❝ 'Won't you say what's on your mind? ❞
La mayoría de los personajes son pertenecientes al universo de Marvel, por lo tanto no poseo propiedad sobre ellos.
Portada hecha por @tantadroga
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Despertó a causa de los rayos del sol que entraban desde la ventana hasta su cara, parpadeó varías veces para despertar del todo y se dio cuenta de donde estaba en realidad. Miró a la derecha donde se encontraba el castaño durmiendo plácidamente con la boca entreabierta.
A Selena la imagen le dio una ternura inexplicable; mientras ella se veía como un zombie cuando dormía, el chico se veía como un verdadero ángel. Estaba boca abajo pero con la cara en dirección a ella, su nariz estaba aplastada contra la almohada, por lo que debía respirar por la boca, y sus cabellos castaños se veían más desordenados que de costumbre.
Se quedó un rato acurrucada observándolo, no entendía cómo algo tan bueno como él había llegado a su vida, a su vida, la vida que estaba siempre rodeada de cosas malas y de infortunios. Todo le parecía un increíble sueño del que despertaría en cualquier momento, no sabía qué había hecho para merecer tanto.
En ese momento recordó que el día anterior había llevado la cámara instantánea con ella para una "sesión" improvisada de fotos con el chico. Miró a la mesa de noche que estaba a su lado y la encontró. Moviéndose lo más despacio que pudo, para no despertar al chico, se inclinó a buscarla; una vez ya teniéndola en mano y con la iluminación ajustada, apuntó al chico y le fotografió.
Pero a causa del flash y el sonido que emanó la cámara, el chico despertó algo aturdido.
Selena cerró los ojos culpable con una sonrisa en la cara mientras la foto se asomaba por la parte de arriba de la cámara aún en blanco.
—Lo siento.— dijo mordiéndose los labios con una risa nerviosa.
—No sabía que eras ese tipo de chica, eh.— sonrió él y se acomodó de otra manera aún con los ojos cerrados.
—Quería retratar lo angelical e inocente que te veías durmiendo.— le explicó ella tomando la foto y ocultándola en un lugar oscuro para que ésta se revelara mejor.
—Sí claro.— respondió él cada vez más despierto.— Admite que lo quieres para ponerla en el altar que me tienes.
La chica soltó una carcajada.
—Uy sí claro, arañita.— dijo claramente sarcástica.— La pondré junto al cepillo de dientes que saqué de tu basurero.
El chico sonrió y se sentó en la cama observando a su alrededor.
—Hey.— le dijo la chica.— ¿Sabes que es de mala educación no decirle buenos días a alguien cuando despierta?
—¡Tú me despertaste a mí!— le reprochó.
—De todas formas no me diste los buenos días.— se hizo la indignada.
—Buenos días, rayito.— obedeció como un niño pequeño.
—No es ese el tipo de saludo que tenía en mente, pero bueno, si funciona para ti.— se encogió de hombros y se dispuso a levantarse de la cama; sin embargo cuando lo iba a hacer el chico prácticamente la tiró del brazo y la atrajo hacia sí, acostándola de nuevo.
