Capítulo XIX (Final)

440 40 17
                                    

Aiko PoV

Empacamos todo lo necesario y nos sentamos en la sala a esperar a Frank y a Marcus, parecía que este era él fin de vivir aquí, al menos por mi parte estaría un poco bien dejar todo atrás, los malos recuerdos de Kyle me había dejado, por lo menos no me sentiria solo ya que tendría a Osamu a mi lado y ahora a Marcus junto con Frank.
Ya después de unos minutos, ellos llegaron por nosotros y con nuestras nos llevaron a un callejón, donde nos explicaron que simularían un secuestro donde terminaríamos "muertos"; la idea seria que Osamu llamaría al señor Dale, dónde Frank le informaria que me había asesinado y cobraria un rescate por Osamu para dentro de unas horas, obviamente ese rescate no se haría ya que solamente encontrarían nuestros "cadáveres". Cuando vi los tres cuerpos que Marcus y Frank habían conseguido, en medida se parecían a nosotros.
Él plan se efectuó, Osamu y yo dejamos la licencia de conducir de ambos en aquellos cadáveres que se asemejaban a nosotros y nos fuimos del lugar.
Habíamos escapado de la ciudad, decidimos irnos a otro estado, y sinceramente no nos decidíamos hasta que Osamu opto por establecerlos en Miami, Florida; cosa que accedimos ya que nos urgía un lugar donde establecernos.
Al llegar a aquel destino, con él poco dinero que Osamu y yo teníamos, logramos rentar un apartamento para que cada quien con su pareja pudiera vivir a solas.

Tiempo actual

Y ahora, regresando a los tiempos actuales, donde ya Marcus y yo teníamos un trabajo fijo, un hogar donde vivir; lo curioso es que las pocas personas que nos conocían decían que haríamos un buen matrimonio, cosa que nosotros cuatro no creíamos en absoluto, ya con vivir juntos y mantener nuestra relación estable era mas que suficiente.
Marcus había conseguido trabajo, a día de hoy sigo preguntándome en que trabaja, pero al menos ya dejo de andar en malos pasos, Frank junto a Osamu decidió abandonar por un tiempo su vida de oficial de policía para dedicarse a la mecánica junto a Frank, cabe mencionar que ambos les gustaba la mecánica, eran él uno para él otro.
En mi caso volví a trabajar como guardia de seguridad en un club o bar muy reconocido de la ciudad, era algo pesado, pero era mejor que volver a trabajar en una comisaría.
La vida la llevábamos bien, todo estaba estable entre la familia de cada quien; una noche nos reunimos los cuatro para cenar en el departamento de Osamu y Frank, era raro que nos invitaran, ya que desde que nos mudamos a la ciudad, se la pasaban juntos a todo rato y en todo lugar.

—¿Y ese milagro que nos invitan a cenar?—pregunte algo sorprendido viendo el lugar.

—Necesitábamos tiempo a solas, con eso de que compartí casa contigo durante años, aparte quería un poco de privacidad con Frank.—respondió Osamu.

—Por eso y por que quieren estar teniendo sexo cada rato.—dijo Marcus riéndose.

—Pero al menos Osamu o yo no gritamos tan fuerte como si estuviéramos locos.—añadió Frank abrazando a su amado león. 

—¿En serio grito muy fuerte?—pregunte muy sonrojado viendo a Marcus.

—Si, y eso me excita demasiado.—me acaricio mientras sonreía. 

—Ya, suficientes cosas privadas por hoy, mejor vayan a sentarse en la mesa, yo les llevare la cena, aprovecho y les diré algo importante.—dijo Osamu y se fue a la cocina.

—¿Y que es eso importante que nos tienen que decir?—pregunto Marcus viendo a su amigo toro.

—Mejor que se los diga Osamu, mira que al principio no estaba de acuerdo, pero el ver la ilusión de mi amado león, cambie de parecer.—dio una pequeña sonrisa Frank, mientras miraba a Osamu ir al comedor.

Nos fuimos al comedor y tras ayudar a Osamu a preparar la mesa, nos pudimos sentar todos, uno al lado de su pareja, lo que habían preparado era una cena carnívora, la cual olía muy bien.

—¿Ya nos puedes decir eso importante?—dije para después tomar un poco de refresco. 

—Amor ¿les dices tu o yo?—pregunto Osamu viendo a Frank.

—Diles tu, he notado que te emociona contarlo.—respondió Frank acariciando a Osamu, lo cual hizo que este ronroneara.

—Esta bien.—dirigió la mirada hacia Marcus y hacia mi, Marcus estaba comiendo tranquilamente mientras yo comenzaba a tomar un poco. —Frank y yo vamos a adoptar un niño.—sonrío.

Solo escupí repentinamente la bebida mientras Marcus se atraganto con la comida, por lo cual tuve que ayudarlo a que se mejorara.

—Por favor amor, no vuelvas a preguntar cosas mientras estamos comiendo.—dijo Marcus. —Un día de estos si no me mata la edad, la comida lo hace.

—Oh vamos, no seas exagerado Marcus.—río un poco Frank. —Pero si, Osamu y yo planeamos ser padres.

—Me hace ilusión ser padre, aparte de que es una promesa que le hice a mi difunta madre, a mi padre y a mi abuela.—sonrió Osamu, el cual pudimos notar que un brillo en sus ojos por la alegría que sentía era grande.

—Ya que andamos en estos rumbos.—dijo Marcus y dirigió la mirada hacia mi. —¿Tu también quieres adoptar un cachorro? Pregunto antes de que comience a comer de nuevo.

—Eh, si lindo, desde hace tiempo te lo quería proponer, pero no sabia como y cuando decírtelo.—sonreí mirándolo mientras movía la cola.

—Creo que al final seremos padrinos del hijo del otro.—dijo Osamu riendo.

—Eso parece.—añadió Frank. —No se si sepa ser buen padre, pero daré lo mejor.

—Esa es la actitud, mi amor.—abrazo a Frank y lo lamió un poco.

—Que lindos, y opino lo mismo que Frank, intentare ser un buen padre para que ese chiquillo sea feliz con nosotros.—Marcus sonrió tras decir eso.

Me apegue a el para después recibir mis caricias por parte de Marcus, tras un pequeño rato romántico, nos dispusimos a cenar. Después de eso, limpiamos la mesa, ayudamos a Osamu a limpiar un poco y después Marcus y yo nos retiramos a nuestro hogar.
A partir de ese día, nosotros cuatro  comenzamos a investigar que era lo necesario para poder adoptar un hijo, nos fue difícil hacer todo, por las ideas antiguas y tontas que tenían de tiempos antiguos y los prejuicios por los que fuimos juzgados, pero finalmente, habíamos logrado lo que habíamos propuesto; Osamu y Frank habían adoptado a una tortuga macho de aproximadamente 6 años, el cual siempre bromeábamos con que al ser un adolescente se convertiría en una tortuga ninja que protegeria Miami.
Marcus y yo adoptamos a dos chicos, al parecer tenían 9 años los dos, uno de ellos era un canino que casualmente era de mi misma raza, Pastor Alemán; el otro por ende era una especie de reptil macho, no supieron exactamente su especie, pero Marcus dedujo que tenia la pinta de ser un cocodrilo. 
Ya de ahí en adelante, cada quien crío a su hijo con mucho amor y afecto, y sinceramente, estoy agradecido de haber conocido a Marcus y a Frank, ya que ellos cambiaron la vida de Osamu y la mía. Creo que el destino fue quien nos unió en un amor sincero.
 

***********************************************************

Otra historia mas terminada -w- espero les haya gustado, posiblemente la secuela de esta historia se cancele, por cuestiones de los personajes (sip, Frank y Marcus son personajes de alguien con quien ya no tengo contacto *inserte canción depresiva y de desamor aqui* (?) pero bueno, ojala hayan disfrutado leerla como a mi me encanto escribirla :3 nos vemos pronto :D / 

Próximas novelas a salir:

Looking Be Myself II (Secuela de Looking Be Myself)
Hasta el último momento (Novela basada en una pequeña experiencia, ya hacia falta una novela de desamor xd) 
Reacción del corazón (Esto sera basado en un roleplay que hice con un amigo/hermano)  

Nos vemos :3 

Dos Destinos, Un Amor [Furry/Yaoi](Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora