Me encanta estar contigo en este lugar. - Dice el con un leve suspiro.
- Opino lo mismo, es tan tranquilo. - Digo yo mirándolo.
Nadamos juntos hacia la orilla, ahí está nuestro lugar secreto; una cabaña hecha de troncos empalmados, sobre un pequeño monte rodeado de pinos altos, ocultaban el sol, lo único que se podía observar eran pequeñas siluetas de rayo de sol entre todo.
Ni un segundo pasa de que abro la puerta cuando él me toma de la cintura y me carga.
- Eh, ¿Que haces? - le pregunto mirándolo a los ojos.
El me lleva a la recamara, ahí me recuesta lentamente en la cama; era muy acogedora.
- ¿Que estás haciendo? - Le pregunto mientras estoy recostada en una pose muy vulnerable.
De un momento a otro el se balancea sobre mí y besa mis labios, yo no hice más que observar.
- ¿No crees que es un lugar indebido para hacerlo? - solo lo miro inmóvil.
Me besa el cuello y lo muerde, pero para en seco y se alza.
- ¿Que sucede? - Lo miro inclinando levemente la cabeza.
- Yo... - Trata de decir algo pero no puede.
Ahora que recuerdo el siempre fue algo tímido y no hablaba mucho, así que su comportamiento no me causaba la mínima sospecha.
- Yo... - Vuelve a parar.
- ¿Quieres decirme algo? - dirijo mis manos hacia sus mejillas y las mantengo ahí. Vamos puedes decirme lo que sea.
Suelta todo de lleno y lo dice.
- Tu... ¿Quieres casarte conmigo? - Me mira con esa tierna mirada y a la vez temblorosa como un niño.
- Este... Pues... Yo - pienso como darle una respuesta, fue una pregunta muy repentina e importante, nunca lo imaginé diciéndome eso.
El me mira más miedoso y con los ojos llorosos.
- No, lo siento pero yo ya tengo a alguien más. - Le digo a secas. Perdóname en verdad.
Sin más se levanta y sale corriendo de la cabaña, hacia la orilla del lago, yo lo observo desde la ventana.
- Y ahora que debería de hacer. - pienso mientras lo veo sentado a la orilla.
Pasan las horas y cae la noche.
- ¿Que hice mal..? ¿En qué me equivoqué..? Yo solo la quería a ella... - Dice en la orilla del lago.
Le veo una lágrima deslizándose por sus suaves mejillas, cómo pude hacerle eso si yo... Yo también lo amo.
El camina lentamente hacia el muelle del lago se veía hermoso la luz de Luna, con su pelo corto y su estatura de 1.72 y con su hermosa pero triste sonrisa.
- ¿Que eh echo? - Digo mientras me levanto de la cama.
Salgo y corrí hacia el, corrí hacia la luna que estaba de fondo mientras él estaba parado ahí tan hermoso como la primera vez que lo vi.
No le doy tiempo ni de volverse cuando llegó y lo bese, fue un beso indescriptible, una sensación que no había sentido antes con nadie mas era como si estuviéramos destinados a estar juntos por la eternidad.
Fue un beso único, a la luz de la luna, con las estrellas del firmamento resplandeciendo.. en un hermoso Claro de Luna.
- Perdóname por favor, me di cuenta de que eres tú, tu con el que quiero estar hasta el final, tu eres mi complemento, cuando estoy contigo todo es posible, te necesito. - digo llorando mientras nos vemos a los ojos.
Todo exploto en un éxtasis y fue como viajar a otro mundo donde solo estábamos nosotros dos al pie del claro de luna.