Los diarios de Caroline II

Capítulo 2 No es magia, es amor.

Klaus guiaba a Caroline por el centro de la ciudad, caminaron un buen rato hasta que pararon en un bar para descansar.

Caroline: Nueva Orleans es sencillamente preciosa. Y eso que solo he visto una pequeña parte.
Klaus: Cuando la veas entera, te enamoraras por completo.
Caroline: Seguramente.
Klaus: Te has instalado sin problemas en el campus?
Caroline: Si, pero aun me faltan algunas cosas por organizar.
Klaus: Extrañas la vida del instituto?
Caroline: No, bueno, si, echo de menos organizar los bailes.
Klaus: Eso imaginaba, de echo, tengo la solución.
Caroline: Cual?
Klaus: Si aceptas, puedes formar parte del comité de la universidad y ser la nueva organizadora y directora de eventos de Nueva Orleans.
Caroline: Enserio? Pues claro que acepto. Muchísimas gracias Klaus.
Klaus: Celebremos tu nuevo trabajo.
Caroline: Bien dicho, ya voy yo a apedir las copas.
Klaus: Vale, gracias.

Caroline tenia dibujada una gran y encantadora sonrisa, se notaba que el la hacia muy feliz.

Se acerco a la barra. Alli apareció Camille.

Cami: Hola de nuevo, qué os pongo?
Caroline: Dos bourbons por favor.
Cami: Marchando. Aqui tienes, invita la casa.
Caroline: Muchas gracias Cami.

Cogio las copas y volvio a la mesa.

Klaus: Ya os conociais?
Caroline: De hace un par de horas en tu casa. Espera, de echo, me parece haberla visto esta mañana al entrar al campus.
Klaus: Puede ser, Cami estudia psicología en la universidad.
Caroline: Ah. Imagino entonces que la vere bastante.
Klaus: Ella y Hayle son muy amigas. Por eso estaba hoy en mi casa.
Caroline: Vale, pero Klaus, no me debes explicaciones. Se perfectamente que serias incapaz de hacer intencionadamente algo que me hiciera daño, además, tienes toda mi confianza.
Klaus: Lo se, nunca lo haría amor. Pero, eres parte de mi vida, de mi mundo, mereces saber que ocurre en ella.
Caroline: De acuerdo. Ahora, brindemos por mi nuevo trabajo.
Klaus: Salud.

Bebieron de un trago la copa, luego salieron del bar a continuar con su paseo.

Caroline contemplaba maravillada la ciudad mientras escuchaba las historias que Klaus le contaba.

Por su parte, Klaus, comtemplaba a Caroline como si no hubiera un mañana. Le tenia loco, enamorado hasta las entrañas. Ella era y es su mundo.Ella y solo ella es la dueña de su dañado corazón.

Caroline estaba acostumbrada a sentirse observada, en cierto modo le gustaba ser objetivo de las miradas.

Giro ligeramente la cabeza para juntar su mirada con la de Klaus.

No pudo evitar recordar una frase de un libro que leyó hace mucho:

《Todavía creo, que nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas》

Tras pensarlo, dibujo una pequeña sonrisa de felicidad.

Klaus: Ocurre algo amor?
Caroline: Si.
Klaus: Puedo saberlo?
Caroline: Debes saberlo.

Klaus no comprendia que pasaba. Acababan de llegar a la entrada de la universidad.

Caroline se habia detenido delante suyo y lo miraba fijamente sin quitar esa sonrisilla.

Caroline: Estoy totalmente segura.
Klaus: De qué amor?
Caroline: De decirlo al fin.

Acto seguido beso a Klaus y tras separar unos milímetros sus caras hablo.

Klaus quedo en shok durante un segundo. La mujer a la que tanto amaba, le acababa de decir lo único que jamas penso oir.

Caroline: lo seguiré repitiendo hasta que reacciones. Yo...

Klaus la corto devolviendole en beso, pero esta vez, el beso fue mucho mas mágico. El mas poderoso de los besos, el de amor verdadero.

Una tras una, las farolas del campus se apagaron, todas excepto la mas cercana a nuestro enamorados.

Sonreir en medio de besos, besar entre sonrisas. Los corazones acelerados y a la vez parados.

Nadie sabe exactamente cuanto duro ese momento, puede que minutos u horas. Solo pudimos deducir que para ellos, el tiempo no pasaba.

Al separarse, la farola se apago y la noche quedo iluminada por la (esa noche mas brillante) Luna.