Frío

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Eran las malditas tres de la madrugada de una noche de pleno invierno. Las jodidas tres de la madrugada, y no podía dormirse porque el maldito He Tian seguía mandandole mensajes que no planeaba responder, pues ya lo había jodido lo suficiente el resto del dia. Cerró los ojos una vez más despues de silenciar su movil, planeando dormirse pronto para no tener que seguir aguantando aquel frío de mierda.

Hasta que recibío una llamada, obviamente del ya nombrado. Lo ignoró completamente al principio aún pensando que solo trataba de molestar, pero despues de otra llamada y los pasados 128 mensajes, estaba casi seguro de que no lo dejaría en paz hasta que respondiese, y aunque no lo admitiría, tenía un poco de miedo de que algo hubiera pasado, así que contestó reteniendo unos cuantos insultos, sabiendo que con sueño se ponía aún mas violento.

-¿Que coño quieres?-. atendió directo al punto.

-Buenas noches Momo, creí que seguirias ignorandome.- Mo notó que apesar de su tono ironico usual, se escuchaba cansado.

-¿Sabes que maldita hora es?-.

-Las 3:25, y hacen exactamente 8 horas y 20 minutos desde que te vi por ultima vez.-

Como era de esperarse, empezaba con las estupideces que hacian que quisiera partirle la boca, principalmente cuando le hacian darse cuenta de que se estaba preocupando por algo serio mientras él seguia bromeando.

-Vete a la mierda, tengo un frío cojonudo y tu jodiendo. Vete a dormir ya.- dijo dispuesto a colgar, con los ojos ya cerrados. Le pesaba muchisimo el cuerpo, probablemente cansado despues de jugar basquet toda aquella tarde.

-Eso planeo hacer,pero tienes que abrirme la puerta primero.-

-¿Que?-. Mo no se dio cuenta de la situación pues ya estaba casi en los brazos de Morfeo.

-Que estoy frente a tu puerta, abreme.- sentenció para luego colgar y dejar a Mo terminando de procesar la información.

Se levantó de golpe de su cama y salió de su habitación, mirando hacia la puerta principal. Aquel desgraciado no tenía cojones a presentarse en su casa en la madrugada ¿verdad? Lo cierto es que después de cierto tiempo teniendo que convivir con él, tenía sus dudas.
¿Y si estuviera ahí realmente, debería abrirle? Porque aquel imbécil podría estar allí por cualquier motivo y lo cierto es que tenía ganas de descansar y ninguna de tener que lidiar con He Tian, pero al mismo tiempo no podría dormir por el miedo, claro, a que He Tian le partiera las piernas al dia siguiente.

Al final fue a por sus llaves y abrió lentamente la puerta, tratando de no despertar a su madre. Mirando al frente se encontró a He Tian apoyado en la pared con la cabeza baja, que se elevó al notar su presencia. Mo notó que intentaba fuertemente mantener los ojos abiertos y que tenía grandes ojeras.

-¿Por qué estas aqui?- preguntó susurrando, con la preocupación volviendo a aparecer. He Tian sonrió sin mucha intensidad y caminó hacia Mo, envolviendolo con sus brazos.

-Tenía frio-.

Mo no pudo apartarse al principio, y por alguna razón sintió ganas de devolverle el abrazo, pero se contuvo pensando en que debía tener mucho sueño para pensar en algo así. Dió un paso atrás agarrando las muñecas de He Tian y lo miró a los ojos confundido.

-¿Y cual es la maldita diferencia entre tu casa y la mia? debes tener incluso mas mantas que yo.-

El pelinegro lo miró dando a entender la respuesta, pero apesar de lo que ambos pensaron He Tian sabía que de aquella forma no convencería a Momo, y esta vez no podía correr el riesgo de que lo hechara.

-No tengo muchas mantas ya que uso la calefacción, pero se rompió y no puedo dormir con este frío.- Se miraban fijamente, el mayor intentando saber si el pelirrojo por lo menos fingía que se lo creía.

Frío (Oneshot Tianshan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora