𝐂𝐀𝐏. 𝟏

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Lunes 21 de septiembre

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Lunes 21 de septiembre. Seúl, Corea del Sur.

Cuatro días, cuatro días eran los que no veías a Jungkook, en los que no veías a tu novio. Sin saber nada sobre el. Cuatro días. En dónde te preguntabas que pasaba con el.

¿Mensajes? No le llegaban. ¿Llamadas? Celular apagado. ¿Universidad? No iba. ¿Sus amigos? No sabían. ¿Padres? De viaje. ¿Casa? Sola.

Ah, sí. ¿Las noticias? Eran lo más preocupante. Veinte personas habían desaparecido en un día, de la nada. Sin dejar rastro, y eso era lo que más me preocupaba. La fecha era exactamente la misma en la que Jeon había dejado de responder mis mensajes, mis llamadas. En donde había desaparecido.

Y a este punto yo ya estaba que me dejaba calva.

¿Y por qué no les dices a sus padres? Porque, ya lo hice.

¿Que hicieron ellos? Nada. ¿Pueden creer esa mierda? No movieron ni un puto pelo. Y es qué, los padres de mi novio no eran la gran cosa. Siempre decían. “el trabajo primero” ni que trabajo ni que nada. ¡Su hijo está desaparecido junto a otras veinte personas! Y sabe Dios que mierda les están haciendo en donde quiera que esté.
Si es que sigue vivo...

Y nisiquiera quiero pensar en eso. Porque... porqué no. Me parece imposible, aunque nada lo es. Es sólo qué, mi cerebro me dice “él está vivo”. Y mi corazón está pensando, “él está muerto”. Prefiero hacerle caso mil veces más a mi cerebro.

Hace dos días llamé a Namjoon. Un amigo de la escuela, seguimos en contacto, se ha vuelto todo un experto en investigaciones. Trabaja en la PDI (policía de investigaciones)

Así que decidí ir con él. Cada vez que el llegaba a su departamento, estaba yo con dos grandes tazas de capuccino latte, para aguantar una horas al frente de un computador hablando de nuestros pensamientos sobre esto. Nos la pasabamos investigando sobre Jungkook, sobre lo que pudo haber pasado con él.

Y aunque en su trabajo investigaba más a fondo. Digamos que cuando el llegaba investigábamos en algo más personal. Jungkook también era amigo suyo

Así que cuando dieron las siete y media de la tarde, salí de casa para ir caminando, su departamento quedaban a tres cuadras. Un poco de ejercicio físico tampoco estaba tan mal. Tomar aire fresco.

Mi cabello tómo vida propia cuando me paré en una esquina, llegando un aire frío, y en suelo se movían las hojas secas caídas de los árboles.

Otoño era una de mis épocas favoritas, dónde conocí a Jungkook, un cinco de octubre, en el tren directo a la universidad.

El tren estaba lleno, por lo cual me tenía que agarrar de los tubos de fierro a los lados. “oye, me estás pisando” vaya manera de conocerse. “oh, sí, lo siento” y me quedé embobada mirándolo. Cada una de sus imperfecciones perfectas. Y es qué, joder. Era tan guapo. “chica, se me está durmiendo el pie”.

Entonces reaccioné, cómo cuando tu mamá te da un chanclazo y ves toda tu vida pasar por delante. Umh, algo así.

Pero un bocina me sacó de mis pensamientos, estaba en verde, caminé hasta llegar a la otra calle.

Y me dí cuenta que ya estaba demasiado sencible, toque mis mejillas, y con las mangas de mi camiseta azul de cuadros limpié unas estúpidas lágrimas.

-chici, si mi isti dirmiindi il pii, estúpido Jeon, ¿Dónde te metiste?-

Porqué sí, ya sabía que Jeon no había desaparecido porque quisiera, a él le hicieron algo.

Entré a un almacén, para comprar dos sobres de capuccino latte, el favorito de Jeon.

Y es qué, ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? Todo él. Hasta un piedra me recuerda a él.

Con mi bolsita de plástico, y los sobres dentro, entro al departamento de Nam y puse la clave. “puto el que lee”

Sonreí en mis adentros, y como me esperaba todo en un silencio absoluto.

                                                            (...)

-tranquila, el feto es fuerte, ¿sí? Sólo... Tranquílizate.

Atrajo mi cuerpo a su pecho en un intento de abrazo, estaba más que destruída. Todas estas noches he estado fingiendo ser fuerte cuando en realidad, no lo soy. Cuando sólo quiero a Jungkook a mi lado, conmigo.

Rompí en llanto cuando Namjoon acarició mi cabello, cómo cuando Jungkook lo hacía y me decía que todo iba a estar bien, que siempre iba a estar conmigo para todo.

Pero, y dónde está Jungkook ahora. Nadie lo sabe, sólo sé que. Pronto mi novio estará conmigo, a mi lado. Cómo si nada hubiese pasado. Cómo si no hubiera desaparecido en días.

Y es que, tenía algo a mi favor, un poco de esperanza. La PDI estaba intentando ubicar la dirección en donde esas personas se podían encontrar. Y también tenían un sospechoso en la sala de interrogatorio. Sólo que el estúpido viejo no quiere ni respirar.

                                                            (...)

Namjoon me había ido a dejar a mi casa. Después de diez minutos en los cuales me desahogue en el hombro de Namjoon. Él era siempre el típico amigo en donde estaba siempre ahí para ti, dónde el te daba la mano y hasta podías colgarte del cuello. Pero, él, sólo era él. No le contaba sus problemas a nadie.

Por suerte estaba yo, estudiando psicología, y me sentía orgullosa de ello. Siempre quise estudiar lo que a mí gustaba y lo estoy logrando, voy en mi último año y todo va bien.

Nam podía tener una amiga que escuchará lo que el piensa también, que lo que él dice también importa. Podemos decir que Namjoon no era muy abierto respecto a socializar. Supongo que el está bien así, nunca se ha quejado.

Siempre ha sido, casa-trabajo, trabajo-casa.

Qué vida tan normal como la suya. Quién pudiera...

Y luego estaba yo. Bueno, mejor no digo nada, o bueno. Mejor sí.

Estudiando algo que vale la pena, sobre todo en Corea, un lugar donde hay demasiados pacientes por tratar, pero poca ayuda para dar.

Con un novio ríquisimo, pero que mágicamente fue enviado a Saturno.

Una familia normal de vacaciones en Hawaii, já, que vida.

Y una vida social como a mí me gusta. Namjoon, Suzy, Jimin, Yoongi. Suzy, mi mejor amiga, y Jimin son pareja... Y bueno, Yoongi, ese gato vive la vida a full. Ya saben de Namjoon, y yo toda deprimente por mi chico qué quizás está solito y con frío allá afuera.

Aquí vamos de nuevo, estúpido llanto. Mañana tengo que ir a la uni, y no quiero estar cómo un zombie andante. Será mejor guardar esas lágrimas, y ponerlas en la cajita de felicidad para cuando vea a mi chico hecho y derecho.

Mañana será un gran día. No de esos días cuando te levantas por la mañana con un hermoso día soleado, sin ojeras y perfecta. Con un rico baño de espumas, y un delicioso desayuno.

Parecen de esas novelas sacadas de Wattpad.

Para qué andamos con cosas. Ni el ser más perfecto en el mundo tiene un día perfecto. ¡Se dijo y se tenía que decir!

            








¡BOOM! Me lucí, ahr. Ya quiero ver sus caras de “WTF”  al leer esto.

Espero que hayas disfrutado del capítulo. Y gracias por llegar hasta aquí. 💗

Su conejito, nonna | JJK&__      [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora