Chapter 9: Las consecuencias de un error.

30 5 0
                                    

Fue cegada por una fuerte luz apenas abrió los ojos.

Empezó a parpadear con la pereza de alguien recién despierto después de horas de descanso.

Llevándose una mano hasta la frente ,soltó un ligero gemido de dolor para empezar a incorporarse con suma dificultad.

Escaneó la habitación en donde se hallaba ,notando que no era la suya.

Empezó a entrar en pánico.

Dónde se supone que había estado durmiendo?.

No era la habitación de Subaru ,tampoco el de Yui. Entonces ,¿De quién?...

- Veo que al fin haz despertado ,Celestia McGarden.

Al parecer ya sabía a quién pertenecía aquella habitación.

- Re...iji...san? —Lo nombró con extrema dificultad ,haciendo un gesto de dolor para llevarse las manos hasta la garganta ,notando que llevaba una venda alrededor de la misma.

Reiji se acercó hasta la mesita de noche para dejar una bandeja con un vaso ,una jarra llena de agua y un bote de pastillas en ella.

- No te esfuerces en hablar. Casi moriste asfixiada.

- As...asfixiada? —Preguntó recibiendo las pastillas que el mayor le extendía.

De qué estaba hablando Reiji?. Por qué habría de haber sido asfixiada mientras dormía?.

- Son analgésicos. Los necesitarás —Informó ante la mirada que le dedicó la joven.

- Gra...cias...

- Recuerdas algo de estos últimos días?.

La mirada confusa de la humana fue lo único que recibió a cambio.

- Haz estado inconsciente por dos días.

- C-cómo...?

- Pasadas las 24 horas de tu ingesta mensual ,empezaste a comportarte de manera agresiva... Atacaste a Komori Yui.

McGarden terminó de tragarse la pastilla junto con el agua ,para después dejar caer el vaso vacío sobre la cama al escucharlo decir aquello.

- Y-yo...ataqué a Yui...san? —Cuestionó incrédula ,alzando la mirada para verlo horrorizada —Ella...ella está bien?.

- Afortunadamente, para ti , no llegó a mayores...aunque no puedo decir lo mismo de ti. Ayato casi te ahorca y Kanato estuvo a punto de matarte al tirarte por las escaleras —Informó ante la estupefacción de la pelirrosa ,quien suspiró de alivio al escucharlo decir que Komori se encontraba bien.

No parecía muy afectada al enterarse de que estuvo a punto de morir a manos de dos de los trillizos.

- Puedo...ir a verla...?.

- Los trillizos están con ella. No creo que les haga gracia verte ahora —Contestó dándose media vuelta para empezar a caminar hacia la puerta —Si me disculpas ,debo de terminar algunos asuntos antes de la hora del almuerzo.

- Reiji...san? —Lo llamó con tono decaído ,bajando la mirada para apretar fuertemente las sábanas entre sus manos.

Se sentía deprimida y el cargo de consciencia era tan grande que ni ella misma podía con ella.

Las ganas de volver a cortarse eran bastante difíciles de controlar ,pero se mordió fuertemente el labio para evitar sucumbir ante sus deseos.

- Santo cielo... Eres realmente una humana problemática —Se dio nuevamente la vuelta mientras se ajustaba los lentes. Para Celestia el hacer aquello le hacia pensar que Reiji solía ajustarse los lentes más como un gesto de costumbre o alguna especie de tic nervioso para evitar perder la compostura ,puesto que sus lentes por lo general siempre estaban en perfecta simetría ,igual de perfecta que el rostro de quien los portaba —Qué deseas ahora ,McGarden? —Inquirió con tono calmo.

Novia por error. Amantes diabólicos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora