Capitulo 2

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—¡Será mejor que no te muevas! —Ordenó, a sus pies estaba el "héroe" payaso. Le habia clavado unas daga(que había creado con su sangre) en cada extremidad del sujeto, así evitando que pudiera moverse.

—¡E-espera! ¡Po-podemos negociar! —Hablo de forma desesperada, con gran torpeza movió su dedo hacia donde estaba un maletin —¡Pu-pueden llevarse la mitad del dinero! —Kaito frunció más al ceño —¡E-e-está bien! ¡Quédense con todo el dinero si que... —Pero no ludo terminar al sentir como le había puesto una katana en la boca, sentía que si movía su lengua solo un poco se cortaría en dos.

—¡Acabas de darme otra razón para matarte, hijo de perra! —Gritó con furia, solo tenía que empujar un poco más la katana para rasgarle toda la tráquea y las ganas no le faltaban.

A una distancia más alejada de ellos estaba Stain en una situación bastante parecida a la de su discípulo. Con la única diferencia es que el ya había acabado con el trabajo.

A sus pies yacían los dos ayudantes, cada uno con un corte en la garganta.

—Ahora... sigues tu. —Su vista fue hacia una de las esquinas de la habitación. Ahí se encontraba el último de la Villanos incapaz de moverse por el Quirk de Stain.

Con cada paso que daba, el temor invadía al hombre hasta estar apunto de mojar sus pantalones. Sentía que estaba viendo al diablo en persona.

—¡Por-por fa-favor! ¡Déjame ir! —Imploro el villano. Después de todo era lo único que podía hacer.

El asesino de héroes no decía nada. Sólo seguía avanzado con esa aura intimidante que lo caracterizaba. El villano al ver que ya no había salvación sólo le quedó cerrar los ojos, su sorpresa fue grande al no sentir nada atravesandole el cuerpo, si no que estaba siendo arrastrado, para luego lanzarlo junto a su otro cómplice.

El supuesto heroe que secuestraba y vendía niños, junto con el que los compraba. Ambos estaban codo a codo esperando lo que sea que les prepare el destino... osea Stain.

Dicipulo y maestro se pusieron adelante de ellos, el primero no dejaba de apuntalos con su katana.

—¿Donde están los niños? —Preguntó Stain.

—Están escondidos, atrás de una de las maquinas de por allá. —Respondio Kaito, señalando el lugar donde los había dejado.

Luego de escucharlo, Stain se acercó hacia el héroe, más precisamente hacia los bolsillos de sus pantalones, sacando una especie de teléfono.

Era un comunicador exclusivo para la agencia de héroes a la que estaba asociado. Casi todos los héroes tienen  uno.

Esta apagado. —Noto Stain, era de esperarse después de todo. Encendió el comunicador, esperó hasta que contestaron del otro lado. —Hozu, fabrica abandonada, cerca a la estación de trenes. Hay tres muertos y  tres niños inconscientes. —Y antes de que pudieran responder, boto el comunicador y lo pisó.

Ahora había hecho eso solo les faltaba una sola cosa. Y era el principal motivo de haber hecho todo esto.

—Mocoso, te toca.

Kaito asintió y se preparo para terminar el trabajo. —Entendido. Acabaré con estos dos. —Los objetivos soltaron un chillido del miedo al ver como la katana bajaba en dirección a ellos.

—Alto. —Y en el preciso instante de escuchar la voz de su maestro, el ataque se detuvo.

—¿Que ocurre? —Preguntó, confundido en más de un sentido.

—Deja a uno vivo.

—No-no entiendo... —La ira y furia que sintió antes de comenzar su ataque volvía a salir. —¿¡Por qué dejar vivir a una de estas escorias!?

Ideales Reconstruidas |BNHAxOc|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora