El alfa despertó ardiendo de deseo, entre sus brazos profundamente dormido el beta que deseaba oír gritar de placer, le olisqueó lleno de placer, bajo su propio olor percibía el suyo, en el interior en sus entrañas estaba su marca, da igual la ducha y lubricante, su olor a alfa le llenaba, la habitación olía por completo a él, el beta no notaba eso ni caía ante el ataque de sus fuertes feromonas alfa, ya que no las percibía, pero este le había dicho y reafirmado que era suyo, apaciguando su necesidad de dominarlo, ya que no podía ser marcado.
Comenzó a lamer su cuerpo con suavidad para volver a marcarle con su olor, como suyo y fue descendiendo hasta su entrepierna que ya iba poniéndose dura, aunque el beta seguía durmiendo agotado, con ansias se introdujo la verga en la boca chupando y absorbiendo hasta que su boca se llenó del ardiente semen, satisfecho bajo al agotado canal y pudo percibir el olor de la pomada, no le hizo nada feliz, aunque sabía que estaba ahí para calmar la zona.
Molesto comenzó a lamer y limpiar la zona a su gusto, la lengua entraba tanto como podía llenando y aflojando todo con su saliva, el beta se agitaba en sueños aún sin despertar del todo, aunque le había hecho llegar al orgasmo.
El alfa ya satisfecho con el olor que se recibía de Juanjo estaba más que preparado para sumergirse en el placer que sabía iba a encontrar en ese cuerpo, justo antes de entrar recordó que no debía dañar a esa preciosa joya y cogiendo a regañadientes el lubricante uso bastante y tras esto se deslizó en su interior golpeando una satisfecha próstata y un gemido del beta, que en ese momento abrió los ojos, llenó la habitación.
—¡Alfa!
—Despertaste, genial, te deseo.
—Pues demuéstramelo tanto como quieras.
—Mío.
—Sí alfa, soy tuyo.
No paraba de jadear sintiendo al alfa entre sus piernas aporreando de nuevo sus entrañas. Le abrazó y acarició mientras le aseguraba que le pertenecía. El alfa necesitaba calmar su necesidad de poseer y dominar, ya que los betas no podían ser marcados, solo podía hacerlo de palabra.
La fuerza del alfa era increíble, colocaba su cuerpo a su gusto para empujarse en su interior, daba igual la postura, todo el trabajo y esfuerzo lo realizaba el alfa, Juanjo solo tenía que relajarse y dejarse ir entre las caricias y deseos del celo.
Su cuerpo ardía con las caricias y mordidas que tenía, su polla dura y completamente sucia de sus fluidos, a saber, las veces que se había corrido y el alfa le había llenado hasta desbordar su canal par de veces. La eyaculación de un alfa en celo era impresionante. Era tanta la cantidad que sentía el estómago hinchado.
Le dolía la garganta de gemir y gritar, solo sabía decir "alfa y tuyo" cosa que complacía al alfa escuchar, los labios estaban agrietados de tantos besos, había clavado las uñas un sin fin de veces en el cuerpo de Rudy intentando agarrarse ante la fuerza de las embestidas, la cama chirriaba y gemía por el movimiento y empujones del alfa.
Era tanto el agotamiento que sentía el beta que en cierto momento se desvaneció, cuando volvió en sí el alfa seguía disfrutando de su cuerpo gimiendo y ardiendo entre sus piernas justo en ese momento le escuchó un gruñido que salía de lo más profundo de su pecho y sintió como el líquido ardiente volvía a llenar y quemar, jadeando el alfa se dejó caer sobre su cuerpo y comenzó a besarle y lamer la cara, el cuello. Le besaba mientras su enorme falo aún duro seguía en su interior vaciándose. Le sentía estremecerse, un poco después el alfa cambio de postura, aún en su interior y les colocó a los dos haciendo la cucharita.
—Vamos a dormir un rato beta.
—Sal de mí.
—No puede ser, eres mío y necesito estar en ti.
—Alfa, estoy destrozado me has follado por horas.
—Descansa, cuando esté más calmado saldré de ti y te limpiaré, no te preocupes de nada.
—No sabes lo raro que es tener un gran trozo de carne duro en tu interior, ardiendo y palpitando.
—Eres mío, descansa y acéptalo.
Con un suspiro y sin decir nada más cayó profundamente dormido mientras sentía la lengua del alfa lamiendo su nuca y espalda, los brazos le agarraban y sostenían con delicadeza tranquilizando y dando tanto calor que no necesitaba cobijas.
Cuando despertó estaba sobre el alfa, los dos completamente desnudos, piel con piel, se deslizó con suavidad hasta caer en la cama, el alfa le había limpiado a conciencia y también había cambiado las sábanas más que sucias. Se estiró para coger una botella de agua cuando un gemido de dolor salió de sus labios despertando al alfa.
—Cariño, ten toma el agua, no hagas movimientos bruscos, tienes que estar muy molido. Te bañé y deje bien limpio, también conseguí darte la medicina y ponerte más pomada, pero no creo que sea suficiente para asegurarte que estarás bien antes de que me vuelvan las ganas.
—¿Cuánto he descansado?
—Dos horas, espera aquí traeré la comida para los dos. Espero que haya tiempo para descansar, al menos tú.
Trajo una bandeja enorme llena de distintos platos con comida y cubiertos para los dos, le ayudó a sentarse y le puso cojines para que estuviera cómodo para comer, mientras Rudy sostenía la bandeja le ayudaba a comer para que hiciera los menores movimientos y no sintiera mucho dolor.
—Rudy, en tu ropero deje unas camisetas, dame una por favor.
—Mejor no cariño.
—¿Por qué?
—Puedo percibir claramente tu olor a mí y parece que el alfa está calmado, si tapas levemente ese olor todo empezará de nuevo y no habrás podido descansar. ¿Tienes frío?
—No, estoy bien, pero se me hace raro comer completamente desnudo.
—Me gusta verte desnudo Juanjo.
—Aparte del celo eres un pervertido, te estas aprovechando—. Se río mientras Rudy le daba un suave beso.
—¿Qué tal fue esta vez?
—Creo que me estuviste follando por tres o cuatro horas, en un momento me desvanecí y cuando volví en mí, seguías.
—Mi alfa ni se dio cuenta, ¿quieres irte? puedo apañarme por mi cuenta, me parece horrible lo que te he hecho.
—Vamos Rudy, ya sabíamos que pasaría. No quiero dejarte solo y parece que al alfa le gusto mucho.
—Y tanto, he roto varios cojines y almohadas, mordiendo para no morderte a ti. Así que está deseoso de ser tu dueño.
—Se preocupa por mí a pesar de todo, también usó lubricante varias veces.
—Sí pero también te llené varias veces y no te vacié hasta horas después. ¿Te duele la barriga?
—No, estoy bien, en serio Rudy todo va bien, no te atormentes. Ya no tengo más hambre.
—Vale, acuéstate sobre mí como antes.
—¿No te peso?
—No, además me calma y relaja, son trucos para que puedas descansar, espero que el alfa cuando despierte juegue con tu cuerpo mucho antes de embestirte, porque visto lo visto no vas a poder volver a caminar en semanas.
—No deberías decirlo tan orgulloso. Uhhmmmm eres muy cómodo, creo que voy a volver a dormirme.
—Descansa mientras puedas, cariño.
Continúa>>>
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No deseo amarte
ФэнтезиFINALIZADO Historia OMEGAVERS. Va sobre el universo de alfas, betas y omegas. Si no sabes nada de esto, antes de leer busca algo de información internet te dirá todo lo que necesitas saber sobre esta temática. Para Oliver el descubrir que es un omeg...