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-Abbacchio! Llevate a Giorno!!

- Que!? Estas loco!?

-Hazlo maldita sea! Si Giorno cae estamos perdidos! Ella es la jefa de la mafia! Esta desmayada no puede huir sola!

- Pero Bruno!

-SOLO HAZLO!!

Fruncio el ceño completamente enojado y se hecho al hombro casi sin cuidado a la chica, no tenían donde huir de ese Stand peligroso, salvo una casa abandonada desde lejos,Bucciarati vio sus intenciones y atrajo su atención y este fue a buscarlo, dejándolo correr hasta la casa en la cual se metió en cuanto la alcanzó, apegandose a la pared vigilando que no lo persiguiera, se maldijo tener que quedar con la rubia inconsciente hasta que le vinieran a buscar, la bajo casi sin cuidado, siendo sólo un poco consciente de que era parte del equipo, sólo por eso, dejándola acostada en el piso en el cual se sentó, las horas pasaron, comenzó a anochecer, había explorado la casa, todo estaba lleno de polvo y telarañas con las que personalmente no quería lidiar, lo mejor era quedarse ahí con ella, además tampoco le agradaba la idea de andar con ella en sus brazos

Soltó un suspiro, la noche tenía una gran Luna, las estrellas brillaban e iluminaban a través de la ventana dándole una luz muy tenue, la cual comenzó a mirar hasta que ya no quiso, momento en la que su vista se detuvo donde la rubia, no se había movido de su posición, y mejor así para él

-Debiste escuchar a Bruno estúpida, te dijo que con cuidado

Fruncio el ceño y la acercó, tenerla más cerca le hizo gruñir más el ceño, y crecer su enojo, más cuando vio que comenzó a estremecerse por una corriente de aire frío

-Presumes de mucho y quedaste completamente inservible hoy, Mírate, agradece tener tu puesto, por que ganas no me faltan de golpearte... eres sólo una tonta de 16 años y te crees la gran cosa, mugrosa imbécil

Sus insultos hubieran seguido pero la chica comenzó a temblar por el aire directo que llegaba a ella, Abbacchio sólo la miro por un momento antes de acercarse con curiosidad, algo debía tener para atraer a la gente de esa forma, y lo iba a averiguar

Se acostó en el piso, mirando su cara con gesto de desagrado profundo

- No eres más que una tonta niña, una muy débil y estúpida niña

Después de sus palabras sus brazos titubearon, en verdad no había otra forma de salvarla? Alguna sábana? No, todo podía estar infectado con algo, sus brazos la atrajeron hacia él, su cuerpo era delgado, un poco más marcado que cuando la conoció por el pasar de los años, pero podía notarse la diferencia, su rostro la miraba seriamente, con la boca cerrada y sus ojos fijos, pero por alguna razón su respiración comenzó a alterarse

-Ahora mismo no eres nada, eres débil..

Sintió la necesidad de acercarse y lo hizo, siempre podría decir que fue por su frío, tampoco estaría mintiendo, la miró y analizó, cuidadosamente viendo que no fuera a despertar

-Pareces una muñeca de porcelana así, quisiera quebrarse y no sería difícil...

Su pecho y su respiración se alteraban cada vez más, susbojos se posaban en sus mejillas y sus labios, Fruncio el ceño, mirando el tono de sus labios

- Parece que tomaste labial de alguien, de quien fue de Trish? Sabía que no había que confiar en ti

Paso su pulgar sobre sus labios, al notar algo entreabrio los suyos, entrecerrando sus ojos, le parecía algo imposible

-Es tu color normal?... yo... ni creas que confiare en ti... pero ... ese color... esos...

Con cuidado con la manga de su ropa se sacó su labial y volvió a mirarlos, sus ojos se cerraron solos y así comenzó a besarla, abrazandola con fuerza, el beso no era más que el contacto de sus labios, tampoco querría despertarla, pero insistió en juntarnos con la rubia, a la cual casi.empuja cuando acabó de besarla, sintiendo sus mejillas arder

-Pero que!? Puta madre yo...

Tomo aire, Su cabeza daba vueltas y tampoco quería hacer ruido, sólo atinó a pasar una mano por su frente

-Calma Abbacchio... esto fue sólo por aburrimiento, o quizá trauma por culpa del Stand, ella está inconsciente y no se dio cuenta, sólo hay que olvidarlo

Sus palabras le dejaron más tranquilo, el mismo sabía que tenía razón, pero fueron estas mismas palabras la que le impulsaron a hacerlo de nuevo, besos en los labios de la rubia, con su cuerpo pegado al suyo  alumbrados por la luz de luna, su respiración entrecortada le hizo jadear y suspirar sobre los jóvenes y ricos labios de Giorno

Cuando creyó que fue suficiente la abrazo contra su pecho, creyendo que asi pasarían sus problemas de respiración, repitiéndose en su cabeza que eso nunca pasó, que era sólo algo de una vez, fue aburrimiento, fue curiosidad, fue un momento tonto en el que cometió un error absurdo

Aunque su error absurdo tenía un muy rico perfume

Error Absurdo (AbbaGio- GiornoFem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora