hug.

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Otro día en el que MingHao se quemaba en su propio de enojo buscando esconder una descomunal tristeza que lo aniquila internamente.

En toda una semana, fueron cinco en total los días en los que Xú llegaba a casa de SoonYoung, con la absoluta intención de buscar refugio de las constantes peleas con sus padres, los cuales le guardaban un pequeño rencor (notablemente inadmitible) hacia su orientación sexual.

Pero no era su culpa, ¿no? Nadie elige de quien enamorarse, son cosas que pasan y no se tiene control alguno. Esa es una de las pequeñas cosas que hacen al mundo tan perfectamente imperfecto.

Ahora se encontraban ambos chicos sentados en los pequeños y cómodos puffs en la habitación de SoonYoung. MingHao recostado sobre uno de ellos con sus manos sobre su rostro y el dueño de aquella habitación inclinado hacia adelante, mirando con preocupación a su mejor amigo.

—Soon, te juro que ya no sé que hacer. Ellos están por volverme loco— soltó un suspiro mientras llevaba su mano de su cara hasta peinar su cabello y dejar ambas manos enganchados en su cuello con sus brazos colgando —, ¿debería irme a vivir solo?

SoonYoung, horrorizado con la idea, movió las manos de un lado a otro en señal de negatividad mientras abría sus ojos como platos —¿Estás loco, HaoHao? no quiero que te pase algo malo ¿Y si te roban? ¿O te secuestran? En ninguna circunstancia dejaría que eso pasé. Además sigues siendo menor de edad y...— la vista de un SoonYoung totalmente paranoico y preocupado, hablando rápidamente, fue un momento en demasía gracioso, el cual no pasó desapercibido para MingHao. Soltó una risita que interrumpió el parlamento del mayor, quien lo miró desconcertado —¿que te divierte tanto, Xú?— lo miró retador, entrecerrando sus ojos, los cuales literalmente se volvieron una línea.

—Verte tan preocupado y entrando en pánico por una sóla frase. No es algo que se ve todos los días, bro— siguió riendo, haciendo ojos ciegos al sonrojo de SoonYoung.

—¡Pero no te rías! Me avergüenzas, bro— tapó su rostro con sus propias manos, MingHao creyó que seguía en su juego, pero en realidad el ocultaba un imperial sonrojo que inundaba sus mejillas.

—No homo, bro— dijo MingHao y ambos quedaron en silencio.

En ese momento, sólo se escuchaba el aire acondicionado cumpliendo su función y uno que otro sonido de orígen desconocido. Aquel silencio no duró mucho, ya que en tres segundos exactos, la pareja de chicos explotó en carcajadas por la evidente mentira.

Siguieron riendo por un momento, hasta que, cuando las risas cesaron, SoonYoung dijo:—¿Hay algo que quieras hacer? ¿Jugar, comer, jugar comiendo..? La creatividad está a la orden del día— esa tan hermosa sonrisa 10:10, llenó de ternura a MingHao. Aunque el nunca lo admitiría. O bueno, al menos no en voz alta, porque en su mente ya estaba más que claro que había caído por los encantos de su mayor.

Soltó una risa mientras SoonYoung ensanchaba su sonrisa, al ver que realmente estaba haciendo a su amigo reír, lo estaba haciendo feliz.

¿Por qué sentía que su corazón saltaba de alegría al saber que esa hermosa sonrisa fue provocada por el mismo? ¿Por qué sentía ese tan raro pero cálido cosquilleo dentro de sí? ¿Por qué había una explosión de emociones en su mente? ¿Por qué MingHao siempre tenía el mismo efecto en él? Cada vez más preguntas y todas con la misma respuesta:

“Estás enamorado, idiota” Le recordó su subconsciente, dando justo en el clavo.

—Creo que la tercera— decidió riendo—, si no como moriré de hambre, pero si no jugamos algo ahora mismo moriré de la frustración— dijo con la exageración por los cielos, ese era Xú MíngHào; drama king chinese edition, señoras y señores.

hug ㅡ haosoon! ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora