El primero de Septiembre llegó, este era el sexto año de Draco.
El regreso a clases trajo consigo más dolores, moretones en todo su cuerpo, y una nueva marca en su brazo, la marca del Señor Oscuro. Ahora, ante la sociedad, sería un sucio Mortífago, la marca en su brazo lo identificaba como tal.
Ya no sabía que pensar, se sentía tan devastado, roto, sentía que no valía nada.
Se le habían encomendado ciertas tareas que tendría que hacer durante el año, una de ellas era, matar a Albus Dumbledore, el director de Hogwarts.
Por una parte se sentía feliz, vería a su ángel, pero por otra, una inmensa tristeza lo recorría, después de lo que tendría que hacer, su ángel no lo volvería a ver de la misma forma. Dumbledore era todo para Harry.
Y lamentablemente, Draco, tendría que matar a Dumbledore sin importar que, si no quería morir el en vez.Recorrió el pasillo del tren, buscando el comportamiento en el que se encontraban sus amigos, los únicos que conocían su situación. En el proceso, encontró el compartimiento en el que estaba su ángel. Se miraba tan hermoso desde donde Draco lo observaba.
Los ojos de Draco se llenaron de lágrimas, no sabía cómo haría para hacer todo lo que le habían ordenado, sin romperse en el proceso sabiendo que nunca podría ser feliz al lado de su angel, estaba destinado a ser así. En ese momento, Harry volteó y sus ojos se contectaron. Verde como el Avada Kedrava se encontró con el plata líquida que en ese momento de verdad parecía plata líquida a causa de las lágrimas.
La expresión tranquila de Harry se endureció, y una lágrima recorrió la mejilla de Draco, la expresión endurecida se transformó en una de desconcierto. Draco se fue antes de que más lágrimas se derramaran. No quería ser visto llorar por su ángel.
Rápidamente encontró el compartimiento de sus amigos, adentrándose en el no siendo capaz de contener mas sus lágrimas. Esa fue la imagen que tuvieron de el sus amigos luego de todo un verano de no verlo. Vestido impecablemente con un traje negro a su medida, el cabello rubio platinado peinado correctamente sin un solo cabello fuera de lugar, sus ojos plateados luciendo como verdadera plata líquida, y su rostro rojo por el llanto.
—¿Draco? ¿Que pasa, Cariño? ¿Está todo bien? Sabes que puedes contar con nosotros, amor. — le hablo Pansy, preocupada, abrazandolo.
No recibieron una respuesta inmediata. Todos los presentes estaban a la defensiva, quien se hubiera atrevido a dañar a su bebé se las veria con ellos. Draco ya había sufrido lo suficiente y más aún, y mientras ellos pudieran, harían todo lo que estaba en sus manos para que su bebé no sufriera. Después de unos minutos de silencio con todos ellos a la defensiva buscando la amenaza, Draco sintió que le nudo en su garganta le permitiría hablar.
—Yo.. yo vi a Harry. —sollozo.
—¿Que? ¿Te hizo algo acaso ese idiota? ¿Que fue lo que te dijo? ¡Ese idiota me va a oír! — dijo Theo molesto, apunto de salir del comportamiento para ir a darle su merecido al idiota de San Potter.
—¡No! —exclamo Draco deteniendo lo —Es solo… es solo que… el de verdad va a odiarme ahora, el va a detestarme. Yo no quiero hacerlo pero, tengo que. —sollozo.
Los chicos presentes sintieron pesar. Pobre bebé, teniendo que sufrir siempre, ¿Es que acaso Draco nunca podría ser feliz? ¿Que pecado habían cometido todos ellos en sus vidas anteriores para que les tocara tal vida de mierda?
Ninguno de ellos era malo, ellos simplemente tenían que hacer lo que les ordenaban si no querían morir ellos y sus familias.
Está era la vida que los hijos de Mortífagos tenían que llevar, quisieran o no.
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Y si..¿Todo fuera mentira?
Fanfic[H I A T U S T E M P O R A L] Y si...¿Todo fuera mentira? ¿Y si te dijera que todo lo que creíste verdad... era solo una mentira? ¿Me creerías? ¿Creerías que todo lo que hice y dije... fue solo para protegerte? Te amo. ¿Puedes creerme? No cre...