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Dedicado a:
shawnftfernanda

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Había pasado ya un tiempo desde la última vez que te sentiste feliz. Había iniciado el segundo mes de clases y la verdad es que apenas y pudiste pegar el ojo anoche, es decir los nervios te consumían.

Te habían pedido realizar un ensayo y no eras bueno en ellos, de hecho casi siempre tenías un ligero problema para poder expresarte. Lo único que te consoló fue que uno de tus amigos te había dicho exactamente lo mismo: "Soy pésimo en esto, voy a dejar que todo me consuma". Pero tú no eras de las que se rinden claro que no, así que con un poco de optimismo ambos terminaron sus ensayos ayer por la noche casi madrugada y ahora estabas frente a la entrada de la escuela.

Incluso hoy parecía más grande de lo usual. Esperas a tu amigo para que juntos se lamenten en todo el camino a la clase, cuando el rugido de un motor llamó tu atención.

Es un lindo auto, te recuerda a uno en particular en el que estuviste sentada cientos de veces, riendo y estando feliz. Ves que las placas pertenecen a California y es ahí donde inconscientemente te acercas, estas temblando. Ves una cabellera naranja salir del asiento de copiloto, tú corazón se detiene y sonríes.

La niña no te ve y se va en su patineta.

Y después puedes jurar que casi te desmayas al ver a Billy Hargrove salir con un cigarro en su mano, observando sus alrededores hasta detener en ti. Notas que esta vistiendo uno de los pantalones que tantas veces le dijiste que eran tus favoritos por la forma que se ajustaba en su trasero.

Ahora si que estas consciente que estas a mitad del estacionamiento, que Billy te esta mirando con tanta intensidad cómo la primera vez que se conocieron. Estas demasiado consciente de que todos los ven y que casi sueltas un jadeo en forma de sollozo justo cuando empiezas a correr a él.

Billy pisotea el cigarro. Tiene sus ojos abiertos, pensando que este debería ser un sueño pero cuando te atrapa esta seguro que no lo es por la forma en sus manos te recorren a cada centímetro, porque inhala tu aroma y sabe que ninguna chica usaría algo tan fresco combinado con galletas.

Pero a ti te gustaba ese aroma revuelto y a Billy también, te encantaba la forma en que te sostuvo incontables veces para animarte, consolarte o simplemente obtener un abrazo cualquiera.

"Estas aquí ¿Cómo es que estas aquí?" Lo abrazas con fuerza y él te sujeta de la cintura para que no te alejes.

"Nos mudamos" Billy ríe y no estuviste tan feliz de haber escuchado su risa, su hermosa risa.

"Yo jamás te pude contactar de nuevo para decirte a donde venía" Haces que tu cabeza se esconda más de lo posible en su pecho y suspiras. A Billy eso le encanta así que no dice nada por cambiar de posición.

La historia entre ustedes fue hermosa, se conocieron en California, donde vivías y de pronto una familia llegó ahí con un pequeño niño rubio, las cosas se pusieron feas, supiste que la madre de Billy se había ido y que no regresaría, Billy se hizo un chico rudo pero nunca te alejó de él, la chica que pudo sostenerlo en los momentos más difíciles, la que ponía una sonrisa en su cara y hacía que en vez de llorar él riera con fuerza.

Tus padres te avisaron que se irían a Wisconsin por un transferencia de trabajo a tu madre, todos estuvieron de acuerdo incluso tu hermanito menor que no estaba pasando un buen momento en la escuela, lo molestaban por ser delgado y muy blanco.

La despedida fue dura con Billy y su hermana Max que le tomaste cariño, ella era quien defendía a tu hermano de los demás y estabas segura que podrían haber sido los mejores amigos, pues tu hermano no era muy hablador así que sólo le agradecía.

Steve Harrington•Billy Hargrove  ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora