DESPUÉS DE LA HISTORIA (YOOSUNG X MC)

CAPITULO 11

DESPUÉS DE LA HISTORIA

CAPITULO 11

El sonido de mi alarma me despertó.

Abrí los ojos con decisión.

Hoy iba a hacer un buen día, no... ¡un gran día!

Me levanté de golpe, para luego caminar y estirarme mientras iba al baño.

En lo que estaba secando mi rostro, para borrar cualquier rastro de somnolencia que se me hubiese quedado, note una ligera imperfección en mi rostro...

― ¡Nooo! Maldita seaaaaaa...

De todos los días en que no me importaba amanecer con la cara imperfecta, justo hoy tenía que suceder.

Un enorme grano había salido bien en medio de mi frente.

Analicé por varios segundos, las opciones que tenía para evitar que se notase mucho.

Justo hoy quería hacerme un peinado más compuesto, por ser una ocasión especial, pero decidí dejar el flequillo que casi tapaba mis ojos.

No quería que Yoosung me viese la frente, con esa cosa ahí.

― Tranquilízate tarada ―me hablé en voz alta, mientras habría el cajón donde guardaba los cosméticos que casi nunca usaba―, un poco de base y nadie sabrá que está ahí, aunque claro, también lo taparé con mi cabello... si, con eso bastará, espero.

Entonces volví a mi habitación y empecé a desvestirme, cuando de repente una figura conocida, apareció en frente mío, de la nada.

― ¿Qué haces despierta tan temprano un domingo? ¿Acaso te estas cambiando como para salir?

― ¡Mamá! Tan siquiera toca antes de entrar ―respondí un tanto nerviosa, por hallarme desprevenida―. Si, pienso salir... ¿No es lo que siempre me dices? Qué debería salir más...

― Jajaja ¿acaso te pusiste brillo labial? Y ese atuendo con casi nada de tu sombrío negro―respondió mi progenitora, como si no me hubiese escuchado en lo más mínimo―. No será que... ¡¿Es un chico?! ¿Vas a salir con un chico?

No pude evitar congelarme por unos segundos, ya decía el dicho que las deducciones nivel Sherlock Homes, en la realidad solo eran virtudes de madres instintivas.

― Bueno, yo...

― ¡Oh por dios, es un chico! ―dijo entre asombro y molestia, sin dejarme hablar―. ¿Y cuándo planeabas decírmelo? ¿Lo conozco? ¿Es el hijo de la señora Meung, la nueva vecina? ¿O es del trabajo?

― Mamá, espera...

― No, has estado rara recién las últimas semanas, y el hijo de la señora Meung parece que es gay, el otro día lo vi con un faldón vestido y acompañado sospechosamente con otro chico... ¿O es que la señora Meung tiene una hija de esas que se visten como chico? Hoy es difícil distinguir entre los jóvenes, quien es que, o que cosa... Volviendo al tema, ¿acaso es alguien de esa sociedad rara de caridad no sé qué?

Mi maldita reacción inconsciente hizo que mirase a un lado.

Pude ver en cámara lenta, como eso era suficiente para ella y su cara de indignación.

― ¡¿Y cuándo pensabas decírmelo, ah?! Si yo no investigo por mi cuenta, nadie me dice nada en esta casa, primero tu hermano ocultándome sus citatorios por que se peleó con otro chico de su escuela y ahora tú, con tu relación a escondidas ¿Quieren provocarme un infarto o qué?

En eso, se agregó en escena mi menor, con los ojos hinchados del sueño, parándose en la puerta de mi habitación.

― ¿Por qué tanto griterío? ¿Uno no puede dormir decentemente en esta casa? ― se quejó con voz molesta, para luego retractarse con la mirada, al ver a nuestra madre molesta―, digo, ¿qué está pasando, mami? ¿La torpe se metió en problemas de nuevo?