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*Un año después*

Mariano Bondar.
Ese es el nombre de la persona de mi sueños.
Aún no puedo creer que he estado soñando con él durante más de un año.
La noche antes de mi graduación soñé que él estaba allí conmigo, se llevaba bien con mis amigos y mi madre.
Y parece que me está empezando a gustar.
Antes me preocupaba no soñar con otras cosas, pero este desconocido me ha hipnotizado completamente con sus ojos oscuros y su irresistible sonrisa.
Me siento una tonta por estarme enamorando de una simple fantasía, porque eso es lo que es.
Ni siquiera se si este chico existe en realidad.
Solo se que cuando estoy con él en mis sueños siento paz.
Me siento segura y amada.

-Esta es la última- dijo Lucas dejando la última caja dentro de mi nuevo departamento -¿En qué pensabas?- preguntó abrazándome

-Los sueños...-

-Tranquila, seguro pararán ahora que vas a cambiar de ambiente- dijo dándome ánimos

-Lo se, es que es complicado- dije pensando otra vez en si me estaba empezando a enamorar de una ilusión

-Ahora en la universidad conoceremos nuevas personas, aquí en este edificio habrá muchas cosas para distraerte... además, no me has dicho nada muy específico, pero estoy seguro de que yo soy más sexy que ese chico- dijo agrandándose y yo reí

-Claro que sí- dije sarcástica.

Él terminó de organizar un par de cosas y se despidió, dejándome al fin sola.
No tenía ganas de empezar a desempacar todo así que decidí recorrer el vecindario.
Había muchas tiendas y más edificios a los alrededores.
Era un hermoso lugar que me quedaba cerca de todo; la universidad y mi trabajo.

Iba caminando tranquila, metida en mis pensamientos cuando suena mi celular. Era Ian, uno de mis nuevos compañeros en la Universidad.

-Hola?- contesté

-Hola linda, perdón por llamarte justo hoy... se que te mudaste y debes estar ocupada-

-Tranquilo, andaba caminando, pasó algo?- pregunté

-Nada grave, pero te agradecería mucho si pudieras venir al estudio ahora- se notaba nervioso

-Tengo que llevar algo?- dije pensando en libros, partituras, instrumentos o algo que pudiera necesitar. Lo oí reír

-Sólo tu preciosa voz- dijo haciéndome sonreír.

-Claro, enseguida voy- dije y colgué para dirigirme hacia allí.

Cuando llegué, la puerta no tenía llave así que solo entré y él me recibió con una gran sonrisa.
Me acerqué a saludarlo y me abrazó.

-Gracias por venir, realmente necesitaba tu ayuda- dijo ya más relajado

-No hay problema, qué quieres que haga?- dije intentando ir hacia los micrófonos y entrar a la cabina de grabación, pero él me detuvo

-Necesito que me ayudes con algo de la programación... se que te aburre y que todavía no entiendes mucho de esto, por eso dije que necesitaba tu voz... de otra forma no hubieras venido- explicó y yo me crucé de brazos molesta

-Ian! Eres el mejor en eso, por qué necesitas mi ayuda?- pregunté frustrada

-Porque tienes más creatividad que yo. Sólo ayúdame a terminar de editar esto- dijo mostrándome la pantalla de la computadora

-Está bien, pero te encargas de todo lo técnico- dijo señalando todos los botones en la consola y en la computadora de los cuales yo no entendía absolutamente nada. Él rió.

-Claro, luego intentaré compensar mi mentira- dijo acercando una silla a su lado para que me sentara -Te parece si vamos a cenar cuando acabemos?- invitó mientras me sentaba junto a él

-Está bien, pero yo elijo dónde- advertí y él solo asintió divertido.

Estuvimos un par de horas allí trabajando en los últimos detalles de las canciones que grabamos y, cuando al fin terminamos, antes de que pudiera elegir, me propuso ir a su departamento para cenar algo simple allí.
Me pareció una buena idea así que fuimos y ordenamos una pizza.

-Entonces... cuándo debes hacer tu examen de ingreso a la universidad?- preguntó mientras me pasaba un trozo de pizza. Él ya había hecho su primer año así que teníamos fechas distintas de cursos y exámenes.

-En dos semanas-

-Y cómo vas con la parte de sonido?- yo me atraganté al escucharlo y él me pasó un vaso con agua.

-¿Sonido?- pregunté sorprendida

-Sí, el nuevo programa de composición tiene como uno de los temas principales todo lo electrónico y de edición, nadie te lo dijo?- preguntó extrañado y yo solo negué con la cabeza.

No podía creerlo. Mi examen era en dos semanas y no tenía la menor idea de la mitad de las cosas que debía rendir.

-No voy a poder. Yo... solo me interioricé en lo teórico, no entiendo nada de consolas y ediciones- dije preocupada

-Tranquila, yo puedo enseñarte si quieres...- propuso

-Gracias Ian, pero... en dos semanas? No creo poder hacerlo- dije desistiendo de la idea de hacer el examen

-Sí podrás. No es tan difícil como parece, yo te enseño- dijo colocando una mano en mi pierna, regalándome una cálida sonrisa.

Acepté su propuesta y en esas dos semanas nos vimos en su departamento casi todos los días.
A veces íbamos al estudio para que practicara ciertas cosas.
Pude conocer más a Ian y ya no éramos simples compañeros de trabajo.
Nuestra relación se profundizó y realmente me agradaba pasar tiempo con él.
Y mis sueños con aquel desconocido ya no eran tan frecuentes.
Luego de mi examen, el cual aprobé gracias a su ayuda, comenzamos a salir.
Casi siempre luego de la universidad nos encontrábamos en el estudio, para trabajar o simplemente para estar juntos si no había nada qué hacer.

Una noche me invitó a su departamento y noté que estaba más nervioso de lo habitual.
Estaba tenso y bastante cortante e indeciso en todo lo que hablábamos.

-Ian, ocurre algo?- le pregunté luego de unos minutos de incomodidad. Él sólo volteó a verme y me besó. Yo lo seguí, nuestros labios conectados demostraban necesidad. Era algo que ambos esperábamos hace tiempo.

Nos separamos por falta de aire y, luego de un par de segundos mirándonos en silencio, él habló.

-Ana, quieres ser mi novia?-

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2023 ⏰

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