Capítulo 40

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Voten y comenten por fas, las lof yus<3.

(...)

Las luces a nuestro alrededor bajan su intensidad dando un aspecto romántico mientras "Secret love song" se escucha como fondo en todo el lugar.

Aún sin poder creerlo, giro lentamente y mis ojos se encuentran con los de él. Era Michael, en verdad era él. Sus ojos cafés incluso con aquella máscara negra resaltaban perfectamente y, sin querer presumir, los conocía muy bien.

Su mano se entrelaza con la mía y sin despegar sus ojos de los míos, nos dirigimos a la pista de baile. Me sonríe con ternura al posar mis brazos alrededor de su cuello para luego poner sus manos en mi cintura y acercar mi cuerpo al suyo.

Trato de buscar una explicación lógica pero no la encuentro y es ese instante en el que sonrío al fin, me apego más a él disfrutando el momento sin temor a que fuéramos descubiertos, sin necesidad de ocultar lo que sentimos sabiendo el riesgo que corremos día a día.

-Estás aquí, en serio estás aquí -susurré lo suficientemente alto para que me escuche.

-Siempre estuve aquí, preciosa.

Mi boca se encuentra con la suya y él no tarda en responder mi apasionado beso. Aquella canción ponía mis sentidos sensibles por la letra que podía definir sin problema nuestra situación, lo cual hace que todo sea más y más intenso.

Todo desaparece y no podía estar más feliz de lo que ya estaba justo ahora. Lo amaba, lo amaba como no creí llegar a amar a una persona; lo amaba y no creo que llegue a amar a alguien más que no fuese él.

No podría, no lo haría...

El beso baja su intensidad y entrelaza otra vez nuestras manos para juntar su frente con la mía. Unas lágrimas traicioneras caen de mis ojos y Michael no tarda en borrarlas. Nuestra situación empezaba a parecerme angustiante, cada vez me sentía más temerosa por mí, por él, por ambos.

¿Lograremos vivir nuestro amor libremente?

-Por supuesto que sí, Neriam, lo nuestro es verdadero -dice él y tal parece que en vez de pensarlo lo dije en voz alta, pero no me arrepiento ya que sus palabras me calman y sin dudarlo ni un segundo, lo guío fuera de la fiesta.

A nadie le interesó a dónde íbamos, nadie sabía quiénes éramos, podíamos ser libres esta noche con estas máscaras puestas, podía besarlo en medio de la pista de baile, podía abrazarlo, podía tocarlo, podía hacer todo con él sin miedo a que nos vieran; y lo haría.

Cierro las puertas con seguro una vez que ambos estábamos dentro del salón de baile, giro hacia él y lo beso como si fuese la última vez que lo haría y, por supuesto, él no tarda en responder. Lo despojo de su abrigo con desesperación queriendo sentirlo, tocarlo como si no lo hubiese hecho antes, me sentía ansiosa y deseosa de él. Lo necesitaba y mucho.

Su erección choca de manera delirante contra mi abdomen y roza, encima de mi vestido, con mi zona íntima robándome varios jadeos. Empiezo a descender mis besos por su cuello mientras me deshago del nudo de su corbata y siento sus manos presionar mi trasero.

-N-Neriam, no creo que tenga la voluntad de detenerme si seguimos con esto -advierte con tono agitado, excitándome más de lo debido.

-¿Y quién dice que quiero parar? -Respondo como puedo al quitar por completo su camisa, admirando su torso desnudo mientras lo acaricio con la yema de mis dedos.

La reacción que tuvo me sorprende ya que baja el cierre de mi vestido y este cae al instante hasta mis pies. Su boca se encuentra con mis pechos y los lame de una manera verdaderamente deliciosa que haría perder la cordura a cualquiera. Mierda, él era increíble.

Lo Inalcanzable » m.j (#LI1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora