Segunda temporada de Amor Prohibido.
Cuando Luke Ross y su familia son enviados inesperadamente a un campamento de verano, todo parece una pérdida de tiempo, hasta que un encuentro fortuito con una misteriosa chica rubia cambia su perspectiva. Pero...
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Narra Luke
Hace una semana que Ravi no me habla.
Hace una semana que pasó lo que pasó con Camille.
Una semana de miradas evitadas, de silencios largos, de culpa... y de confusión. Una semana en la que Danielle ha sido mi refugio y, al mismo tiempo, la causa de mi nudo en el pecho. Una semana desde el beso en el bosque, que nunca debió suceder.
Una semana desde que Camille volvió a mi vida para desordenarla por completo.
Y esta noche, como si el universo decidiera seguir empujándome al abismo, habría otra fogata como la que hicieron cuando Camille llegó.
Solo que ahora ya nadie actúa sorprendido: todos saben quién es.
La estrella. La chica de la voz que rompe corazones. La gemela perdida que no parece perdida en absoluto.
Y como era de esperarse, esta nueva fogata sería abierta por Camille.
Y así fue.
Ahí estaba ella, parada en medio del escenario con una seguridad que dolía, mientras todos aplaudían con entusiasmo.
El fuego iluminaba su rostro y el viento jugaba con su cabello. Tenía el aura de alguien que ya no se esconde. La vi sonreír al público como si no llevara una semana en silencio conmigo. Como si no hubiese huido de mí cada vez que me encontraba solo.
Como si no me hubiera dicho que "no volvería a pasar".
Yo estaba sentado entre la multitud, junto a Danielle. Ella tenía su mano sobre la mía, pero yo no sentía el calor. No porque no me importara... sino porque mi corazón, como siempre, se negaba a dejar de mirar a Camille.
Camille, que alzó el micrófono con elegancia y habló:
—Buenas noches, campistas. Espero que estén listos para una noche inolvidable. Yo sé que yo lo estoy.
Y sonrió.
Esa sonrisa.
La que no le dedicaba a nadie más.
Y yo solo podía pensar en una cosa: ¿Qué canción vendrá ahora? ¿Será otra indirecta disfrazada de éxito? ¿O tal vez... sería la despedida?
— Bitch, I look like I'm fresh off the runway, uh —comenzó a cantar Camille, moviéndose con pasos sensuales sobre el escenario—. Bitch, I go crazy, the dumb way, uh. Bitches wanna be me, one day. Niggas ain't checkin' me, my brothers with that gunplay. Bitch, I look like I'm fresh off the runway...
Todos los campistas gritaban como locos, completamente hipnotizados por su presencia. Yo, en cambio, no entendía si esa canción iba dedicada a alguien. Porque definitivamente no era para mí.
— Niggas ain't checkin' me, my brothers with that gunplay, bitch. Twerk, twerk, twerk, twerk, twerk that ass, bitch. Bust it, bust it, bust it for the cash, bitch. Bitch, bust it open, show these niggas that you that bitch. I get more chips than any bitch that got a problem with me. Ain't none these scary bitches gon' squabble with me...