Si fuera por mi.

El cumpleaños.

1

Abro los ojos un poco desorientada, ya va a amanecer, de pronto siento mucho calor y noto que es porque está prácticamente sobre mi, odio despertarlo, se ve tan hermoso dormido, tan tranquilo, quiero tocar su mejilla pero me abstengo, aun no quiero que despierte, amo verlo dormir. Se mueve y me quedo quieta, sin querer despertarlo, pero se remueve, abre los ojos y sonríe al verme.

-¿Acaso estabas viéndome dormir? - Finge desaprobación y falla de inmediato, me sonríe y me abraza, pero se tensa de pronto.- Ya tienes que irte, ¿verdad? Noto la tristeza en su pregunta, odio irme.-Si, ya es hora, Mae puede despertar pronto, y no puedo fingir estar en el baño para siempre.

El se estira, frota su cara y me levanta encima de el, pego un grito de sorpresa y empiezo a reír tontamente.

-Shhh.-Me reprende.-Vas a despertar a mis tíos.-Trata de permanecer serio y falla, pego mi frente a la suya, admiro sus hermosos ojos miel, levanto mi mano y acaricio su mejilla, le doy un corto beso en los labios y no aparta sus ojos de los míos, cargados de promesas no dichas, es tan incierto todo con el, pero cada vez que veo como me mira no tengo duda sobre nada.

Me quiero girar para salir de su agarre, pero aprieta mas sus brazos a mi alrededor, empiezo a poner fuerza para escapar y me agarra fuerte y de pronto se da una vuelta y estoy bajo el, empieza a regar besitos por toda mi cara, en mi frente, mejillas, nariz, hasta en mis orejas, y termina con un casto beso en los labios y se desliza hasta quedar acostado a mi lado izquierdo, y pone su brazo sobre sus ojos.

-No es como si no vayamos a vernos otra vez, hoy voy a estar aquí todo el día y en cinco días Mae y yo haremos pijamada de nuevo.-Le digo, pero no me contesta, ni voltea a verme, nada.-¿O acaso ya no quieres verme, y no sabes como decírmelo?-Dramatizo, aunque se cual es su respuesta.

Suelta un gruñido.-¿Enserio me lo estas preguntando? Obviamente que quiero verte, si fuera por mi, te vería todos los días, es más, si fuera por mi, ni siquiera te dejaría irte ahora.-Me contesta aún con el brazo sobre sus ojos, me derrito con su respuesta, y me inclino para besarlo, suave y lentamente. Y aunque amaría quedarme aquí, se que debo irme, así que termino el beso, el quita su brazo de su cara, odio ver su mirada triste siempre que me voy, así que recurro a todas mis fuerzas internas para levantarme de la cama.

Camino hacia la puerta del baño que comparte con Mae, pasando a lado de su escritorio, y me golpeo con la silla. -¡Maldicion!.-Susurro, pero de inmediato lo tengo a mi lado.

-¿Estas bien?-Me toma de la barbilla dulcemente y asiento, me da un beso en la frente y me suelta, me giro para empujar la puerta, ya que la había emparejado cuando entre. Volteo a verlo por ultima vez y le lanzo un beso, me sonríe y cierro la puerta, me enjuago la cara y le jalo a la taza de el baño, solo por si Mae escucha, abro la otra puerta del baño, la que conecta a su cuarto y me meto en la cama donde ella esta prácticamente inconsciente, y me relajo después de unos minutos, de pronto se abre la puerta del baño y Alex se asoma, me paralizo en mi lugar, mis ojos como platos, que rayos piensa, Mae podría despertar, levanta su mano y sostiene en alto mi celular, ¡Mierda! Lo olvide en su cuarto, me lo lanza ágilmente, y lo atrapo, le sonrío tímidamente, articula "te amo" me sonríe y cierra la puerta con mucho cuidado. Como lo amo, haría cualquier cosa por el, no puedo creer que ya hace dos años y medio que empezamos a hablarnos otra vez.

Alex es primo de Mae, ella es hija única, pero el vive con ella y sus tíos. El padre de Alex, Rene, era jefe de la policía aquí en Boulder, era un hombre muy influyente en todo Colorado, pero después del tercer cumpleaños de Alex, el se sumió en las drogas, el alcohol, y al parecer, estaba metido en negocios turbios. Amy era la menor y única hermana de Emily, la mamá de Mae. Ella trato de separarse de él, pero el la amenazó con declararla mentalmente inestable, y le dijo que se aseguraría de que jamas volviera a ver a Alex, ella sabiendo lo influyente que el era se quedo, pero empezó a dormir en otra habitación, pero el no contaba con que eso pudiera pasar, así que abusaba sexualmente de ella, y también la golpeaba, mucho, hasta que un día la mato, y Alex vio todo, solo tenía siete años. El tuvo que testificar para meter a su padre a la cárcel, pero una semana antes de que el juez mandara la orden de aprensión, el se fugó, el nunca nos contó nada a Mae y a mí pero una vez oímos a la Sra. Emily hablando con mi madre de eso, ellos se quedaron con la custodia de Alex al ser los únicos parientes cercanos que el tenía.