Capítulo 9: Porque ya tengo en que creer.

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—No sabía que un demonio podía ser engañado tan fácilmente. —comento el pelinegro con altanería— ¿A caso no lo has notado, JiMin?. —pregunto arrogante, el cuerpo ajeno se tenzo, incluso intento alejarse pero YoonGi no se lo permitió, no lo hizo en ningún momento.

—¿Qué acabas de hacer?. —su voz salio débil, incluso sus ojos parecían demostrar miedo. YoonGi lo volvió a recostar en la cama, sujeto sus muñecas mientras se posicionaba de nuevo encima de él, aquel demonio gimió de la sorpresa cuando el miembro del pelinegro entro de nuevo en el.— D-Detente, para. —pidio atemorizado, sus poderes no funcionaban, gimió agudo con cada embestida, sus piernas flaquearon al igual que el, disfruto de ese momento, se sentía extraño, intentaba escapar pero YoonGi lo detenía, no lo dejaba huir, no lo dejaba.

—¿Te gusta verdad? Te gusta todo esto, está sensación, te hace sentir vivo de nuevo. —murmuro el mayor contra su cuello, JiMin balbuceo, lloriqueo incluso pero nada detenía lo que sentia.

—¿Por qué no funciona? —sollozo, en ese momento el pelinegro detuvo sus movimientos, miro a los ojos a aquel chico, le sonrió, una sonrisa de burla.

—¿Quieres saber por qué sigues Aquí?. —pregunto tajante, JiMin quiso alejarse de él, pero lo sostuvo con tanta fuerza.— Mirame, mirame a mí y te darás cuenta niño. —y aquel chico lo hizo, miro al pelinegro pero...

YoonGi, él, ya no era humano.
Sus cabellos eran blancos, sus ojos igualmente blanquecinos y sus piel, más pálida que antes, no entendía que estaba sucediendo, se suponía que cuando el aceptará quedarse, él podía irse, librarse de aquella maldición, pero no, seguía ahí, acostado viéndose de seguro ahora como un humano.— ¿Cómo es que...?. —mordio sus labios sin lograr comprender, fue cuando YoonGi le acarició la mejilla, hasta se atrevió a darle un beso en la misma.

—Porque ya tengo en qué creer. —su voz salio dura, tan carente de vida.

—No... ¡NO, NO, NO! —Grito el demonio, no era posible, no podía ser posible.

—Necesitaba en que creer para librarme de ti, y bueno —mascullo sin rechistar, JiMin se hizo pequeñito debajo del cuerpo contrario—, yo creo en el demonio de los sueños. —sonrió tan grande, mostrando sus encías, eso solo provocó que el otro empezara a llorar más.

—¡Déjame ir, déjame ir por favor! ¡Eh estado atrapado en este mundo mucho tiempo, ya no más, déjame ir!. —suplico, pero YoonGi negó aún manteniendo su sonrisa.

—No puedo, no puedes y no quiero. —respondio— Tu empezaste este juego, y yo voy a terminarlo. ¿Te gusta torturar a las personas en sus sueños? ¿Qué tal si yo te torturo en el mundo de los sueños?.

—¡No por favor, no quería hacerlo, no quería!. —se rompió a llorar, no podía creer que un humano, un alma carente de fe le haya ganado, pero así fueron las cosas. Resultó muy fácil para el pelinegro seguirle el juego hasta el final.
JiMin lloro y YoonGi simplemente le miró.— ¡No quiero estar más aquí, no, no me gusta, no quiero... no quiero vivir la eternidad atrapado en un sueño solo!.

—¿Quién te ha dicho que estarás solo? —pregunto por fin el mayor, tenia una ceja alzada, JiMin dejo de llorar, miro a los ojos al nuevo demonio de los sueños. El chico le sonrió de una manera extraña, con un brillo peculiar, le pasó un espejo, donde le mostró su rostro.—  Ahora entiendes por qué no puedes irte.

—No es justo... —sollozo de nuevo, se miro al espejo, ese mismo que le mostró su reflejo tal cual era, JiMin seguía teniendo la apariencia de un demonio.

—Nada es justo en la vida, ni en la muerte. Pero tu ya lo sabías. Ahora, tú y yo, nos quedaremos en este...

—¡NO! —grito desgarradoramente, intento huir de nuevo pero como siempre se le fue imposible.— Ya basta. —suplico una última vez, y como siempre YoonGi se negó.

—Nadie te mando a perturbar mis sueños, nadie te mando JiMin. Tú solito firmaste tu sentencia, me subestimaste. Y he aquí las consecuencias. —el demonio no dijo nada más, solo lloro porque en realidad, YoonGi tenía la razón, él se lo busco, el fue el debil que cayó en el juego de un demonio, y Min YoonGi, se lo dejo más que claro.

—Solo no me hagas daño, solo eso te pido. —dijo JiMin.

—Nunca estuvo en mis planes hacerlo, solo serás mi compañía, ambos seremos la compañía del otro.

—Puedes escapar, ¿Por qué quedarte? ¿Por qué lastimarte de esta manera toda la eternidad?. —no comprendía a aquel humano, si fuera el, hubiese aceptado, pero no, YoonGi no.

—Ya te lo dije, ya tengo en qué creer.

—No eres normal.

—Nadie en la vida lo es. —se sincero, YoonGi regreso a JiMin a su lugar, le abrió las piernas de la en par, aquel chico ya no puso resistencia, simplemente se apego al mayor para empezar a gemir de nueva cuenta por los movimientos acelerados pero bien cuidadosos que recibía en su próstata.

—¿Tu... vas a quedarte entonces, conmigo?. —gimio agudo, de alguna extraña manera, no le molestaba la idea.

—Así es, porque mi fe está en ti. —YoonGi le acarició los cabellos, se miraron a los ojos.— Creo en el demonio de los sueños.

No hubo ningúna cosa más que decir, él había decidido quedarse en ese mundo junto a aquel demonio, solo para mantenerlo consigo. Así fue, ni el propio ente maligno le pudo ganar.
Al final ese destino ya estaba decidido para ambos.








Al día siguiente, Jung HoSeok toco desesperadamente la puerta del departamento de su mejor amigo, nadie le abrió, fue por eso que llamo al conserje del edificio.

Cuando HoSeok llegó a la habitación de YoonGi, lo vio dormido.— YoonGi... —susurro su nombre, toco su rostro, estaba frío.

YoonGi estaba muerto, el demonio de los sueños se lo había llevado consigo.

Por eso, antes de ir a dormir los niños deben rezar, porque si no lo hacen, los demonios de los sueños los atormentaran con pesadillas durante toda la noche, durante toda la vida hasta llevarse sus almas.

Recuérdalo, debes rezar antes de ir a la cama, o terminaras como Park JiMin o Min YoonGi, ambos atrapados en un mundo de pesadillas por toda la eternidad.

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¡Se terminó este mini mini Fanfic!.
Espero les haya gustado la trama y el final.

Por si alguien no entendío.
YoonGi le ganó al demonio, porque lo que necesitaba para salvarse era creer en cualquier cosa, y Min decidió creer en el demonio de los sueños, porque una parte de él, quería quedarse en ese mundo. Quería quedarse con JiMin. Al final, ambos se quedaron juntos en ese mundo.

Gracias por todo el apoyo, nunca pensé que está historia corta fuera bien aceptada.

Dato curioso: en la época de los setentas hubo varios casos como esos, donde jóvenes menores de treinta años morían mientras dormían. En Estados unidos y China se presentaron varios casos, nadie nunca pudo dar con la causa de muerte. Solo sabían que morían al dormir.
Las películas de Freddy Krueger se basaron es esos hechos.

Nos leemos en otra historia.
One fuera.🤗

El Demonio de los Sueños © |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora