THE NIGHT SHIFT [trad] || s.cb + l.f [changlix]

❥eighteen: i love it

Una combinación sexy de cuero rosa y encaje adornaba el cuerpo de Felix de una manera extraña, pero atractiva. Se encontró mirando su propio reflejo en el espejo, trazando las líneas de los materiales de cuero hacia arriba y hacia abajo mientras comenzaba a sentirse un poco cohibido. Con una sensación de nerviosismo en la parte delantera de su pecho, chupó su labio inferior entre los dientes y apretó la mandíbula. 

El atuendo que adornaba su cuerpo comenzaba en su cuello, con el cual Changbin se había obsesionado bastante, en cierto modo. Al pelinegro le gustaba la forma en que la garganta del rubio era bastante delgada, y podía agarrarla fácilmente con la mano. También le gustaba la forma en que la piel en esa área se lastimaba con facilidad, porque eso le facilitaba el marcarlo y reclamarlo como suyo y solo suyo. 

El encaje con volantes alrededor de la garganta del rubio era apretado, pero no de una manera que le quitara la respiración. También le picaba un poco, pero no era nada tan grave que no pudiera ignorarse fácilmente.

Estaba cosido en tela rosa y con algún que otro vuelo; llevando a Felix a creer que esa vestimenta fue hecha originalmente para mujeres. Del collar de encaje alrededor de su cuello, colgaba una cadena, rozando su pecho y estómago cada pocos segundos cada vez que se movía. Era frío al tacto, pero no insoportable, y el australiano solo podía imaginar las cosas que Changbin planeaba hacer para usar esa cadena.

El solo hecho de pensarlo indudablemente lo volvió completamente loco, y sintió un nudo en la parte inferior del abdomen cuando sus deseos comenzaron a girar.

También, conectando a la tela de encaje había una delgada correa de cuero rosa que se deslizaba por la parte inferior de su cuello y hacia la parte superior. Sin embargo, esa porción del material solo viajó hacia abajo unas pocas pulgadas más, antes de romperse en dos caminos separados, hasta engancharse alrededor de su espalda. A partir de ahí, las dos correas se conectaron nuevamente para ramificarse en un único punto, envolviendo al australiano.

Y la verdad es que, la cantidad de correas de cuero en su "vestimenta" eran demasiado en la opinión del rubio.

Las dos correas se fusionaron, y desde allí, una sola correa bajó aproximadamente media pulgada antes de dar trescientos sesenta grados alrededor del cuerpo de Felix y ramificarse hacia abajo una vez más. En sus muslos, correas más gruesas que todas las demás se envolvieron a ambos lados. Y combinando muy bien con ese vestuario, unos calcetines rosados ​​hasta el muslo con encaje en la parte superior adornaban sus piernas. Al igual que con el collar de encaje alrededor de su cuello, la parte superior de los calcetines tenía pequeñas rosas rojas de colores vivos cosidos en la tela.

Sujetadas firmemente alrededor de las muñecas del australiano, habían correas de cuero que combinaban perfectamente con todas las demás, su tono rosa pálido coincidía exactamente con las correas que le recorrían la longitud del torso y los muslos. 

Y, al igual que con el collar, la correa alrededor de su muñeca izquierda tenía una cadena colgando de ella, Felix notó la forma en que solo tomaría un segundo para que sus brazos se engancharan; haciéndolos físicamente inútiles.

Con una última exploración de su propio cuerpo en el espejo, Felix respiró hondo antes de salir del baño y entrar en la habitación donde Changbin esperaba su presencia en la cama roja. El pelinegro miró al rubio con los ojos de un carnívoro listo para saltar sobre su presa. Lo que el australiano vio en sus ojos fue depredador, y no pudo evitar disfrutar de la atención que Changbin estaba más que feliz de darle. De hecho, sintió que no había razón para evitar que le gustara la forma en que el mayor lo miraba. No tenía nada de malo, por lo que no había absolutamente ninguna razón para que el más alto evitara saborear la manera en que los ojos hambrientos y lujuriosos del pelinegro rastrillaban cada centímetro de piel en su cuerpo.