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katsukia veces podía ser bastante soft, y eso a tōru le fascinaba.
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Los primeros rayos de luz solar se asomaban por la azotea, iluminando la habitación en la que dos personas se encontraban amándose silenciosamente. A veces, Hagakure aprovechaba su oportuna invisibilidad para entrar a la habitación de su novio, y lo que pasara entre esas paredes era una historia completamente diferente.
Podían ser simplemente charlas en las que ella le recordaba al rubio lo especial y genial que era, o nada más quedarse en un relajante silencio, abrazados. Así como ahora. Los brazos de Katsuki rodeaban el invisible cuerpito de su novia, y Tōru mantenía su cabeza en el pecho ajeno. Vamos, era el paraíso.
Si prestaba atención, escuchaba los latidos del rubio cenizo, era un completo " boom " para sus oídos. Pensar que ella era la causante de que ese corazón explosivo, bueno, explotara, la hacía la persona más feliz en el mundo. Quizás sus amigas estaban preocupadas por la explosividad de Bakugō, pero ella sabía muy bien que eso la había enamorado en primer lugar.
— ¿Ya estás despierta? — Musitó el chico con su voz áspera, esa voz que le encantaba.
— Desde hace un rato, ¡Te veías muy lindo durmiendo! — Aunque no era visible, él podía notar lo feliz que su voz se oía; estaba sonriendo, podía jurarlo.
A pesar de que la fémina intentó moverse para ya levantarse de una vez, sintió que su pareja la apegaba más a él. Oh, a veces podía ser tan tierno. Risitas salieron de la heroína invisible. — Katsuki, debemos levantarnos ya. . — Dijo sin tener verdaderas ganas de levantarse. Su novio le hizo caso omiso. Llevó su mano al rubio y, sorprendentemente suave cabello del chico y comenzó a acariciarlo, era como un gatito gruñón que de vez en cuando recibía cariñito. — Nos meteremos en problemas si nos quedamos, hey.
— Que se jodan, no pienso moverme ni dejarte ir. — Ronroneó cerrando nuevamente sus ojos rubí. Ciertamente, no tenía en sus planes salir de esa habitación.
— Sólo cinco minutos más, ¿Vale? — De sus labios salió un suspiro de resignación y lo vio sonreír un poco, por más pequeña que su sonrisa fuera, podía conquistar a la chica invisible de nuevo.
No hace falta mencionar que durmieron juntos casi todo el día, ¿Verdad?
El lado soft de Katsuki era sólo para Tōru, nadie más que ella podía conocer a esa parte cariñosa de él, y amaba eso, verlo y también ver tener ese espectáculo en primera fila.
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uuundrabble todo choto, se nota que no escribo nada " serio " hace tiempo, llorando ando.además de que lo escribí anoche medio dormido en un momento de inspiración, por eso está caquita. necesitaba sacar a la luz a mi otp, son muy bonitos y merecen mucho más amor. son el dúo explosiones invisibles yyy necesitan que más gente en el fandom los aprecien, asíes.
