𝘫𝘦𝘢𝘭𝘰𝘶𝘴𝘺☽; Hyunmin ¡!

only

—

—¡Te ves tan lindo cuando te enojas pequeño Jeongin!, ven aquí y dame un abrazo ahora.

Era otra noche donde el menor se salía con la suya alardeando de su ternura con Hyunjin, donde claramente este no se resistía a sus berrinches.

Seungmin cada día trataba de imitar las muecas de Jeongin pero no conseguía lo que quería; la atención de Hyunjin. No sabía porque exactamente la buscaba, solo sabía que la necesitaba, y al ver al menor tener lo que el deseaba solo hacía que un pequeño nudo se formase en su pecho.

—Oh...¿Seungmin?, ¿estas ahí?.

La voz del pelinegro lo sacó de sus pensamientos esfumándolos rápidamente dejando evidencia en sus rosadas mejillas.

—S-si, qué, que me miras eh.

—Tu eres el que se quedó mirando como abrazaba a Jeonginnie.-río. vamos, debes estar cansado, hoy fue un largo día después de todo.

Para su suerte, o tal vez no, compartía habitación con este, estando justo en la cama de arriba de la litera.

Ambos caminaron sin en completo silencio hacia sus camas, el menor realmente estaba agotado, el cansancio por no saber que era lo que le estaba pasando con su mayor le desesperaba, hace unos meses pudo haber dicho que era atracción, pero dios, como una simple atracción pudo haberle llevado hacia ese punto, donde no le importaba nada más que Hyunjin.

—¿Estas bien Seungminnie, no haz dicho nada, ni hecho algún ruido...sabes que puedes hablar conmigo, ya sabes, como cuando te cuento mis preocupaciones, siempre que tomas mi mano todo mejora, tal vez pueda hacer lo mis-..

—Estoy bien Jinnie, solo estoy cansado.

El mayor no insistió volviendo al incómodo silencio, cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a un risueño Jeongin en dirección hacia la cama baja de la litera, otra vez estaba ahí, con Hyunjin...con su Hyunjin.

—¡Agh!, Innie, no me hagas cosquillas...p-porfavor, basta, está bien, está bien pero detente.

—Solo vine a ver a mi hyung favorito... mentira solo quería fastidiarte, pero ya que estoy aquí, quiero mi beso de buenas noches.

—¿Y si no quiero dártelo que pasa?.

—¡Hyung!.

Seungmin relativamente molesto asomó su cabeza para hacerlos callar, pero lo hizo en el momento menos correcto, ya que sus ojos vieron como los abultados labios de su mayor se posaban en la frente del menor haciéndolo reír. Avergonzado volvió a su posición maldiciendo en voz baja y dispuesto a borrar cualquier imagen que quedara grabada en su mente. Luego de unos minutos mirando a la pared esa voz que reconocería con los oídos tapados lo llamaba.

—Minnie, ¿quieres tu beso de buenas noches también?.

El calor se había apoderado tanto se sus mejillas como de sus labios, no era capaz de responder, menos de moverse.

El pelinegro al no escuchar respuesta se levantó quedando hasta la altura del colchón del menor, quedando frente a frente, inesperado pero a la vez tan esperado.

Seungmin ahogo un chillido cuando el rostro de su mayor apareció justo en frente suyo, ahora si estaba atrapado.

Como si el tiempo se hubiera detenido se quedaron inmóviles, solo respirando cerca del otro, pestañear era una tarea difícil ya que cada movimiento estaba siendo considerado importante.

—Buenas noches Jinnie.

Entonces fue donde sacó todo el valor para depositar un beso en la nariz de la persona en frente, éste sin quedarse satisfecho tomó su barbilla untando sus labios con los de color cereza, siendo este un beso dulce, delicado y sútil.

—Buenas noches Minnie.

El de pelo castaño se dió la vuelta rápidamente dandole la espalda, lo que acababa de hacer lo había hecho sonreír de tal manera que sus músculos faciales dolieran.

—Aunque mañana no quieras hablar de esto, tendrás que escucharme ahora.-el mayor volvió a su cama alzando la voz para que pudiera escucharlo desde arriba.-Seungmin, escuchame y recuerda esto ¿si?, te amo, y puede que no le tomes valor ya que se lo digo a los ocho, pero Minnie, estoy seguro de que soy tan importante para ti como tu lo eres para mi, eres mi caso especial, y la única persona, ¿escuchaste eso? la única que me hace realmente feliz.

Seungmin río por lo ultimo, después de todo el también amaba a los ocho, y sentir celos por alguien que era como su hermano pequeño era estúpido y hasta inmaduro.

—¿Puedo tener otro beso de buenas noches?.