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JiMin expulsaba el semen que estaba en su interior, cosa que le hizo acordar a cuando estuvieron en la cama, dándolo todo por su gerente. Sin duda extrañaría esos momentos, pero podría tener más ocasiones como esa con cualquier otro chico, ya que YoonGi por fin pasaría a ser de segundo plano en su vida.
La noche en la que se despidió del mayor la pasó sin dormir, pensando en si lo que había hecho era bueno o malo; porque sí, aún dudaba de si hacía bien en dejarlo atrás.
Miró a su iluminada ventana, enterándose que ya había amanecido, y se levantó cansado para comenzar a alistarse. Tenía que seguir produciendo dinero, haya dormido o no. Siguió la misma rutina de siempre, y llegó por fin.

—Buenos días, jefe Jeon.

Una atmósfera incómoda empezó a llenar el reducido espacio que tenía la oficina, no hablaban de nada más que trabajo, y era realmente incómodo para JiMin dirigirle la palabra a este ex novio suyo, pues las cosas no acabaron tan bien para JungKook, y él lo hacía notar involuntariamente en su rostro con una expresión de incomodidad. Simplemente no podían verse a la cara después de él haberlo rechazado, y el otro haberle propuesto regresar.

—Buenos días, Park.

Evitando su mirada, JiMin caminó hacia su lugar de trabajo y comenzó a avanzar con el quehacer que había dejado pendiente. La sala se llenó de silencio e incomodidad gran parte del día, hasta que llegó la hora de almorzar; pero JungKook no resistió más, tenía que hablar, no podía quedarse callado tanto tiempo.

—¿No me hablarás en todo el día?

JiMin se quedó sin respuesta, pues no se esperaba que JungKook rompiera el hielo de esa manera tan repentina. Además, él era el que estaba más incómodo.

—¿Ha-hablar? ¿De qué quieres hablar?

Kook se alegró porque por lo menos no fue ignorado, que podía pasar.

—No sé, de lo que sea. ¿Vamos a comer?

JiMin asintió dudoso de su decisión, y juntos fueron al restaurante a pedir su comida; sentía que de alguna manera se iba a arrepentir. En el camino, lograron intercambiar varias palabras, volvían a hablar como antes mientras más tiempo compartían.
Por otra parte, como nunca, Min YoonGi fue también al restaurante de la empresa para pedir algo de comida; pero él se adelantó y ya se encontraba sentado, comiendo.
JungKook y JiMin se encontraban en la fila para ordenar, hablando y riendo mutuamente. Ninguno se dio cuenta de la presencia de YoonGi en la parte de atrás, a diferencia de este.

El peli negro no les quitaba la mirada de encima, por alguna extraña razón comenzó a sentir cierta picardía en su pecho, una mezcla de enojo e impotencia. Para nada le gustaba esta sensación, ni el hecho de que JiMin estuviera con otro hombre; pero él no sabía que eso último era lo que le enfurecía, así que comenzó a hacerse varias preguntas en ese momento. Llegó a la conclusión de que era normal, era lo que siempre siente un activo al dejar ir a su pasivo con otro. O sea, sólo le molestaba pensar que su antigua presa sería devorada por otro.

Ambos se sentaron en una mesa alejada del resto, ya que era molesto para ellos almorzar mientras había demasiada gente alrededor. Seguían así, sin percatarse de la mirada del gerente.

—¿En serio eso te pasó ayer? ¡Qué tarado!

Pronunciaba JiMin entre risas mientras cubría su boca, pues estaba comiendo. Esto a YoonGi le pareció muy tierno, sacándole una leve sonrisa casi imperceptible. Se dio cuenta de la cara de idiota que traía, y reaccionó.

• I N F O R M A L • yoonmin +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora