Seventeen.

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~Daniel~

Mis pies comenzaban a doler y no sabía a donde me dirigía, era de noche y apenas podía ver hacía donde me dirigía.
No podía ir con ninguno de los chicos, puesto que sabía que con Corbyn estaba Jonah, Zach no me dejaría quedarme con él ni en broma e ir con mis padres no parecía una buena opción, ya que si lo hacía debería explicar todo y no podría tolerar la mirada de decepción de mi madre o los regaños de mi padre.
Y a ni buena suerte como si de una película se trata comenzó a lloviznar. Las finas gotas comenzaron a golpear mi piel y podía jurar que parecían cuchillos ¿Dios me estaba dando algún tipo de castigo o algo? porque ya había tenido suficiente con Zach en la mañana.

Sin siquiera notarlo llegué frente a su puerta, no podía hacerlo, no era correcto venir a su casa luego de todos los líos que yo estaba teniendo en la mía. Me giré para irme pero el ruido de la cerradura de la puerta me interrumpió.
Me giré nuevamente y esta se abrió.

-¿Daniel?-preguntó-¿que haces aquí?

-Lo siento yo...sólo...ya me iba-contesté alejándome.

-ven aquí estúpido, te estás mojando-extendió su brazo para que me acercara.

No muy seguro le hice caso y me acerqué con lentitud, puso su mano en mi espalda y me dio un pequeño empujón para que entrara y pudiera cerrar la puerta.

-Lo lamento-hablé señalando el suelo.

Mi cuerpo estaba goteando ocasionando que el suelo se mojara a mi alrededor. 

-No te preocupes-puso sus manos en su cintura-¿quieres sacarte algo?-la miré rogando que no hiciera eso ahora-no me refiero a eso-contestó rápido-tú ropa está mojada lo digo por tu propia comodidad-se alejó un poco-puedo buscar algo que puedas ponerte-se encaminó hacía la escalera poniendo un pie sobre un escalón haciendo que su pequeño short se subiera un poco y dejara algo de su trasero a la vista-sabes donde está el baño, puedes ir y quitarte eso.

Y sin más comenzó a subir la escalera ladeando su trasero de un lado a otro.
Suspiré y comencé a caminar hacía el baño intentado no mojar demasiado el suelo, lo que era casi imposible debido a que mis zapatos estaban empapados.

Venir a la casa de Aubrey obviamente no era una buena opción, pero aun que no quisiera aceptarlo no tenía algún otro lugar al que ir, y sabía que Aubrey me dejaría quedarme aquí por lo menos esta noche aun que era 100% consciente de las consecuencias que esto podría traer.

Cerré la puerta y me quité mi chaqueta negra dejando que cayera al suelo y luego me quité mi remera repitiendo la misma acción. Me giré tomando la primera toalla que encontré y comencé a moverla enérgicamente por mi cabello intentado secarlo aun que sea un poco. Me moví un poco y vi de reojo como Aubrey estaba parada en la puerta mirándome mientras se mordía el labio. La miré con una ceja levantada y esta asintió.

-Aquí tienes-me extendió un pantalón y una remera-ambas cosas son tuyas-se encogió de hombros-supongo que no tendrás problema para usarlo-asentí.

Llevé mis manos al cinturón de mi pantalón y lo desabroche, cuando fui a seguir con lo demás noté que Aubrey aún estaba allí mirándome con atención. Carraspee la garganta y me miró a los ojos.

-oh lo siento, ¿querías que me fuera?

-la verdad, sí-asintió sonriendo y luego desapareció.

Terminé de quitar mi ropa mojada y antes de ponerme la otra sequé un poco mi cuerpo.
Una vez estuve listo salí, me acerqué a la sala y allí estaba Aubrey. Estaba sentada en el sofá, tenía su espalda levemente arqueada y dejaba una buena vista de su trasero, su cabello estaba sujeto e una coleta alta y dejaba a la vista sus suaves y lisos hombros.

Me acerqué y me senté un poco lejos de ella, se giró y me sonrió con una de sus típicas sonrisas coquetas. Traía un pijama algo provocativo, un pequeño short color gris y arriba un top color blanco.

-¿quieres?-me extendió una copa de vino.

-vino, Aubrey, ¿enserio?-elevé una ceja y ella asintió, suspiré un poco y luego tomé la copa dándole un pequeño sorbo.

-¿quieres explicarme que haces aquí?-cruzó sus piernas girándose hacía mi.

-Tuve un problema con Zoe, nada importante.

-¿Han terminado?-preguntó dándole un sorbo a su bebida.

-No lo sé, pero espero que no-dejé la copa sobre la mesa mirándola.

-Pues es una pena-imitó mi acción-aunque mi pensamiento sigue siendo igual que el de antes.

-¿cómo?

-¿recuerdas aquella vez? aproximadamente diez meses, ambos estábamos solos y como siempre no puedes controlarte ante mis fotos-sonrió triunfante-tú viniste y charlamos, tuvimos una gran noche ¿lo recuerdas?-asentí rodando los ojos.

A mi desgracia si lo recordaba, aun que me encantaría borrarlo de mi mente.

-¿recuerdas que dije antes de que quisieras algo más?-se acercó un poco.

-No, no lo recuerdo-me miró con una ceja levantada.

Claro que lo recordaba, pero no quería darle tanta satisfacción de saber que pensaba tanto en ella.

-Pues te recuerdo, dije que era injusto es que ella fuera a quedarse con él paquete completo-jaló del cuello de mi camisa acercándome a ella-¿Recuerdas que pasó después?-susurro seductoramente en mi odio y yo trague duro.

-No Aubrey, pero tampoco quiero recordarlo.

Bajó su rostro dirigiéndolo a mi cuello mientras comenzaba a succionar en aquellos lugares que sabía exactamente que me volvían loco.

-¿quien te hizo esto cariño?-preguntó pasando su mano por mi cuello con delicadeza.

Zach había llegado enfurecido esta mañana, apenas y sabía que pasaba pero el idiota sujeto mi remera y apretó sus puños tan fuerte contra mí que estaba seguro que había dejado marcas y no sabía exactamente como había hecho para no golpear mi rostro.

-Zach-rodé los ojos-esta mañana.

-¿así quedó?-elevó una ceja-no lo vi tan grave.

-aparentemente si lo fue.

Sonrió de costado y dejó un suave beso sobre mi mejilla.

-quizá podría ayudarte a que te sientas mejor-susurró cerca de mis labios y sentí como subía sus manos dentro de mi remera tocando mi abdomen.

De un rápido movimiento la tenía sentada encima de mí moviendo sus caderas encima de mi amigo. Quitó mi remera y comenzó a besar mi cuello y parte de la zona alta de mi pecho. Bajé mis manos y las pase por sus muslos hasta su trasero.

Me sentía un patán por esto, era consciente de que lo era, pero todo había desaparecido de mi cerebro ahora mismo. Zoe, Mía, mi compromiso, absolutamente todo y en pocos segundos me vi envuelto en el cuerpo de Aubrey y perdido en él con rapidez.

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Muy bien, no tengo nada que decir al respecto, nada más que agregar.

Muy bien, no tengo nada que decir al respecto, nada más que agregar

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Así estaba Aubrey, por si les interesa jsjs

•Don't stop loving me•  3°《Daniel Seavey & Jonah Marais》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora