J'en ai marre [Yoonmin]

J'en ai marre

Observando su atuendo de arriba a abajo, la canción se repite una y otra vez en su mente al igual que los pasos de baile, J'en ai marre de Alizée que no puede sacar de su cabeza, adora haber descubierto esa vieja melodía al igual que los sensuales movimientos de la cantante francesa que no tienen necesidad de ser vulgares y que combinan tan bien con su suave voz. 

Se puso como meta aprender los pasos de baile dándoles su estilo y singular toque, algo que solo bailaría para su novio.

Una vez más observa su figura frente al gran espejo que tiene dentro de su vestidor,  un lindo y gran vestidor que fue hecho a su gusto y con algunos de sus caprichos, es un Omega algo mimado. 

Cierra el par de puertas blancas que dan a su habitación, las velas están encendidas, su cama perfectamente arreglada, el pequeño sillón rojo que adorna el lugar se encuentra enmedio y el reproductor de música encendido, todo estaba en el lugar que debería de estar. 

Su gatito ronronea ante la espera de su Alfa, sabe cómo terminará todo aquello y eso sólo hace que sienta como su entrada se contrae ante la imagen que tiene y su aroma se dispare por el lugar, lo desea tanto y tan mal. 

Algunos minutos después tras observar el reloj y maldecir por lo bajo por el retraso de su novio puede escuchar el sonido de la puerta de la entrada ser abierta y cerrada, y la voz de su querido novio anunciando su llegada. 

Si gatito levanta sus orejas al escuchar la voz de su Alfa y aquello sólo hace que se caliente un poquito más. 

…

No sabe en qué momento pasó de estar abriendo la puerta de su habitación a estar sentado en el sillón rojo que tanto le gusta a su Omega. 

Una rítmica melodía comenzó a escucharse por la habitación, su vista se acostumbró a la poca iluminación dejando ver la figura de su novio enfundado en una camisa negra con arneses rodeando su torso y su pequeña cintura, bragas negras con encaje y un liguero al igual que las medias negras, Jimin era el sueño de cualquiera y su sueño hecho realidad.

El lugar olía al dulce aroma a duraznos y vainilla  de su Omega.  

Embobado siguió viendo como aquellas caderas se movían lentamente y las bien formadas piernas tenían su lento caminar como si estuviera en un desfile de modas, su Omega a donde fuera siempre hacía parecer que donde caminará era uno de los mejores desfiles, todo un espectáculo.

Su pene comenzó a engrosarse con la magnífica vista. 

Su Omega bailaba moviendo sus caderas y manos al igual que la cantante con la mezcla de sensualidad e inhibición propia de él, recordaba la canción vagamente pero sin duda la versión de su bonito novio era mucho mejor y exclusivamente suya. 

En menos tiempo de lo que pensó ya estaba atrás de su novio, con sus manos sosteniendo sus caderas que ahora se movían lentamente, su miembro creciendo cada vez más contra sus pantalones.

J'ai la peau douce
dans mon bain de mousse

-Te lo haré también en la tina en un delicioso baño con burbujas, cariño -susurró contra el oído del rubio, tan sólo escuchó un leve gemido antes de tomarlo del cuello y besarlo. 

Con cuidado y sin cortar el beso caminaron hacía la cama, no podía soportar un minuto más, sus lenguas seguían jugando, no quería terminar con el beso pero tenía que hacerlo así que con cuidado se separó, su novio tenía las mejillas sonrojadas y sus gorditos labios de cereza rojos y brillantes. 

-Cariño. 

-¿Qué? -al fin pudo escuchar la voz de su novio, mordió su labio inferior al verlo agitado y sonrojado como cuando recién habían terminado de follar. 

-A la cama, en cuatro -sintió como su entrada se contrajo, se giró para subirse al suave colchón -vamos cariño -una fuerte nalgada hizo que subiera más rápido. 

La suave superficie se hundió cuando el cuerpo del pelinegro se posicionó sobre el suyo, la camisa negra fue ágilmente retirada de su cuerpo al igual que el arnés. La nariz de su novio se deslizó lentamente al igual que su lengua por su cuello que ocasionalmente sentía pequeñas mordidas y succiones. 

-¿Quieres que te folle tan rápido y duro, verdad? -la voz ronca de su Alfa hizo que se apegara un poco más a su cuerpo -se cuanto te gusta mi pequeño y travieso Dooly. 

Un agudo gemido escapó de sus labios cuando su marca fue besada y levemente mordida, los pequeños besos descendieron a lo largo de su espalda. 

Su gatito y él estaban tan ansiosos, su Alfa lo joderia como le gusta. 

Movió de un lado la pequeña braga negra de encaje, no quería quitarla se veía tan bien en el cuerpo de su novio, con sus grandes manos sostuvo los dos montículos separándolos y casi se le fue el aliento al ver la brillosa entrada de su Omega debido al lubricante. 

El dulce aroma llegó a su nariz causando que la boca se le hiciera agua, sin esperar un momento más probo del dulce y delicioso néctar de su Omega. Su lengua entrando y saliendo, chupando y succionando cuanto pudiera, causando débiles gemidos que eran callados por el colchón.

Justamente cuando la sensación tan familiar de ese cosquilleo se apoderaba de su vientre su Alfa abandonó su tarea, escuchó el sonido de la ropa ser retirada ante eso abrió sus piernas a la espera de ser llenado. 

Casi siente que las piernas le fallan y es sostenido de sus caderas por un par de grandes manos cuando es penetrado por su Alfa. 

Tan caliente y duro. 

Se hundió tanto como pudo, sus testículos chocaron contra la suave y roja piel, su Omega le apretaba tan malditamente bien. 

-Yoon mue… muévete. 

Se deslizó hacia fuera para penetrar nuevamente ese delicioso lugar entre las piernas de su precioso Omega. 

Se maravilló por la forma en que sus aromas se mezclaban, en la que sus pieles se volvían una, en como el interior de su chico lo apresaba casi asfixiándolo cuando toco ese punto dulce en su interior causando un suave ronroneo, como los músculos de la espalda se tensaban y sus dedos presionaban contra la suave piel. 

Chasquidos, pequeños gruñidos y gemidos inundaban la habitación. 

Su mano presionó la punta de la polla de su Omega cuando sintió que era encarcelado en su interior y como el nudo comenzaba a inflamarse, la palma de su mano se humedecio al recibir la corrida de su novio. 

Un par de embestidas sobreestimulando su punto que no creyó soportar junto al aroma coco y maracuyá nublando sus sentidos fue como su Alfa se corrió. 

La deliciosa calidez y humedad dentro de su Omega recibió una nueva corrida cuando el nudo terminó de formarse y sus colmillos se incrustaron en el lugar especial donde su marca de unión estaba bien cuidada. 

Sonrió satisfecho cuando el nudo se deshizo y se sintió llenó de su Alfa, su acomodó sobre el pecho de su novio con una traviesa sonrisa, tal vez seguiría buscando viejas canciones para bailar frente a su novio. 

🍑Capítulo único.