Kissing [WangXian] [Mo Dao Zu Shi fanfic]

43 - A kiss out of greed

-He dicho que nada de peonías, me da igual lo elegantes que sean. Quiero lotos rojos en los centros de mesa y hortensias blancas en los ramos de las paredes, ¡y punto!

A una habitación de distancia con gruesas paredes entre ambos, Lan Zhan podía oír a la perfección como su futuro marido discutía con cada asistente que intentaba hacerle cambiar de idea sobre las flores del banquete nupcial. Esta vez a uno se le había ocurrido sugerir peonías blancas y amarillas. Pobre de él. Wei Ying odiaba esas flores, las asociaba con su familia política y le daban ganas de vomitar al verlas. En realidad no era nada tan radical, pero él lo expresaba así. El abogado la verdad es que sentía cierta compasión por el agente, que no entendía la necesidad de que absolutamente todos los detalles florales de la boda fueran en rojo o en blanco. Él sabía por qué su prometido había tomado esa decisión, pero no tenía pensado intervenir en ayuda de un extraño, y menos aun cuando estaba de acuerdo con Wei WuXian y con los arreglos que había elegido. El blanco era por su familia, porque según el investigador, a los Lan les sentaba tan bien el blanco que quería verle casándose de ese color. Lan WangJi había accedido, por supuesto, aunque había rememorado todas esas veces en el instituto que, por ir de blanco, le dijo que parecía recién salido de una funeraria. Y luego estaba el rojo, el color favorito de Wei Ying y aquel que representaba la prosperidad en China, el color del que debería haber sido todo su matrimonio. Ambos habrían deseado casarse en Gusu, en su país, siguiendo las tradiciones bajo las que habían nacido, pero ese deseo estaba más allá de toda discusión, no podían hacerlo. Era una pena, pero ya bastante era que se estuviesen casando, ya era de por sí un sueño hecho realidad.

-Entonces, ¿en cuanto al sabor del pastel de bodas...?

-Queremos que la tarta sea red velvet. -Habló Lan Zhan, volviendo a fijar su atención en la trabajadora que le atendía y recitando las instrucciones de su prometido.

-Pero no ha probado ningún otro sabor. Tenemos disponible un catálogo que...

-Queremos esa.

Porque, por supuesto, la tarta también tenía que ir conforme a una estética.

-Entendido.

La chica apuntó un par de cosas en una libreta, antes de retirarse. Como si se hubieran sincronizado, Wei Ying entró por la puerta mientras ella se iba, dejándose caer sobre un sofá a su lado mientras exhalaba un ruidoso suspiro. Parecía agotado, estresado y tenía unas ojeras tremendas. Antes de mirar al abogado y hablar, murmuró algo para sí mismo y negó con la cabeza.

-Todo el mundo me lleva la contraria, Lan Zhan. -Se quejó-. ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil?

-Nadie dijo que fuera fácil.

-Muy gracioso. Al próximo que me sugiera o me enseñe un ramo de peonías, le parto la nariz de un puñetazo.

-Wei Ying...

-¿Qué? Ni que el malo fuera yo. -Protestó-. Yo solo quiero que todo sea perfecto, que sea el día más feliz de nuestras vidas, que todo esté en su sitio y... y...

Sin dejarle completar la frase, Lan WangJi posó un suave beso sobre los labios de su prometido. Ansiar la perfección está muy bien, sí, pero su boca le revelaba unos sentimientos carentes de cualquier tipo de avaricia. Él no quería nada, ni siquiera que el día fuese impecable. Solo deseaba estar con él por el resto de su vida, amándole y recibiendo su amor, y se lo hizo saber. Las flores, las tartas, los invitados y las fiestas eran algo completamente secundario, y que saliese mal o bien realmente no le importaba tanto como saber que Wei Ying estaría para siempre entre sus brazos, siendo feliz a su lado. Ese era su único deseo.

-Todo será perfecto. -Le aseguró-. Tranquilo. No es propio de ti preocuparte tanto.

-¿Acaso tú no quieres que sea espectacular?

-Yo solo te quiero a ti.

-¡Ah! ¡Qué injusto eres, Lan Zhan! ¡Ya sabes que no puedo hacer nada contra estos trucos sucios!

Le sonrió. Se sonrieron. Se besaron. Y luego continuaron con los preparativos de la boda un poco más tranquilos.