Tom, nos cuenta en primera persona, como comienza a vivir calientes aventuras con su vecino de dormitorio, Ryan, un chico geek mayor algo desaliñado y exhibicionista de axilas, con quien Tom podrá realizar sus fantasías fetichistas.
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Cuando estaba en la universidad, vivía en lo que se llamaba "El dormitorio del chico pobre".
Era un edificio antiguo, de cuatro pisos de altura, sin ascensores. Cobraban menos que los dormitorios más nuevos, y como tenía un presupuesto ajustado, pedí las habitaciones más baratas que tenían. Me pusieron en el piso superior, lo que significaba que tenía que subir cuatro tramos de escaleras. No había mucha gente en eso piso, así que conseguí una habitación privada.
Con el paso de los días me hice amigo del chico mayor que vivía en la habitación de enfrente de mí. Se llamaba Ryan. Era un musculoso empollón con barba y cabello corto, y llevaba camisetas sin mangas todo el tiempo. Siempre estuve mirando sus axilas.
No usaba desodorante constantemente y tenía un fuerte almizcle en su cuerpo.
Salía conmigo los sábados por la noche y comenzaba a jugar con su axila, a tocarla, a mostrarla más a menudo o a levantar su brazo cerca de mí. Pues se había dado de lo mucho que yo miraba aquella parte.
Me mostraba sus vellos de vez en cuando y se reía frotándoselos sin vergüenza alguna mientras hablamos.
Estaba obsesionado con sus axilas peludas y me preguntaba si él estaba jugando con ellas para burlarse de mí.
Le pregunté por qué siempre jugaba con sus axilas y dijo que se sentía realmente bien y que deseaba tener a alguien que quisiera jugar con sus axilas.
─¿Eso te haría feliz?─ le pregunto sonrojándome en mi cuarto mientras él estaba acostado en mi cama viendo televisión.
─Sí, la verdad... creo que sí.
─Lo haría por ti.
Dijo que eso sería genial, y se recosté en mi cama con los brazos detrás de la cabeza y corrí las yemas de mis dedos a través de sus axilas.
─Se siente realmente bien─ dijo mirándome completamente sonrojado mientras el tenia los labios separados.
Comencé a olisquearlo. Cuando olfateé y sentí sus axilas, mi polla comenzó a ponerse dura
