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˗' 𝐎𝐭𝐨𝐧̃𝐨 ˊ˗
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El amor otoñal llega cuando menos lo esperas,
como una dádiva divina de nuestro destino,
para brindarte la felicidad que tanto anhelas
y pensaste que nunca cruzaría por tu camino.
🍒 ── 𝐌𝐚𝐫𝐢́𝐚 𝐇𝐨𝐝𝐮𝐧𝐨𝐤.
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𝐎𝐒𝐓 ;
⟳ 𝙼𝚘𝚍𝚎𝚛𝚗 𝙰𝚄. . .
╰ ... Las hojas caían de los árboles decorando el paisaje con vívidos colores, el camino a sus pies estaba cubierto por una alfombra de hojas amarillentas, marrones y rojizas, obsequiando un matiz que le otorgaba parsimonia a sus pasos... Sin embargo, era incapaz de percibirlo. Sus días se veían sumergidos en la fatalidad de la rutina, y a sus ojos el mundo carecía de color, lo encontraba inmerso en un matiz de tonos grises donde ni siquiera el color rosáceo de su peculiar cabellera lograba percibirse. Sentía la primavera de sus latidos perdida, su determinación marchitar con el morir de los soles con el tiempo, y por cada renacer como fénix de sus cenizas de la gran estrella; ella permanecía inmóvil, estancada en los mismos sitios al compás de las manecillas del reloj. Sus pasos parecían ser sórdidas manchas negruzcas que remarcaban el pasar del cerezo marchito, las huellas en el vacío marcaban su camino, el cuál seguía de forma mecánica hasta llegar a su destino. Lista su sonrisa postiza desde el momento en que traspasaba el umbral del núcleo de los lamentos que taladraban su alma, penando por cada paciente desarmado y desdichado que llegaba a sus manos en busca de paz, la cuál brindaba mientras su mente se abandonaba a la soledad y el silencio.
Caminaba a paso lento y con la mirada perdida en el suelo, cuando sus pasos se detuvieron, sintiéndose suspendida en el tiempo al momento en que sus oídos percibieron las primeras notas emitidas por un piano. Su mirada se elevó al compás de la dulce melodía y luego, sus esmeraldas se arrastraron, curiosas, hacia el local que se erguía a su derecha. En un centenar de ocasiones habría recorrió ese sendero, pero jamás distaba del estado de ebullición sonoro producto del millar de balbuceos y murmullos producidos por los transeúntes, siendo acompañados por el interminable estruendo de las bocinas y motores de los vehículos que transitaban las calles sin descanso. Resultó ser la primera vez que las vívidas notas del piano acompañaban su caminar, salpicando de color su mirada, la cuál no demoró en divisar al artista que le obsequió un destello de vida a su día. Las hebras carmesí que adornaban su silueta atrajeron a su mente el fugaz recuerdo de la puesta de sol, la muerte de la estrella que había presenciado cientos de veces, que le brindaba calor al mundo, y desaparecía por una noche antes de renacer, logrando devolverle a aquella imagen la belleza que en sus esmeraldas se vio nublada por tanto tiempo al verse fragmentado su corazón, su alma.
Aquella melodía, aunque fuese por un breve instante, abrazó su alma llenando de sentimiento su corazón. Su negruzco camino se vio fragmentado cuando sus pasos, grisáceos, se desviaban del sendero, adoptando color nuevamente a medida que sus pasos se alejaban de él y entraba al local que era inundado por la melodía, derramando dulces tonadas incluso al exterior y colmando de vida todo aquello que tocaran. En ese momento lo reconoció, era el amor naciente, de forma inesperada y espontánea como acostumbraba aparecer, a primera vista embobando sus latidos y atrapando sus sentidos en una burbuja, que apareció en su día cuál dádiva de la vida. Mientras en su interior, la chispa en su corazón, extinta, se reavivó al momento en que con esos ámbar se conectaron a ella, anunciando el final de la melodía, un final que había destrozado la monotonía y devuelto el sentido a sus pasos, a mantener su mirada en alto y afrontar su día a día y no sumergirse en la agonía que la frialdad de corazones rotos le habían obsequiado. Su corazón renacía y su alma continuaba intacta después de todo.
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╰ 🍒ㅤ Autumn.
RomanceOne shot SasoSaku. Una médico sumida en la monotonía y la soledad, es golpeada por el amor de improvisto al oír la melodía de un piano.