Caminos cruzados (Draco Malfoy x tú x Harry Potter) [Pausada]

Falsas ilusiones

Capítulo 25

Narra _______

Después de la charla incómoda con Draco, caminé un poco por los pasillos para encontrar la Sala de los Menesteres. Creo que Draco aún no sabe que estoy con el ejercito de Dumbledore, o tal vez no quiere preguntarme directamente... aunque bueno, si lo hiciera no le diría nada.

Estando en la sala de menesteres practiqué lo mejor que pude, iba avanzando bastante bien y había aprendido a ejecutar algunos hechizos de manera excepcional, según Hermione era de las mejores que había en el grupo. Me sentía feliz cuando podía aprender y practicar cosas nuevas, incluso ahora puedo hacer un patronus corpóreo, el cuál es un gato ragdoll.
Cuando terminamos con la práctica Harry nos dió algunas palabras de ánimos y después se despidió por las vacaciones de Navidad. Todos empezaron a salir, menos Harry. Después vi a Cho casi al fondo de la sala y entendí que Harry quería estar a solas con ella, me quedé un par de segundos al lado de la puerta y mirando a Harry mientras los alumnos que quedaban salían para después hacerlo yo.

Creo que jamás me había sentido tan mal por un chico, aunque no es como que hubiera tenido muchas parejas antes, solo el típico novio de cuando uno tiene como 7 años. Además supongo que el año pasado me hice de algunas ilusiones.

Seguí a Hermione y Ron a la sala común de la casa y nos sentamos en los sofás que estaban frente a la chimenea. Una media hora después llegó Harry y se sentó en una silla, nos miro a todos con una sonrisita tonta.

— Te vimos quedarte con Cho en la Sala de los Menesteres ¿Qué pasó con ella? — Preguntó Ron acomodándose en el sofá.

— Por Merlín, ¿se besaron? — Intuyó Hermione al ver la cara de Harry y rió picaramente.

— Cuéntanos como estuvo — Dijo Ron.

— Húmedo... es que ella estaba llorando.

— ¿Tan mal estuviste? — Se burló Ron.

— El beso de Harry debió ser más que satisfactorio — Dije y a los segundos me di cuenta de lo raro que debió sonar, pero Hermione me salvó de esta.

— Cho se la pasa llorando todo el día.

— Unos besos apasionados tendrían que alegrarla — Musitó Ron.

Justo antes de que Hermione comenzara a hablar me levanté del sofá y me despedí rápidamente diciendo que estaba cansada. No quería ser egoísta o tener envidia de Cho, así que no me sentaba nada bien escuchar esas cosas como si de simple chisme se tratara. Ya en la habitación me cambié y me acomodé en mi cama para leer un libro muggle, y al poco tiempo llegó Hermione.

— ¿No estabas cansada?

— En realidad... no mucho — Respondí sin quitar la mirada del libro.

— Así que no me equivocaba aquel día ¿eh? Te notabas algo mal hace rato.

— No, hmm... no se por donde empezar — Cerré el libro y lo puse en la cómoda al lado de la cama.

— ¿Desde cuando te gusta?

— Desde que comencé a tratar con él, fue algo que se dió poco a poco, creo — Respondí después de fijarme si no había alguien más despierta — De hecho el año pasado Harry comenzó a evitarme, y si que hablé con él, me dijo que tenía miedo a peder mi amistad si terminaba enamorándose de mi.

— Cielos, ese chico...

— Siento como si el tiempo se hubiera detenido con nosotros, o como si ya no le importara como antes.

— Si le importas, eres su amiga. Tal vez... tú tienes la idea de que él no quiere estar cerca de ti, cuando no es así.

Suspiré y me tumbé en la cama.

— No se como cambiar eso.

— Descansa y piénsalo más tarde, realmente eres importante para Harry. Es un poco tonto, así que pudo haber omitido decirte que... ya no le interesabas románticamente o dedujo que tú lo sabrías.

— Y yo fui la que terminó enamorándose, así que me olvidé de que cabía la posibilidad de que él no sintiera lo mismo por mi — Me tapé hasta la cabeza con las cobijas y le di las gracias a Hermione antes de dormir.

Al día siguiente me desperté y mientras me arreglaba me mentalizaba para comportarme lo más natural posible estas vacaciones de Navidad, ya que volvería a estar con los Weasley y Harry también estaría ahí.