Mi Talento Oculto

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Después de un rato bajé por las escaleras para ayudar a mi mamá hacer la cena. Nos dispusimos hacer la cena, ya en un rato empezaron a llegar mi papá y mi hermana angélica. Ya terminamos la cena y empezamos a servir, pusimos los platos y llamamos a todos para cenar.

Nos sentamos todos en la mesa para comer, mientras hablábamos de cómo nos fue el día de hoy. Primero comenzaron mis padres, hablando de como salvan vidas cada día, sin importar lo que tengan. Mi hermana se asombra mucho por mis padres, ella todavía no ha podido salvar a nadie, apenas está empezando sus pasantías.

Después siguió angélica, ella estaba contando que ya le falta poco para poder entrar en un hospital, sus pasantías ya estaban por empezar, de hecho, cuando llegó cargaba un libro más grande que los demás que tenía. Mientras ellos hablaban, yo quedé callado y recordé que tenía que terminar la tarea.

Discúlpeme, pero tengo que terminar mi tarea. Les prometo contarle todo lo que me pasó hoy en la universidad – Dije agarrando mi comida llevándomela hacia mi habitación. Mis padres me miraban muy raro, estaban preocupados, pero se les pasó mientras hablaban. Ahora estoy solo, puedo hacer mi tarea tranquilo, me puse música y decidí ponerme a estudiar.

*Después de 2 horas*

Ya eran las 09:30 de la noche, terminé mi tarea y me empecé a estirar por el cansancio que tenía. Me levanté, decidí irme a comer y buscar algo en la nevera, bajando me encontré con mi hermana Angélina. Hola Angie, se nota como estas emocionada por las pasantías – dije buscando un bocadillo nocturno – Hola Thomy, sí, estoy muy emocionada y tengo que estudiar mucho. ¿Qué tal te fue hoy? Preguntó Angie sentándose en el sofá. Muy bien, conocí muchas personas y los profesores son muy amables. – Respondí explicando cómo me fue – Me alegra mucho, espero que te guste mucho la uni. Gracias – respondí con una sonrisa de oreja a oreja.

Bueno, te dejaré que estudies, no te acuestes tan tarde ¿Si? – Dije dirigiéndome hacia las escaleras – Está bien, duerme bien – respondió sacudiendo su mano diciendo adiós. Subí a mi habitación, me quedé escuchando música.

En seguida me quedé viendo mis instrumentos que tenía, mi guitarra, mi piano y mi batería. Los veía y quería tocarlos pero ya era muy tarde. Así que me dediqué a ordenar mis útiles para poder acostarme a dormir, terminando todo me puse la piyama y me acosté pensando en todo que había pasado hoy, con mis amigos y enemigos, no puedo dejar de pensar en Andrea, en como besa, en como huele, ella es... no puedo explicarlo, es hermosa, es muchas cosas.

Realmente me siento bien y un poco cansado, así que me acosté directamente para poder dormirme.

Al día siguiente, era un día nubloso, un poco gris pero no estaba lloviendo. Me desperté con el mayor sueño posible, me levanté directo al baño para bañarme y limpiarme la cara. Fui a vestirme y buscar las cosas para el día de hoy. Después bajé para hacerme el desayuno y estaba mi mamá haciéndolo.

Buenos días ma, ¿En qué te puedo ayudar? – Dije buscando una manera de ayudarla – Buen día hijo, solo quédate ahí, ve al comedor y yo te llevo la comida – Dijo con una gran sonrisa en su rostro. Me senté en el comedor, saqué mi diario y me dediqué a escribir un poco.

<<Hoy es un gran día, ojalá espero que llueva, me encanta cuando llueve. Me da mucho de que pensar, de que escribir, es genial. Hoy espero que pueda conocer mucho más a mis amigos, que pueda pasar mucho tiempo con ellos y menos con Jenny y Jose. Hoy será un gran día, Lo se...>>

Ya veo que te gustó mucho el cuaderno que te di – dijo mamá mientras se acercaba al cuaderno – Si, pero no lo puedes leer, Es privado. – Respondí cerrando el cuaderno muy nervioso. – Tranquilo, espero que lo estés usando de buena manera, así como una agenda. En fin, toma hijo – le entrega la comida – Gracias mamá.

Diario de un ChicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora