La luna obra de maneras extrañas...
-Kiribaku
-Au
-los personajes no me pertenecen, al igual que la imagen de la portada, créditos a sus respectivos autores.
-One shot
-One shot -2370 palabras -AU -Diferencia de edad -Espero les guste, la inspiración llega de distintas maneras y la verdad no pude evitar compartir esto con ustedes, espero les guste, sin más que decir me despido, hasta la próxima.
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La luna siempre ha sido la mensajera de los amantes, la cuidadora de las desventuras y alegrías, la señora de la noche la que con su manto lleno de pequeñas luces alumbra las esperanzas de sus hijos caídos.
La luna siempre dio su mejor cara, dio su mejor consejo y escucho expectante los susurros acongojados de sus hijos, ella siempre ha sido y será la guardiana de los temores y de los dulces suspiros pausados.
La mensajera de las mieles y el terciopelo que acompañan las voces cantarinas de los enamorados, la celestina de los mariachis de las madrugadas.
La luna siempre ha representado todo y a la vez nada, todo para quienes buscan calor y alguien a quien añorar, nada para quienes se retuercen en la amargura de verse rechazados. Todo para los ojos anhelantes, nada para los que buscan pasar el trago de veneno de su garganta, todo para quienes se ven amados, nada para quienes se retuercen en su partida.
Kirishima podría considerarse una de esas personas una que anhela y pide con convicción encontrar a su otro extremo a su otro nudo del hilo, siempre se consideró uno de los hijos afortunados de la luna, sin embargo tambien se consideró uno de los más desventurados, sus anhelos eran simples, eran sanos y no buscaban una doble intención, no más que una persona a la cual abrazar y mantener a su lado hasta el final de sus días.
Bakugou por el contrario se consideraba un simple oyente de la luna, presenciando alrededor de su vida el cómo esta serbia de celestina, como es que esta ayudaba a que los enamorados se juntasen. Sin embrago pese a aquel deseo, aquel que se arremolinaba cual huracán en su interior, oculto bajo mantos y mantos de indiferencia, el tambien deseaba ser amado deseaba ser querido y acunado como cualquier ser humano.
Kirishima, buscaba su otro extremo de manera inútil, pues sus experiencias amorosas nunca terminaban de la mejor manera, nunca acababan en el tan esperado "felices por siempre", su otra mitad parecía haberse perdido en alguna parte de la tierra, ocultándose de manera celosa de su cuidado de su presencia... de todo lo que tenía y buscaba ofrecer.
Bakugou por otro lado, se había rendido a la esperanza de encontrar a su persona especial, muchos amantes pasaron por su lado, más todos coincidían en la misma opinión, demasiado difícil para poder valer la pena. Nadie estuvo dispuesto a ver más allá de sus barreras, más allá de sus miedos y sus esperanzas, sus virtudes y desventuras. Al final el rubio simplemente declino a la idea de que alguna persona seria capaz de ver más allá de lo que sus ojos muestran.
La luna siempre obra de manera curiosa, de manera pecaminosa y se puede decir que cruel en algunos casos, no eran más de las dos de la madrugada cuando ocurrió, el sonido de las alarmas de las patrullas resonaban en el pequeño distrito, los autos de brillantes colores rojos se movilizaban con fuerza buscando llegar a su objetivo, el cual ardía en brillantes llamas dorado- rojizas que devoraban sin compasión la porción de casas.
