Los monos y el gato

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En la India, donde la naturaleza del mundo florece mejor que en muchos lugares, se encuentra un gato, propiedad de una familia adinerada recién cambiada a ese lugar, jugueteando con uno de sus miles juguetes esperando a la hora de la cena, donde comería del mejor alimento para gatos en ese lugar
Todo fluía bien, sus dueños llegaban de trabajar y trajeron el preciado alimento del gato, le sirvieron y se volvieron a ir, dejando al gato solo otra vez con la libertad de hacer travesuras pequeñas sin regalo inmediato como el de dormir en la cama más grande o lamer un poco el pescado que dejaron afuera del refrigerador (señores, ese pescado tan caro se les va a pudrir)
A punto de empezar a chamchanear su importante alimento, llegan unos monos malhechores e irrespetuosos a interrumpir el ambiente tranquilo que tanto había disfrutado el gato estar
-Oye mira que hermosura de casa nos encontramos
-Si verdad, acabamos de pescar un gordo
-Que gordo, OBESO
Los changos empezaron a platicar ignorando la presencia del felino, la cual se encontraba asustado, más que asustado, extrañado, pues en donde vivía no se encontraba esos mini humanos tan salvajes, feos y peludos, bueno, si habían mini humanos feos y salvajes, les decían "niños", pero nunca tan peludos...
El gato se pone en frente de los changos, que apenas se encontraban en la ventana de la esquina, y maúlla
-Buenas tardes mis estimados "niños"- suponía que eran niños- ¿que se les ofrece en mi casa? ¿Por que se encuentran aquí?
-¿Y este que?- contesta cordialmente un chango
-¿Quién te crees tú o que?- contesta un chango un poco más pequeño, pero se ve más ágil
-Claramente soy el dueño de esta casa a la que acaban de entrar sin permiso, queridos "niños"
-Nosotros no necesitamos permiso
-El permiso nos necesita a nosotros
-¿Captan que este imbecil nos dice "niños"?- menciona el tercer chango, que el si es más débil a comparación de los otros dos
-Oye, con más respeto- regaña el gato
-JAJA cállate sopenco- dice el chango que empezó todo y empieza a golpear al gato hasta casi desmayarlo y empezar a robar la comida mientras los otros dos destruyen y roban accesorios lo suficientemente caros para empeorarle la vida al pobre gato
El gato vuelve a despertar media hora después, y los monos aún se encuentran ahí, el gato, en vez de enojarse, se amaravilla de la habilidad de estos, y les grita antes de que se larguen
-Chicos, son increíblemente buenos, pudieron haber destruido menos la casa, pero en realidad los admiro
-Oh, ¿en serio?
-Pues, abueno, te me cuidas
-Necesitaría hablar con ustedes, me agradan, pero no puedo volver a permitir que me destruyan esto otra vez, quiero arreglar esto con ustedes
-eh, nop
-¡hey! Tengo una idea
Los changos empiezan a discutir entre ellos, empiezan a hablar y hablar hasta llegar a una conclusión
-Si quieres que no volvamos a destruir tu hogar, y querer ser parte de este grandioso clan de amigos, ve y comete al pájaro del árbol de la esquina de la casa vecina, el nos ha hecho cosas muy malvadas, y nos harías un gran favor al acabar con su existencia
-Ok, lo haré
El gato se queda cansado con solo cruzar de una casa a otra, pero aún así, va entusiasmado hacia el árbol, buscando toda existencia de un pájaro, pero, no se encuentra, decide meter la cabeza a un hoyo del árbol y en eso siente que algo choca con su trasero
-Oh perdón, vengo distraído, ¿puedes creer que esos monos hayan roto su trato conmigo solo porque quieren comer todas las nueces?- habla el pájaro
-¿Tu eres el pájaro de aquí?
-Si, estás hablando con el dueño de este lugar
-Luces muy amable, ¿porque te querrán matar?
-¿MATAR?
-Si, los "niños" quieren asesinarte porque mencionan que le has hecho muchas cosas malvadas
-Oh - se queda viendo el pájaro a la nuez- mendigos changos
-¿porque les dicen changos?
-¿Y tú porque me estás matando, si ellos son los que están enojados conmigo?
-Pues por hacerles un favor
-¿Y porque?
-Porque me lo pidieron
-¿Y porque?
- Porque yo les pedí hacerles un favor
-¿Y porque?
-Porque destruyeron mi casa, es un trato de amistad
-¿Y porque?
-porque hicieron algo mal, ok, pero son muy buenos, y quisiera ser su amigo
-¿Y porque?
-Porque admiro mucho sus habilidades
-¿Y porque?
-Porque yo nunca podría hacer eso
-¿Y PORQUE?
El gato se quedó a reflexionar, ¿será que esta admirando algo que en toda su vida holgazana no pudo hacer, y por eso, ahora los apoya de manera incorrecta?
-Sabes, aún así te mataré
-¿Porque seguirás su trato si ya sabes que están vacíos, mi experiencia no te es suficiente?
-¿Tu experiencia? A mí no me afecta lo que te haya pasado
-Es pura ironía lo que estás haciendo
-Es que es diferente, me la he pasado muy bien contigo, pero siento que tengo que hacerlo aún así, aunque sean malvados en realidad
-¿Y porque?
-Me dieron oportunidad de ser parte de algo, me hace sentir bien
-¿Y porque?

Historias cortas de una amante de los gatos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora