Capítulo 6

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-¡Jane, despierta!-me gritó mi prima.

-Ya voy…-dije medio dormida.

-Venga, te están esperando abajo.

Y dicho esto se fue.

¿Quién me estaría esperando?

Me vestí y me fui a la cocina todavía medio dormida.

-Hola Jane.-dijo mi tía cuando llegué.

-Hola.-dije bostezando. Me senté en la mesa y cogí una tostada.

-Te están esperando.-me dijo mi prima entrando en la cocina con una cesta de ropa sucia.

-¿Quién?

-Averígualo tú misma.-dijo Mabel sonriendo. Cosa que hizo que me incomodara más.-Está en el salón.-me dijo antes de marcharse.

Fui hacia el salón y allí me la encontré sentada en el sillón con la mano sujetándose la barbilla y expresión aburrida.

-¡Hola Kelly!-exclamé sorprendida.-¡Qué sorpresa!

-Por fin has venido.-se levantó corriendo en cuanto me oyó.-Mira que eres dormilona.

-¿Por qué has venido?-pregunté.

-¿Quieres ir de excursión?-preguntó con una sonrisa.

-¿De excursión?-pregunté extrañada.

-Si, vamos a ir Tony y yo y quería saber si querías venir. Se lo pregunté también a tu prima pero dice que tiene demasiado trabajo aquí.

-¿Pero tan pronto?

-¿Cómo que tan pronto? Si ya son casi la una de la tarde.

-¿Ya?

-Si, ya. Bueno, ¿te vienes?

Me lo pensé unos segundos. No tenía nada más que hacer.

-Si.-dije.

-¿Tenemos que andar mucho más?-pregunté cansada.

-No pensé que fueras tan exagerada.-me dijo Tony.

-No soy exagerada.-dije.

Cuando me dijeron que íbamos de excursión pensé que era a un prado o algo así pero no en una montaña donde solo hay árboles y bichos.

Al final habíamos ido Tony, Kelly, Mabel y yo. Había logrado convencer a Mabel para que viniera. Lo cierto era que no me sentía muy cómoda con dos personas que solo conocía de un día aunque Kelly y yo ya fuésemos como amigas de siempre.

-¿Queda mucho?-pregunté. Tenía las piernas muertas y llenas de arañazos. Odiaba el campo.

-Pero si solo llevamos andando una hora.-me dijo Kelly.

-Pues a mi me han parecido cientos.

-Con razón es de ciudad.-dijo Mabel.

La lancé una mirada de odio y ella se echó a reír.

-Venga, ven.-dijo Tony mientras me daba la mano. Tenía una sonrisa en su rostro y yo volví a sentir un escalofrío recorrer mi espalda.

Le di la mano.

Mabel y Kelly se nos quedaron mirando.

-La verdad es que las vistas son preciosas.-dije yo mientras cogía una patata frita de la bolsa y me la comía.

-Ves, al final merecía la pena.-me dijo mi prima.

Me reí.

-Si.

Estábamos en lo alto de la montaña en un mirador comiendo unas patatas fritas que llevaban Tony y Kelly en la mochila.

-¿Soléis hacer estas excursiones?-pregunté.

-Si, nos gusta venir aquí. Las vistas son preciosas.-dijo Tony.

Yo solo me limité a sonreír.

-Si que lo son.-dije.

Una chica de ciudad en un pequeño puebloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora