Gary ahora se encontraba estudiando una especialidad, su padre ni siquiera se había dignado a ir a su graduación, pero eso no podría importarle menos, ya que su abuelo si fue y se alegraba de ello, sin embargo, también fue una molestia, pues se centraron más en él que en sí, aún así, nada arruino su gran día, era su momento de brillar, por fin se recibiría y estaría a un paso más cerca de su meta, no le importó que su abuelo recibiera las felicitaciones por sus logros, tampoco el hecho de que su momento fuese opacado, el llegar a ese punto aún con su padre obstaculizandolo era más que suficiente, aunque, sí hubiese deseado que su amada madre estuviese con él, no obstante sabía que lo cuidaba en el más allá.
Aquel pelinegro le hacía mucha falta y añoraba sus días felices, los años no pasaban en balde, ya eran muchos años desde que salió de Pueblo Paleta para no volver, su reencuentro no había sido perfecto pero aún así era justo lo que él necesitaba, ya no se permitiría ser un títere, luchaba constantemente contra sus demonios, su familia y sobretodo contra él mismo.
Aquellas memorias debían ser enterradas pero él se negaba fervorosamente a ello, cada una era preciada; cada año lo volvía más maduro y sabio, sus arranques de ira mejoraban con el tiempo pero aún tenía lapsus tanto depresivos y ansiolíticos como iracundos, sin embargo, actualmente, cada día era estimulante y positivo desde que comenzó a estudiar con el profesor Serbal, un hombre que se dedicaba al estudio de la evolución Pokémon, él le había ayudado a abrir puertas que jamás se imaginó que estuviesen a su alcance, también le ayudó a creer en sí mismo y en sus capacidades así como también a valorarse, podría decirse que había encontrado la figura paterna que tanto deseaba y a su vez, éste le había enseñado el difícil arte de perdonar, ahora podía sentir un poco de paz y tranquilidad, finalmente había encontrado un faro de luz en toda la niebla que era su sombría vida.
Con él como apoyo su padre se las había visto negras para obtener lo que quería, ya que tampoco podía ir contra el Ketchum y usarlo como una amenaza contra Gary debido a Giovanni, sus cartas se estaban acabando e incluso Gary se las había agenciado para deshacer un compromiso que tanto esfuerzo le había costado a su progenitor, era un hecho, estaba perdiendo contra su hijo y su mismo padre se había encargado de hacérselo ver y, si seguía así, no solo perdería la batalla sino a Gary también.
Gary era el único heredero de los Oak y perderlo sería un gran y desafortunado evento, las reglas de la sociedad eran despiadadas pero lo eran aún más las autoimpuestas, creyéndolas la mejor elección sin saber que eso terminaba destruyendo todo a su paso, precisamente eso era lo que lastimaba a Gary y, ciertamente, Samuel Oak (el abuelo de Gary) estaba consiente de todo ello, después de todo, él mismo había cometido muchos errores con su propio hijo y le había inculcado aquella retrograda y destructora forma de pensar, ya estaba viejo y no quería perder a su nieto así que pese a sus obsurdos prejuicios y su arraigado orgullo, cedió, decidió que no valía la pena sacrificar la felicidad y el amor de su nieto por un status y una apariencia que al final de cuentas solo causaba dolor y angustia, así que con eso en mente trató de corregir sus errores y guíar a su hijo, pero..., éste estaba igual de ciego y sordo ante los consejos de su padre como él mismo lo había estado por años, solo podía esperar que su hijo rectificase su camino, él por su parte ya había comenzado a hacerlo y como ofrenda de paz averiguaría todo sobre aquel a quien amaba su nieto, pues, aunque se hizo el tonto mucho tiempo, en su corazón él sabía que lo que sentía Gary por Ash no era ningún juego ni mucho menos una travesura de niños....
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Cada vez estaba más convencido de lo que había estudiado, parecía un niño con juguetes nuevos cada vez que descubría algo y, paralelo a sus estudios con el profesor Serbal había descubierto una creciente pasión por los fósiles Pokémon, sin duda se llenaba de vida y esperanza cada vez más.
En ese punto la pelea con su padre había llegado a punto muerto y su vida tomaba nuevos matices, crecía más y más como investigador y su padre eventualmente había dejado de poder manipularlo o amenzarlo, por fin se abría camino por sí mismo, ya no era un apellido andante, era un nombre, "era él".
Temía que aquello se terminase por romper y que de pronto volviese a la realidad de golpe, pero..., quería seguir volando, no importaba si la caída fuese dura, su alma estaba emocionada y sus espíritu ardía, al menos por ese momento se sentía libre como un ave en vuelo...
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Trébol
أدب الهواةEl destino los separó y dividió su camino en dos, pero ambos volverían a encontrarse por una promesa, una promesa que ambos hicieron y que honrarían aun si la vida se empeña en separarlos, pues ambos se aman y lucharán por volverse a encontrar, sin...