Ataque

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—¡Kyaaaaa!. — se escuchó un grito en toda la casa. Elsa bajó rápido, junto con Jack. Bajaron las escaleras cuando vieron arena negra por todos lados. Caballos hechos de arena corrían al rededor de Anna y Emma, quienes estaban en el centro de la sala. Elsa lanzó unos rayos hacia los caballos, logrando que estos de congelaran y explotaran.

Jack iba a volar encima de su familia pero algo chocó con él. Era una especie de sombra. Cayó al suelo de espaldas pero jamás soltó su cayado, frunció el ceño y levantó la vista para saber que fue lo qué chocó con él. Esa sombra se materializó y apareció una persona con una túnica negra, una máscara de acero y un sombrero que terminaba en punta.

— Un... Mortifago. — susurró Elsa, se distrajo y un caballo la pateó, estrellándose contra el piso.

— ¿Dónde está la flor dorada?. — habló aquel ser. Tenía una voz de hombre, era un poco regordete pero se veía fuerte.

— No sé de qué hablas. — dijo autoritario Jack.

— ¡Claro que sabes!. — el mortifago sacó una espada e iba a atacar a Jack, él apuntó con su cayado pero alguien se interpuso entre ellos dos. Sostenía una espada y esto provocó un sonido de hierro.

— Saca a Rapunzel de aquí. — Mérida estaba peleando con todas sus fuerzas. Hizo su cuerpo hacia en frente, empujó a la persona haciéndolo caer.

Jack corrió hacia la habitación que tenía Rapunzel pero no estaba, en eso escuchó su nombre a fuera de la casa. Se asomó por una ventana y ahí estaban Hiccup y Rapunzel. Iba a bajar por la ventana cuando escuchó que crujía el techo.

— ¡Salgan!. — gritó Hiccup desde a fuera. — ¡Hay dragones en el techo!. — trataba de entrar a la casa pero un dragón se interpuso entre ellos, era un dragón con escamas azul cielo, se paraba en dos pies, sus alas amarillas con toques azules y naranjas estaban pegadas en sus brazos y en cola tenía varias púas.

— Hiccup, su cola, son las mismas púas que estaban en el bosque. — Rapunzel empezaba a caminar hacia atrás, mientras que Hiccup sentía una gran atracción por la criatura alada. 

Él, trataba de acercarse pero el dragón aventó púas con su cola e hizo que el chico de cabello castaño retrocediera pero no se dio por vencido y alzó su brazo, colocando la palma de su mano en vertical y dando en frente del dragón, este se quedó un poco confundido, ladeó su cabeza y sus ojos se empezaron a dilatarse; se estaba acercando para ser tocado por Hiccup.

—¡Chicos! .— Jack salió por la ventana volando y esto ocasionó que el dragón se asustara y tratara de morder la mano de Hiccup.

Rapunzel e Hiccup salieron corriendo lejos del dragón pero un pitido hizo que el dragón se alejara de ellos, ella estaba exaltada que no se dio cuenta que un caballo de arena estaba atrás de ella; cuando se dio cuenta, volteó para ver a un caballo en dos patas y relinchando pero Jack lo atravesó con su cayado y explotó en medio de una luz azul. 

— Vienen por ti .— susurró Jack y colocó su brazo derecho en el hombro de la chica. — Tenemos que regresar a Hogwarts, ninguno de nosotros está a salvo aquí. — Se escuchó una fuerte explosión, toda la casa de las hermanas se estaba incendiando. 

Rapunzel ahogó un grito de desesperación, ya que sus maestras y sus amigas seguían allí, pero entre en fuego y un poco de humo se divisaba unas siluetas, algunas les costaba caminar pero estaban vivas y venían hacia los chicos; una de ellas se quedó en frente de la casa, alzó sus brazos y de las palmas de sus manos salieron rayos blancos, los cuales ocasionaron que toda la casa estuviera cubierta de nieve. 

Jack salió corriendo a ayudar a su hermana, ella estaba consiente pero respiraba con dificultad; Mérida se apoyaba con una espada y caminaba con un poco de dificultad. Elsa estaba ayudando a caminar a su hermana, Anna se apoyaba en los hombros de su hermana. 

— ¿Qué fue todo eso?. — preguntó Mérida con el ceño fruncido. 

— Fue un ataque de un mortifago. — Elsa hablaba con rabia 

— Más bien de dragones, ellos quemaron la casa. — dijo Jack limpiando las manchas de cenizas que tenia su hermana en la cara. 

— Quien controle a los dragones, tiene un poder superior a los magos. — dijo Anna, antes de toser un poco. 

En frente de todos, aterrizó otro tipo de dragón, era de color rojo, sus ojos eran amarillos, en su cabeza tenia dos cuernos principales y otros dos abajo, su cara era alargada y tenía una púa arriba de su nariz, cuello largo con púas que llegaban hasta su cola, sus alas estaban seccionadas y terminaban en forma de púas, arriba, en la punta de sus alas, había dos garras que utilizaba como manos y dos patas con cuatro garras en cada una. Arriba del dragón había una persona con una túnica negra y con una capucha en forma de cono.

— Joven Elsa, usted sabe que significa de que esté aquí. - se rió aquel ser. — Él regresará y le perdonará su... - fue interrumpido por Anna

— Ella no es como ustedes, así que largo, si no quieren terminar hechos paleta. —

— Me iré pero regresaré por la única cosa que puede hacer revivir al amo. — jaló las riendas que tenia el dragón y llamó a los demás para que volaran junto a él. 

— Tenemos que irnos, ahora. — Elsa estaba muy nerviosa, jaló un poco la manga izquierda para cubrir bien su antebrazo. 

— Vamos a la taberna, ahí hay un portal. — dijo Anna empujando a los chicos. 

— Tía, nuestros regalos de navidad. — Emma estaba a punto de llorar

— Enviaré a alguien a buscar que quedó de la casa, aunque por lo visto no mucho. — dijo Elsa viendo su casa pero no retrocedió y se dirigieron hacia una taberna del centro de la ciudad.

Al llegar a la taberna, los chicos leyeron el nombre del lugar, se llamaba "El patito modosito" y tenia un pato de logo, se extrañaron al leer el nombre pero no iban a tener dudas después de lo que habían pasado ese día. 

Toda la taberna tenia un aspecto rustico, las mesas y el techo estaba hecho de madera, algunas velas apenas iluminaban el lugar y había muchos hombres con aspecto toscos y el lugar estaba mal oliente. 

— Hola mano de Garfio, cuanto tiempo. — sonrió un poco Anna. Llegó hasta la barra de los tragos y se sentó en un banco. 

— ¡Chicas, bienvenidas de nuevo!.— contestó un hombre calvo con un bigote café y en su brazo izquierdo, su mano era sustituida por un garfio.

— ¿Qué las trae por aquí?.— dijo un señor alto con un casco de metal con cuernos en la cabeza, tenia rendijas para que respirara. Llevaba una charola con pastelillos, en sus manos traía guantes color negro pero el diseño era de cuadros. Le ofreció un pastelillo a Rapunzel y a Mérida. 

— Me llamo Attila. — ladeó la cabeza mientras esperaba que las chicas tomaran un pastelillo.

— Quemaron la casa. — dijo en un susurro Anna, Elsa estaba viendo los alrededores de la taberna para luego ver a los ojos a su hermana y asentir. 

— !Cómo se atreven!. — se enojó Mano de Garfio y golpeó la barra de las bebidas. 

— Tenemos que irnos. — dijo Elsa acercándose a los hombres y empujando a los chicos. 

— Claro vayan a donde siempre, aquí los protegemos. — guiño el ojo Mano de Garfio.

— Muchas gracias. — dijo Mérida moviendo su mano en señal de despedida. 

Attila guiaba los recién llegados hacia atrás del local, ahí había una pequeña puerta en el piso, el hombre jaló una palanca que tenia en la punta la figura de un pato y se abrió la puerta. 

— Vamos chicos, nos esperan en el mundo mágico. — Elsa estaba preocupada pero trataba de mantenerse serena. 











Continuará...

HOGWARTS: Una Aventura Peculiar [En emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora