Primero

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Fueron demasiados Gin Tonic

Son las 12:45am de un sábado. Y aunque por patético que parezca, ya estoy ebria...

Apenas pude llegar a casa luego de que la policía irrumpiera en el club Mike House luego de que dos vagos iniciaran una pelea arruinando la noche, y como ya estaba familiarizada con la cárcel, me negué en pasar otra noche en prisión.

Así que me las ingenie para escabullirme entre la multitud, ya que no tenía una excusa perfecta para justificar por que una chica de 17 años estaba ebria en un bar.

Me arrepentí de mandar al demonio a Tom "Mi chofer/Niñero" luego de que me dejara en casa (Aun cuando le dije que no lo hiciera) me arroje al sofá luego de que Tom se fuera. Solo pasaron unos 20 minutos cuando me di cuenta de que necesitaba estar en otro lugar.

Tom era el encargado de llevarme a donde yo quisiera, cada vez que salía a una fiesta o a cualquier parte, después de todo para eso le pagaba. Normalmente no apagaba el teléfono, pero por alguna razón el imbécil de mi chofer decidió no contestar su estúpido teléfono.

Estaba cabreada

Presiono torpemente el botón de llamar y espero a que conteste.

No negare que Tom haya sido uno de mis mejores empleados, y que ha demostrado ser una persona útil desde los cinco años que tiene trabajando para mí, pero juro por Dios que si no contesta su maldito teléfono lo despediré a primera hora.

Espero pacientemente a que conteste... Escucho el tono de la línea... Una, otra y otra vez... — Habla Thomas...

Solté un suspiro de alivio — ¡Tom necesito que traigas tu culo ya! Tienes que llevarme a...
...En este momento no te puedo atender deja una mensaje.

—¡PÚDRETE TOM! — grite con irritación antes de colgar.

Intento calmarme, esta era la primera vez que necesitaba de sus servicios y no había forma de contratarlo. Y segura como el infierno que no quería entrara en pánico, pero fracase miserablemente, las pastillas que circulaban en mi organismo estaba dejando de hacer efecto.

No tengo idea de que hacer, el alcohol bloqueaba mi capacidad de pensar.

Estaba sola en casa (Casi drogada) mis padres estaban de viaje y no había nadie que pudiera ayudarme, había dejado que Lorein (Mi ama de llaves) se tomara el fin de semana libre. Que conveniente

Salgo de la casa tropezando con mis propios pies

No tengo idea de que hacer así que me dirijo al estacionamiento.
El alcohol te hace hacer cosas entupidas, como conducir intoxicada
Agarré el volante y suspiré. No había encendido un auto desde que estampe premeditadamente mi Mercedes en el porche de los vecinos. Nunca tuve la necesidad de conducir, ya que tenía a Tom– Estúpido– Cara – De– Culo

Hice rechinar mis dientes mientras ponía el carro en marcha. No necesitaba estar ebria para saber que no era una buena idea, pero no tenía opción, Tom me había abandonado en casa, y perder el tiempo esperando a que una agencia de taxis me recogiera no era una opción.

Necesitaba llegar cuanto antes

Mi agrio monólogo interior estaba constante porque no podía decir en voz alta lo que en verdad pensaba o sentía. Maniobré el auto para sacarlo de la entrada, luego conduje hasta encontrarme con la carretera.

Ignorando el hecho de estar ebria intento concentrarme en el camino. Acelerando una milla me detuve en el primer semáforo.

Golpetee el volante furiosamente mientras esperaba que cambiara a verde
Agarro mi teléfono y marco otro número. Con el corazón apretado rezo por que conteste
Contesta, contesta, contesta... Pero me manda al buzón.— ¡Mierda! — Arrojo el teléfono al asiento del copiloto.

Intente distraerme mirando a través de la ventana. Estaba borroso pero podía ver la vida nocturna, personas caminaba en direcciones que yo desconocía, la ciudad era estridente y jadeante, a pesar de que eran un poco mas de media noche, las calles estaban atestadas de autos, bucees, tiendas nocturnas, borrachos brindando, y camadas de chicas chillonas

¿Aun no ha cambiado a verde?

No sabía si se trataba del alcohol pero ya estaba empezando a molestarme, necesitaba llegar cuanto antes. El aire húmedo entra y salen de mis pulmones con gran rapidez, puedo sentir como el enojo y la impotencia se posesiona de mi cuerpo.
Ignorando por completo la luz de roja, piso el acelerador y el coche se dispara.

Escuché exclamaciones de irritación y sonidos de claxon. Tal ves la gente creyera que era una loca, bueno no los culparía, ya que estaba conduciendo intoxicada en una calle transitada.

Devorando la adrenalina tan rápido como mi cuerpo la producía, conduzco entre frenadas y zancadas de forma completamente imprudente
De pronto un sentimiento de desesperación se apodero de mi, intento tranquilizarme, y me concentro en el camino.

Solo quería llegar cuanto antes, ni los semáforos, ni el trafico, ni los insultos de los otros conductores e incluso ni la policía podían impedir que llegara...

Parpadee. ¿Por qué no lo pensé antes?

Cuando el alcohol bajo de mi cabeza agarro mi teléfono a una velocidad inverosímil y marco tres números.

911 ¿Cuál es su emergencia? — dijo una voz nasal. La voz de una mujer

—Eh. Si, necesito que...

Mi voz se apago cuando vi lo que estaba en frente de mí.

Entre cerré los ojos cuando los faros de un vehículo se cruzaron por mi camino.
Piso el freno abruptamente, pero es demasiado tarde... No hay manera de salir de su trayectoria, me aferre más al volante y cierro los ojos.

Escucho el chirrido de los neumáticos, un golpe y luego nada...

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⏰ Last updated: Sep 30, 2019 ⏰

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Marcas ProfundasWhere stories live. Discover now