Y así estuvimos hablando toda la hora del recreo, bueno, él hablaba más que yo, yo simplemente asentia, negaba y a veces decía alguna que otra cosa tartamudeando.
Resulta que Teo había nacido en inglaterra, y se había mudado aquí a la corta edad de 4 años por el trabajo de sus padres, tenía 16 años y tenía una hermana melliza, pero él era el mayor, bueno, y como esas cosas me contó unas tantas más, como que le gusta el azul, los gatos....
Era bastante divertido hablar con él, pero el tiempo no era eterno, y la sirena anunciando su fin tocó, y me levanté para ir hacia clase.
Teo hizo lo mismo, me miró y luego al suelo, donde me había sentado todo el tiempo.
-en qué te sentaste antes? - su pregunta me descolocó un poco.
-eeh, en clase, por...?
-tienes todo el pantalón manchado de tinta.
Según dijo eso me sonrojé completamente y me fui corriendo al baño, para ver si por lo menos podía quitar la mancha, entré, y asegurándome de estar sola cerré y me quité el pantalón, era cierto, mi pantalón, antes blanco, ahora estaba negro, y para colmo la tinta ya estaba seca, esto no iba a salir.... Perfecto, pero no recuerdo que se me destintara ningún bolígrafo o algo por el estilo. Tampoco guardé nada en el, el único modo en el que pudo haber llegado ahi era que la silla en la que me había sentado estuviera manchada.
Suspiré y empecé a frotar el pantalón con agua para ver si lograba algo, pero fue inútil, y ahora tenía los pantalones mojado, perfecto.Ahora que haría? No podía salir de allí con los pantalones así.
Pillé mi teléfono, no podía avisar a ninguno de mis amigos, bueno, a mi amiga, ya que estaba a cientos de kilómetros, y mi papá estaba trabajando.... Me quedaría allí hasta que mi padre saliese de trabajar.
Quité el cerrojo del baño y me encerré en un cubículo.
El tiempo no pasaba muy rápido que se dijera.
Unos pasos se escucharon y se acercaban cada vez más, entraron al baño y parecían ser varias personas.
-Y que será lo siguiente?-dijo una voz algo chillona, una que ya había escuchado antes.
-pues no lo se aún, mañana os diré, pero bueno, esto no acabará hasta que esa tipa se rinda- esa voz era la de la rubia-será divertido
-bien dicho Sam-dijo otra voz.
Asique se llamaba Sam, de Samanta supuse.
Bueno, saber o no el nombre de las susodichas no me importaba para nada, y tampoco es como si escuchase a propósito...
Volvieron a escucharse pasos, sus pasos, está vez alejándose. Salieron del baño y me volví a quedar sola ahí.
Las horas de clase pasaron y ya era
La hora de la salida, mi padre saldría en dos horas más o menos, aunque mi pantalón ya estaba seco, por eso esperé a que no se escuchase a nadie por el pasillo y salí, yendo lo más deprisa posible hacia la salida, al salir fui hacia el aparcamiento, salir por su salida sería mejor, menos personas pasan por allá.En el aparcamiento vi a Teo apoyado en una moto usando su teléfono.
Me acerqué sigilosamente hacia la salida.-Hola Blanca!-mire para el un momento y sonreí, me gire para seguir mi camino-por que tanta prisa?- se acercó a mi y puso su mano en mi hombro, por lo que me sorprendí y me aparté al momento girandome para mirarlo de nuevo.-wow, lo siento, no quise asustarte-se disculpó.
-no no, que va... No te preocupes... No es nada
-por qué sales por aquí? No es muy usual, y menos con tantas prisas.
-B-bueno, yo...
-Aaah, es por la tinta, no? - me interrumpió y asentí. - bueno, te acercaría a casa, pero hoy tengo que llevar a alguien, y si la hago esperar se enfada - suspira - perooo - piensa un momento y va de vuelta a la moto, abriendo su mochila. Saca algo de ella y viene hacia mi. - puedes usar esto, envolverla en tu cintura o algo así- sonríe mientras me extiende lo que parecía una sudadera de color negro.
Sin pensármelo dos veces accedí y la pillé, poniéndomela alrededor de la cintura, como él había dicho.
-Muchas gracias-le sonreí.
-bonita sonrisa-comentó.
Luego se escuchó un carraspeo de garganta, al parecer no nos habíamos percatado de la presencia de algún recién llegado.
-Bueno, nos vamos o piensas seguir de charla con esa Teo? - dijo la recién llegada, que era la rubia, bueno, Sam al parecer.
Teo la miró y suspiró.
-si si, ya voy, tranquilizate-se giró hacia mi- Hasta mañana Blanca- y se fue hasta su moto, donde que encontraba Sam.
Yo me giré y continué mi camino hacia la salida, pero esta vez ya más relajada. El sonido del motor de la moto se escuchó y luego pasó por delante de mí, y Teo me dijo adiós agitando la mano, cosa que también hice yo.
Sin duda estos dos días que llevaba de colegio habían sido un tanto peculiares.
Pero lo que más me impactó el día de hoy es que Teo, un chico de primeras tan bueno y lindo pudiera estar con esa chica, de primeras con tanta maldad y tanta superioridad. Pero bueno, estas cosas pasan, supongo.
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mi nueva vida
RomanceBlanca Diaz se muda a otra ciudad por el trabajo de su padre, en años anteriores había sufrido acoso escolar, y se niega a seguir sufriendo por eso. David Fernandez es uno de los chicos mas populares del instituto y encuentra en Blanca una presa fac...