Betty en NY Aquí está mi amor

CAPÍTULO 4

CAPÍTULO 4

Los viernes le tocaba a Erick preparar el desayuno y alistar a las niñas para ir a la escuela, por lo que Betty podía quedarse en la cama más tiempo, hasta que sonara el despertador media hora después. Sintió como él abandonaba la cama y salía de la habitación sigilosamente. Hoy sería un largo día, pues además de las actividades rutinarias, ambos debían asistir a la inauguración de una muestra de artes plásticas en la que participaron como asesores en cuestiones de organización y publicidad. Como el evento era temprano, habían acordado llevar a las niñas, así que Erick se encargaría de recogerlas de la escuela, llevarlas a comer y prepararlas para la ocasión, mientras que Betty ultimaría los detalles de la presentación. La pareja era conocida ya en el mundo del arte en la Ciudad por la excelente logística que manejaban, sin embargo de los dos, era Betty quien tenía mayor facilidad para tratar asuntos financieros y de relaciones públicas, Erick se encargaba más de aspectos visuales y estéticos, así como de la búsqueda de locaciones, insumos, etc. Es increíble como cuando quieres que pase el tiempo lentamente, este parece acelerarse y media hora se transforma en lo que parecen solo cinco minutos. La alarma del celular comenzó a sonar, Betty supo que era inútil intentar posponer lo inevitable, por lo que de un salto salió de la cama y en menos de media hora ya estaba dando los últimos toques de su rutina matutina de "belleza", que consistía solamente en usar crema hidratante en el rostro, un poco de maquillaje, sombra tenue en los párpados, máscara en las pestañas, y por supuesto labial discreto. Ser madre de dos niñas pequeñas le había enseñado a eficientizar sus tiempos. Cuando bajó al comedor, Erick estaba sirviendo jugo en los cuatro vasos instalados en la mesa.

- Muy buenos días cariño - saludó él.

- Buenos días cocinero estrella - contestó Betty con una sonrisa - ¿Se puede saber cuál es el menú? Huele bastante bien.

- El día de hoy tenemos para empezar un poco de fruta con miel, después un delicioso omelette de champiñones con queso y jugo de naranja... Y para los adultos un exquisito café con altas dosis de cafeína. ¿Alguna objeción? - se acercó a ella tomándola por la cintura y acercándola a él.

- Ninguna señor Velázquez- Repuso Betty rodeando su cuello con los brazos y regalándole un suave beso en los labios. - Hoy es un largo día - suspiró, apoyando la frente con la suya.

- Ni me digas - asintió él - Empezando porque Helena está empeñada en que mamá la peine... Así que tienes una importante misión que cumplir... - bromeó y le dio otro rápido beso antes de separarse de ella - sirve que me da tiempo de bañarme y desayunamos los cuatro juntos - agregó al subir corriendo las escaleras. Betty subió tras él rumbo al cuarto de las niñas.

- Te tengo muy buenas noticias! - anunció Erick a Valentina después de haber dejado a Helena en el jardín de niños. La niña lo miró expectante. - Tu mamá y yo acordamos abrir un taller de pintura para nuevos talentos, como tu amiga Lucy!

- Genial!!! - Exclamó emocionada Vale - Hoy le diré las buenas noticias!

- Bueno, bueno... Aún tenemos que hablar con sus padres y encontrar otros alumnos.

- No te preocupes por eso papi, el papá de Lucy es un señor muy amable y educado. Estoy segura que dirá que sí... Yo solo lo he visto una vez, pero creo que es una persona muy agradable - añadió sin poder evitar esa pequeña pretensión de hablar como una persona mayor.

- Confiaré en tu intuición entonces - contestó su padre siguiendo su tono formal. - De todo modos, es importante acordar ciertas cosas con él, claro si es que le interesa.