—¡No puedes quedarte aquí! —Se cruza de brazos y me mira directo a los ojos.
Si señores, está molesta.
—No puedes enojarte solo porque no deseo ir a la gran cena navideña—menciono, intentando culminar la conversación.
—Mery, llevas cuatro meses sin salir...
—¡Ay por favor...! Si alguien te escuchara decir eso creería que es verdad.
Enarca una ceja en cuanto menciono aquello.
—Bu, bueno... si salgo, es solo que no voy a los lugares que tú deseas llevarme—me defiendo.
—Sales de tu casa cuando se te acaba el café, también para regar las plantas que tienes, y déjame adivinar para que más... ¡claro! ¡para nada más!
Danna es mi mejor amiga desde hace cuatro años, nos conocimos en la universidad y aquí estamos, discutiendo sobre mi encierro.
—Es navidad... no dejes que él te arrebate eso también. —Coloca un mechón de mi alocado cabello detrás mi oreja.
—Ya lo superé... —respondo, desviando la mirada.
—Claro. —Me abraza y se quita el bolso, dejándolo sobre mi cama.
No...
—¿Qué cenaremos? —me pregunta.
—Danna, no tienes que hacer esto, yo voy a estar bien, por favor, no me hagas esto.
—Eres mi mejor amiga, ¿Qué clase de mejor amiga sería si te dejo sola la noche de navidad? Yo amo la navidad y el dejarte sola me convierte en un jodido grinch.
Reímos.
—Te prometo algo, si me animo, si tan solo se me pasa por la mente la posibilidad de arreglarme y salir, no dudaré en llamarte. —Levanto mi meñique en señal de promesa, ella me observa dudosa unos segundos, pero acepta y enlaza su dedo al mío.
Que les diré... si prometes con el meñique, lo cumples y punto.
—Espero exista la posibilidad de que te arregles y me llames.
—Eso lo sabremos luego—sonrío.
—¿Qué harás toda la noche?
—Tengo un par de ideas, quisiera escribir un poco esta noche, quien sabe si el espíritu navideño se apodere de mí y haga magia.
—¡Adelante, Charles Dickens! —exclama riendo, mientras sale de mi habitación.
Escucho la puerta principal cerrarse y entiendo que se ha marchado.
Seguramente no entiendan nada hasta ahora, lo siento, esta plática con Danna no me ha permitido siquiera presentarme.
Soy Mery, tengo 23 años y soy escritora, al menos eso creo, o eso dicen... bueno, aún no me publican, supongo es cuestión de tiempo, suerte, que sé yo. Por lo pronto, escribo en una aplicación gratuita donde me lee gente de todas partes, también trabajo para una revista, donde tengo el espacio de redactar sobre el controvertido tema del amor, relaciones de parejas, divorcios, etc. y no me puedo quejar, me va muy bien.
Vivo sola desde el año pasado, mi familia no estuvo tan de acuerdo con la idea, pero me enfrenté a la adultez y acá estoy, cenando cereal con leche a unas cuantas horas de la cena navideña. Si mi madre me vería ahora mismo seguro se infartaría. Para ella la cena navideña es sagrada, nadie puede tomárselo a la ligera.
Pero bueno, si tengo una madre con un obsesivo amor a la navidad, una familia parecida a las familias "Quien" de la película del Grinch, además de amigos que me quieren y yo a ellos; seguramente ustedes se estarán preguntando, ¿por qué tengo una noche deprimente como esta?
Y listo, seré sincera, como acto lleno del espíritu navideño... la verdad es que mis ánimos han estado por el suelo luego de enterarme que la persona a la que amaba, me engañó. El muy hijo de la patria me mintió en la cara, me decía mil y una estupideces, bueno, ahora creo que eran estupideces porque cuando estaba enamorada me parecían las palabras más lindas del mundo. En fin, hace cuatro meses no lo veo, no sé de él, ni siquiera me lo he cruzado por la calle.
Y no crean que por vivir en el mismo barrio y compartir los mismos amigos es el motivo de mi aislamiento. Bueno, solo un poco, pero ojo no del todo.
Como sea, ¿en que iba...? ¡Ah sí! El muy idiota jugó con mis sentimientos, desde entonces no olvido todo lo que sentí y quiero que sepan que si están pasando por una ruptura amorosa, comprar helado de chocolate es la peor opción, tampoco es que el vodka sea buena idea, porque amaneces con una resaca espantosa; me han contado, claro.Bueno, en todo caso, sé que superaré pronto aquel suceso, solo necesito tiempo y no verlo nunca más.
Evidentemente, hablo desde el resentimiento porque mi idea de sanar es que el día que vuelva a verle por el motivo que sea o por mera casualidad, yo ya no sienta nada. Ese día sabré que sané.(...)
Reviso mi celular y Danna ha dejado cerca de quince stickers navideños en WhatsApp. Enciendo mi ordenador y me sirvo un poco más de cereal, pensando en que la gente normal coloca primero el cereal y luego la leche, pero yo no soy normal, resulta ser que voy por la vida haciendo lo que no debo y aquí estoy, poniendo el cereal sobre la leche y provocando que esta me salpique.
Una vez encendido el computador reviso algunos correos pendientes y la mayoría son tarjetas y mensajes de felices fiestas. Para mi mala suerte y pésimo gusto, los anuncios comienzan a invadir la pantalla y trato de cerrarlos todos, porque me provoca cierta incomodidad ver anuncios en la pantalla o tener varias ventanas abiertas innecesariamente, ay no sé, creo que a este paso retomaré la terapia.
Mientras voy dando a la equis para eliminar los anuncios y pensando en lo odioso e invasivo que resulta tener publicidad por todos lados, veo una que llama mi completa atención.
"Chat azar"
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¡Hola! Después de muchos años vuelvo a visitar Wattpad, desempolvando mis primeras historias y tomando la responsabilidad de mejorarlas, mientras también renuevo ideas. Bienvenidos a esta loca, divertida y romántica historia de amor.
Siéntanse cómodos y libres de comentar lo que deseen♥
Me encanta leerlos y por supuesto, pueden escribirme al buzón también.
Les dejaré mi Instagram (por motivos personales lo mantengo en "privado" pero si desean seguirme me escriben al buzón y me dicen que vienen de Wattpad y con todo el amor del mundo los agrego ❤️)
Es: marijose.pl
Espero disfruten de esta historia, será corta pero llena de amor.
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Chat azar
RomanceSegún Google, el azar es la causa o fuerza que supuestamente determina que los hechos y circunstancias imprevisibles o no intencionados se desarrollen de una manera o de otra. Así lo conocí, de la nada y terminó siendo mi todo. ¿Amor al azar? Sí, es...